Los niños cubanos: a la cabeza

Por Daniela Mojíes

Actual Aracelio Iglesias en la antigua La Bella Durmiente, entrada.

HAVANA TIMES — La escuela primaria Aracelio Iglesias Díaz, nombrada así en honor al líder comunista de los obreros portuarios, ubicada en la calle 49 del conocido reparto Kohly, ha sufrido en estos últimos años varios incidentes que resultarán de interés para quienes nos hallamos en la búsqueda de una óptica más sincera.

Hace ya cerca de tres años la locación de este entro escolar fue declarada en desuso por peligro de derrumbe, así se decidió trasladarla a otro lugar, un tanto menos espacioso. En la misma calle 49 existía un círculo infantil conocido como La Bella Durmiente, en la actualidad este deja de existir para ser ocupado por la susodicha escuela Aracelio. Esta maniobra la resuelven fusionando, dígase apretando, a La Bella Durmiente con otro círculo de la calle 47, El Jardín de la Infancia.

Los datos imprescindibles, que no me permito obviar, son, en primer lugar: La Bella Durmiente también se encontraba (y mucho más evidente que la Aracelio) en peligro de derrumbe desde que quien escribe tiene uso de razón, sin embargo, se dieron ciertos otros usos de razones por presupuesto, lo que traducido es, que era más barato arreglar el círculo que la escuela, por tener el primero menos instalaciones, lo cual parece muy lógico y reflexivo, pero:

¿Qué sucede después?

Antigua Aracelio donde antes estaba el busto de Marti.

Un estudiante de cuarto grado recibe un trozo de placa que, afortunadamente, solo le cuesta varios puntos en su cabeza y algunos rasguños. Ayer los profesores mismos se encargaron de destruir por completo el techo de la biblioteca, pues el ser humano siempre prefiere el cielo al peligro. Las locaciones de la antigua Aracelio siguen sin ser restauradas, y han permanecido deshabitadas durante tres años.

Ahora parece correr el rumor, el rumor del pueblo, de que estas serán entregadas a un músico para su escuela de arte. Me abruma la pregunta: ¿Pero es que el arte no es el resultado de los hombres que han satisfecho sus necesidades más básicas, como la seguridad, por poner un ejemplo? Hay ciertas preguntas que es mejor no responder.

Cabe notar que hablamos de una escuela ubicada en Kohly, un reparto militar, cuyos hijos asisten a esta escuela todas las semanas, y aún en un lugar como este están ocurriendo tales desastres. Es evidente que cuando la cabeza anda mal, cuanto más estará la cola. Desgraciadamente, los de la cola además tienen cabezas, y esas cabezas se rompen, y para sanar, han de recibir puntos en silencio.

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5 thoughts on “Los niños cubanos: a la cabeza

  • Y ¿Quién o quiénes son los responsables? ¿Será el embargo? ¿O será que cada vez se destina menos dinero a la educación y a la salud del pueblo y más a otros negocios mucho más lucrativos para los dueños de la finca? ¿O será que todo se destruye, se cae y se derrumba bajo el peso de la desidia, del abandono y de las mentiras? Últimamente todo, sea una escuela, que un hospital, que una casa privada, que un hotel, corre la misma suerte en Cuba: destruirse.

    Y de nuevo ¿de quién es la culpa? ¿Del pueblo esclavo? ¿Solo del pueblo esclavo? ¿O también, y sobre todo, de los dueños del país?

  • No cabe duda de que con los salarios que pagan los dueños de la finca, el obrero en Cuba trabaja prácticamente de gratis. Cada vez es más evidente que el plan actual de los mayorales es desentenderse aún más de las depauperadas sanidad y educación y dejar que los cubanos se las arreglen como puedan dentro del corral, subsistiendo con la ayuda económica de la gusanera del exterior mientras ellos se dedican a embolsillarse también todo ese dinero (que entra gratis) vendiendo en sus shopin a 250% por encima del precio original.

  • Las cosas no han cambiado mucho. La escuela José Joaquín Palma, de Centro Habana, en la calle Estrella, donde yo estudié casi toda la primaria, estaba desvencijada a más no poder. Había un solo baño en cada piso para hembras y varones, alumnos y maestros. Nunca tenían agua corriente, sólo un tanque herrumbroso, y los inodoros eran…bueno, todo lo contrario de lo que esa palabra indica.
    De la estructura, ¿para qué hablar? Una vez se desprendió un trozo del muro de un pasillo que quedaba en el segundo piso y le cayó encima a una empleada de limpieza (Martha, la pobre). Las escaleras tenían los peldaños rotos y había que bajarlas con extremo cuidado. Y conste que estoy hablando de los años setenta.

  • Cada pueblo tiene lo que el mismo se busca, en ese mismo barrio se reparan como nueva mansiones para generales y sus familias, hay gimnacios de lujo, cafeterias, restaurantes todo privado y siempre detras algun pariente de algun pincho

  • No tengo pruebas, es muy dificil de obtener debido al secretismo imperante, pero precisamente debido a ello es que se puede conjeturar: yo diria que los hijos de los militares que radican en el Reparto Kolhy NO van a esa escuela. Ellos asisten a las escuelas para extranjeros, pagadas, si mal no recuerdo ubicada en 31 y 18 (todos los jerarcas militares tienen auto y cupones de gasolina gratis) pues solo hay que ver la cantidad de dinero invertido en reparar y ampliar las casas de ese “famoso” y “congelado” reparto donde solo viven familias de confianza, es decir, revolucionarias y jerarquia. Tambien muchos de esos ninos van a estudiar al extranjero, ya sea Europa (los de mayor presupuesto) o Mexico. Pues saben que el adoctrinamiento atrasa y no deja que el nino piense por si mismo. Si han leido reportajes sobre como viven los hijos y nietos de los generales/empresarios, muchos de ellos con viviendas en el reparto kohly se daran cuenta que no exagero. Los ninos que van ahi son los que viven al sur del ese reparto, cruzando la avenida 41. Por ejemplo los que estudiaban en la escuela “Noyola” de la calle 46 entre 33 y 35 y fue entregada a familias que se encontraban “albergados” muchos anos, es decir familias pobres. Por esa razon a los militares no les preocupa que se les caiga el techo en la cabeza de esos ninos. Quizas estan sonando con construir una tienda exclusiva para ellos cuando finalmente se derrumbe la escuela.

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