Miel de abejas “Hecho en Cuba”

Gisselle Morales Rodríguez  (Progreso Semanal)

miel 1HAVANA TIMES — Hasta 3 000 euros pagan en el Viejo Continente por una sola tonelada de miel ecológica, libre de residuos químicos en su composición, de las que se procesan y benefician en la planta erigida en la ciudad de Sancti Spíritus, en el centro de Cuba. Hasta 3 000 euros, una cifra considerable que erogan sin demasiados miramientos, conscientes como están de la rigurosa observancia de los parámetros de calidad que se ejecuta puertas adentro de la empresa.

Sin embargo, lo que quizás no imaginan los consumidores europeos mientras untan sobre las tostadas del desayuno el poderoso edulcorante, es el enrevesado y en no pocas ocasiones doloroso ritual de extraer la miel de las colmenas, una fase que, en el primer escalón del proceso productivo, aún conserva el romanticismo de los oficios manuales.

“De romanticismo, nada”, pudiera contradecirme Reinaldo Santana, apicultor aplatanado desde hace décadas en las mismísimas faldas del Escambray, quien utiliza una frase guajira para ilustrar la rabia de las abejas: “A veces te caen en pandilla y te encienden. Este es un trabajo pa’ gallos guapos”.

De esa estirpe hay cerca de 2 000 apicultores en todo el país organizados en una base productiva tan eficiente como heterogénea: alrededor de 60 Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) que reúnen a más de 400 asociados; una veintena de Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), otras formas estatales y, con la tropa más numerosa, cerca de 1 100 Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS).

Semejantes estadísticas, esbozadas en una investigación publicada recientemente por el Observatorio de la Economía Latinoamericana, dan fe del progresivo incremento que ha venido experimentando la apicultura cubana, en la que resulta determinante el aporte del sector privado.

miel 2Sin embargo, los propios productores, por más que sean acosados constantemente por los insectos, no comercializan sus mieles de manera expedita, sino que la venden en su totalidad —excepto la que dejan para el consumo doméstico, confiesan algunos— a la Empresa Apícola Cubana (Apicuba).

Esta entidad, a su vez, la distribuye a las dos únicas plantas de beneficio con que cuenta el país para filtrar y homogeneizar el producto: una en Santiago de Cuba, donde se procesa la miel proveniente de las provincias orientales —por estos días sometida a un impostergable cambio de tecnología—, y la de Sancti Spíritus, que se encarga normalmente de cerca del 70 por ciento del total nacional y que ha acaparado sin cargo de conciencia alguno la miel que se extrae de las más de 160 000 colmenas de Cuba mientras se pone a punto su homóloga del este.

Al final de la larga, larguísima cadena abeja-productor-industria-cliente, la empresa exportadora Cubaexport se encarga de comercializar el rubro fuera de fronteras, un mercado que monopoliza —también sin cargos de conciencia— el 98.5 por ciento de la producción melífera y que inyecta cada año a la economía del país unos 16 millones de euros, según declaraciones a la prensa de Yoandra Valle Vargas, directora de Apicuba.

Al decir de la funcionaria, el crecimiento de este renglón responde a un programa de desarrollo diseñado con pericia de abeja que prevé para el 2020 alcanzar la cifra de 10 000 toneladas de miel, similar cantidad a la registrada en la década de 1980, cuando se obtuvieron los picos de rendimientos.

miel 3Precisamente en consolidar lo que ya se anuncia como el boom de la miel y en revertir las ganancias de la exportación en las propias bases productivas se encuentran enroladas las estructuras provinciales de Apicuba, entregando módulos de acero inoxidable a los campesinos, sembrando naves de castra fijas y móviles por toda Cuba, comprando medios de transporte y hasta elucubrando una tercera planta de beneficio de miel que multiplique las potencialidades aún semidormidas.

Lo más gratificante para el productor, más aún que la mejora ostensible de las condiciones de trabajo, es el incremento de los precios de la miel, cifra que oscila entre los 10 000 y 17 000 pesos cubanos por tonelada entregada a acopio, según declara Yudmila González, especialista de la empresa apícola de Sancti Spíritus, y ratifican los productores consultados por Progreso Semanal.

