Los más afectados por cierre masivo de oenegés en Nicaragua
Mujeres y campesinos concluye informe
Pobladores de municipios afirman que retiro de organizaciones aumenta «sensación de desamparo y de desesperanza personal sobre el futuro
HAVANA TIMES – El cierre masivo de oenegés en Nicaragua, perpetrado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha impactado «negativamente» a diversos sectores del país, pero particularmente a las mujeres y al campesinado, indica el informe «Municipios nicaragüenses: entre la subordinación política y el rechazo ciudadano», elaborado por la Asociación Centroamericana para el Desarrollo y la Democracia Red Local.
Detalla que tanto las mujeres como el sector campesino «son perdedores netos frente a un régimen patriarcal y misógino, y con un apetito depredador insaciable de los recursos naturales».
El estudio es «cualitativo exploratorio», y para ello realizaron 62 entrevistas en 19 municipios del país, «a pesar de las condiciones de represión» impuestas por la dictadura Ortega-Murillo.
En el caso de las mujeres, destacan que las organizaciones se dedicaban a «proyectos de capacitación, de asesorías en salud sexual reproductiva y de empoderamiento en derechos frente a un sistema patriarcal estructural que las excluye en todos los niveles de la vida cotidiana».
Mientras, en el caso del sector campesino, actuaban como «transmisores de tecnologías y de nuevas prácticas entre grupos que tradicionalmente vivían y trabajaban aislados», con el apoyo de huertos para el autoconsumo, promoción de agricultura sostenible, programas de microcréditos, entregas de semillas, entre otros.
Según el documento, el cierre de oenegés «impactó negativamente diversas áreas del desarrollo del mundo rural que se vieron directamente afectadas, como la protección del medio ambiente, la promoción de la soberanía y la seguridad alimentaria y nutricional, equidad e inclusión, y el desarrollo de cadenas de mercados justos».
La cancelación de las personerías jurídicas de oenegés, a juicio de la Red Local, «ha completado el ciclo de la destrucción del espacio cívico y democrático» y a estas consecuencias políticas «hay que sumarle también el impacto en la vida de las personas en los municipios».
El estudio señala que el sector rural, que presenta los mayores índices de pobreza, es «particularmente sensible a esta embestida autoritaria del régimen Ortega-Murillo».
Mayoría conocía los trabajos de oenegés
El informe menciona que cuando preguntaron a las personas entrevistadas sobre si conocían alguna oenegé que hubiese sido cerrada en su municipio, «prácticamente la totalidad identificó al menos dos de estas organizaciones nacionales o internacionales».
«En algunos municipios se habían incorporado de tal modo a la vida local que varias entrevistas las consideraron parte de la institucionalidad local por su contribución a la estructuración de la vida cotidiana, determinada por la cercanía con la población, por la participación en las labores de desarrollo local y por los aportes de distinto tipo (asesorías, capacitación y aportes a la realización de obras) a las municipalidades», explican.
Por esa cercanía con las comunidades, ninguna de las personas consultadas pareció entender las razones para el cierre y retirada de las organizaciones, «ya sea porque ocurrió mediante una actuación administrativa tomada en Managua, o porque no hubo explicaciones locales de la suspensión», apunta el informe.
Las personas entrevistadas para el estudio reconocieron que un efecto de la retirada de las organizaciones de sus municipios «es el aumento de la vulnerabilidad social y la sensación de desamparo y de desesperanza personal sobre el futuro».
Oenegés eran «un colchón» ante inequidades
De acuerdo a las respuestas recabadas por el estudio, la Red Local afirma «con rotundidad» que las organizaciones «constituían la red de protección social para los sectores excluidos y en situación de vulnerabilidad que ni el Estado ni el mercado podían -y quizás ni querían- incluir dentro de sus actuaciones».
«El primero por razones de políticas públicas sectarias que dejan fuera de la protección a quienes no interesan políticamente, y el segundo porque no interesa incorporar como consumidores a quienes no son rentables», precisa el documento.
Por ello, valoran que las oenegés «actuaban como colchón ante las inequidades de las políticas no inclusivas del Estado y del mercado», particularmente atendiendo a mujeres, jóvenes, niñez, población adulta e indígenas.
Atención a niñez y jóvenes
El informe insiste en que las oenegés actuaron como agentes para la emancipación de sectores marginados, así como brindando empoderamiento cívico a la ciudadanía.
Después de las mujeres, el otro grupo poblacional más mencionado por los entrevistados fueron los jóvenes, en los que trabajaban en: prevención de conductas de riesgo como consumo de drogas, pandillas y trata de personas; educación sexual; y fortalecimiento de valores cívicos y de capacidades para la autoorganización.
Otro sector beneficiado era la niñez, como reveló también un reportaje de CONFIDENCIAL, con «proyectos de nutrición y educación preescolar donde proveían de materiales para dibujar, pintar y otras artes plásticas».
También aportaban, indica el informe, «en la formación de grupos de baile o de interpretación de la naturaleza» y ponían particular foco en la niñez «sin padres para prevenir la trata, el abuso y el trabajo infantil».