Para constatar hasta qué punto era cierto el panorama que el país le ha venido pintando a su principal mercado externo, recientemente una comisión de auditores europeos examinó con lupa de gran aumento, desde la selección de las abejas, hasta las peripecias de la miel en cada recoveco de la industria.

En la planta espirituana calibraron los equipos, husmearon en los gigantescos tanques y midieron cada paso del proceso; una liturgia rigurosa que terminó con la entrega de la certificación y los avales que declaran apta a la entidad para enviar mieles a la Unión Europea.

miel 4Aunque el Viejo Continente lleva años recibiendo el alimento procesado en esta parte de la isla, otros clientes no menos prometedores han comenzado a rondarlo, o al menos eso pareciera luego de la visita que hace algunos días realizara Zhang Tuo, embajador de China en Cuba, quien comentó el interés de su país por invertir en el sector apícola insular.

Esas serían buenas noticias para la fábrica espirituana, que ha venido multiplicando exponencialmente sus ganancias toda vez que, según revelaron a la prensa sus directivos, el pasado año aportó más 4 000 toneladas de miel y solo en el primer trimestre de 2015 ya ha producido 2 160 toneladas; de ellas, 174 de la variante ecológica.

A marcha forzada y turnos ininterrumpidos han debido trabajar los obreros para intentar satisfacer, a un ritmo de 54 toneladas diarias, la cada vez más creciente demanda de miel en el territorio nacional y en países de la Unión Europea, una pretensión que hubiese resultado utópica si no hubiera concluido en la entidad un proceso inversionista capital que, a un costo aproximado de 4.2 millones de pesos y casi 3 millones en divisas, modernizó todo su andamiaje tecnológico.

La colocación de cubas, tamices y filtros para eliminar las impurezas propias del trabajo con las colmenas, la incorporación de un equipo homogeneizador para mezclar los diferentes tipos de mieles y la delimitación de la zona de llenado figuran entre las transformaciones enumeradas a la prensa por Bruno García, director de la empresa apícola espirituana.

“Con la modernización de la planta se ha elevado la inocuidad del proceso, lo cual se complementa con una mejor presentación del producto de cara a un mercado tan exigente como es el europeo”, explicó el director.

Por lo pronto, además de Europa y los tradicionales consumidores de la miel “made in Cuba”, nuevas opciones de comercialización pudieran abrirse en un futuro no muy lejano para un rubro cuyos estándares de calidad han sido más que probados por los expertos y que comienza —a no olvidarlo— siendo apenas una picadura incipiente.
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Fotos: Osvaldo Pestana

3 thoughts on “Miel de abejas “Hecho en Cuba”

  • Si el estado paga solo 17000 pesos por tonelada y la vende a 3000 euros entonces se embolsó los 2320 euros en la transacción de la cual solo es un intermediario a la fuerza!
    Por que estos apicultores no resiven la mayoría de su ingreso? Este es un ejemplo de como un gobierno que dice ser de obreros no lo es. Se apropian siempre de la tajada del León.
    Son tan costosos los escasos beneficios de salud y educación ?
    Creo que no. Creo que estos trabajadores son robados de las ganancias legítimas de su trabajo.

  • por supuesto q siempre se van a llevar la mejor tajada, pero no es tanto pues hay gastos de transporte hacia las plantas, los gastos de la planta, salarios, transporte hacia los puertos, etc.
    Una tonelada es menos de un tanque de 55 galones(creo) me parece q el q tenga suficientes colmenas para castrar hace buena plata a 17k la tonelada
    Aparte no se habla del polen, lleva su trabajo pero aqui lo pagan mas caro q la miel.

    Saludos, Luis

  • Luis el negocio de apicultura es un negocio redondo. Todo lo que produce las abejas tiene uso desde el propóleos hasta el polen y la cera. Ya los gastos de transporte el estado los saco con creces. Me parece excesiva la cantidad de dinero de que se apropia el estado.
    Por otra parte es interesante ver que en lugar de embotellar la miel en recipientes listos a vender que pudieran vender más caro la venden a otra empresa que la tiene que embotellar y por tanto no le sacan el máximo valor que pudieran a este producto natural. Es así prácticamente con todos los productos cubanos. Se quedan en el producto bruto en lugar de un producto ya listo para el consumidor y del cual se puede obtener mayor ganancia.

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