Lobo intenta lavar imagen de golpistas

Por Thelma Mejía

Honduras sigue militarizado.  Foto: Giorgio Trucchi, rel-UITA
Honduras sigue militarizado. Foto: Giorgio Trucchi, rel-UITA

HAVANA TIMES, 9 dic (IPS) — Porfirio Lobo comenzó este martes una gira en busca de legitimar ante la comunidad internacional su triunfo como candidato a la presidencia de Honduras en elecciones realizadas con gobierno de facto. Mientras, Amnistía Internacional denunció que se siguen violando los derechos humanos.

La primera escala de Lobo es Costa Rica, donde se reunirá con el presidente Óscar Arias, a quien le requerirá su apoyo para encarar a los gobiernos, en especial los de América Latina que se niegan a reconocer los comicios por haber sido convocados con el legítimo presidente de Honduras, Manuel Zelaya, alejado de su cargo por el golpe cívico-militar del 28 de junio.

Posteriormente Lobo viajará a Panamá y a República Dominicana, donde será acompañado por el candidato del Partido Liberal (PL), Elvín Santos, quien quedó en segundo lugar en los comicios del 29 de noviembre.

Santos, del mismo partido de Zelaya y de quien usurpa el gobierno hondureño, Roberto Micheletti, «considera que es importante apoyar al mandatario electo», dijo a IPS Juan Carlos Barrientos, uno de sus principales asesores.

María Antonieta Bográn, quien tendrá a su cargo una de las tres vicepresidencias en el futuro gobierno, declaró a IPS que el propósito de la gira es «hacer ver a los países la contundencia de la voluntad popular expresada el 29 de noviembre, como un argumento sólido que invita a la reflexión y el análisis para iniciar la unidad y reconciliación en el país».

«Nosotros esperamos que los países entiendan poco a poco, ya que un factor importante para sacar adelante este país lo constituyen las relaciones internacionales para volver a colocar el país en el contexto de las naciones, aunque somos conscientes que la misión se realizará cuesta arriba», explicó.

«Sin embargo, confiamos en que tendremos éxito», acotó.

El presidente electo, del derechista Partido Nacional (PN), arrasó en los pasados comicios generales y por primera vez en 27 años tendrá mayoría absoluta en el parlamento, al sumar 72 de los 128 diputados, según las proyecciones preliminares del Tribunal Supremo Electoral.

De los 18 departamentos en que se divide Honduras, el PN aventaja a sus rivales en 16, y a nivel de gobiernos locales lo hace, según los reportes, en 248 de los 298 municipios.

Lobo reiteró el fin de semana pasado que buscará la armonía en el país y que en sus giras internacionales buscará «abrir puertas, pero no supeditarnos a ningún tipo de imposiciones».

Aseguró que muchos gobiernos le han llamado y comunicado que reconocerán «muy pronto» los comicios generales. «Pero no me voy a sentar a esperar, voy a moverme, porque Honduras necesita volver al concierto mundial de naciones».

«El pueblo hondureño fue a la urnas, fue un proceso transparente y la gente votó masivamente. El pueblo tomó su decisión y nos gustaría un reconocimiento enmarcado en la democracia y la libertad», adujo.

Tiempos De Presión

Desde que se perpetró el golpe de estado contra Zelaya, Honduras fue aislada por la comunidad internacional y, aunque la presión interna y externa fue contundente para intentar revertir la situación, ello no se produjo aún. Luego llegó el apoyo expreso del gobierno estadounidense.

Los golpistas apostaron a las elecciones generales para consolidar la situación, aduciendo que habían sido programadas antes del 28 de junio y que los candidatos que se disputaron los comicios fueron elegidos en procesos primarios efectuados hace más de un año.

Hasta ahora, el gobierno electo el 29 de noviembre ha logrado el reconocimiento de Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, Perú y de República Dominicana.

También se aventura que Brasil cedería y «flexibilizaría» su hasta ahora rotunda negativa a reconocer la situación institucional actual de Honduras, pese a que Zelaya permanece alojado en su embajada de Tegucigalpa desde hace dos meses.

Al menos esa es una de las lecturas que se hace en Honduras de las declaraciones de la jefa de la Casa Civil (especie de primer ministra) de Brasil, Dilma Rousseff, quien expresó que el golpe de Estado y las elecciones deberían ser considerados como hechos separados.

Rousseff, precandidata presidencial por el gobernante Partido de los Trabajadores, habló en un canal de televisión de Alemania, en un alto en la gira por Europa que realiza junto al mandatario de su país, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha reiterado que no reconocerá las elecciones y que no tiene interés en dialogar con Lobo.

En tanto, el parlamento salvadoreño emitió una resolución por mayoría reconociendo las elecciones hondureñas y el triunfo de Lobo, en lo que se considera una estrategia de la derecha para embretar al gobierno izquierdista de Mauricio Funes, que sólo cuenta con 35 de los 84 legisladores de este cuerpo unicameral.

A su vez, la asamblea extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos (OEA) no pudo nuevamente sacar un moción de consenso para desconocer los comicios y su secretario general, el chileno Miguel Insulza, dijo que las «diferencias en los países son efectivas y no pueden ser resueltas aquí».

«Reconocer o no a otro gobierno como legítimo es prerrogativa de todo país soberano y cada uno de nuestros estados tomará libremente su decisión al respecto», dijo Insulza, tras dejar entrever que en el caso del presidente Lobo «está en la mejor posición» para resolver la crisis que Micheletti.

Derechos Golpeados

Mientras crece la disputa política en la comunidad internacional, una misión humanitaria encabezada por Amnistía Internacional presentó un informe al término de una visita de 10 días a Honduras en el que destaca las constantes violaciones a los derechos humanos desde junio, cuando se instaló el gobierno de facto.

La organización no gubernamental con sede en Londres exhortó a las futuras autoridades, que todo supone asumirán el 27 de enero, que la paz y la tranquilidad en el país no volverán en tanto «no se respeten los derechos humanos».

Juan Barahona, un lider de la resistencia al golpe.  Foto: Giorgio Trucchi, rel-UITA
Juan Barahona, un lider de la resistencia al golpe. Foto: Giorgio Trucchi, rel-UITA

La misión pidió también a la comunidad internacional no «olvidarse del golpe» de Estado ni emitir un «cheque en blanco» al nuevo gobierno de Lobo, quien está obligado a llevar a los tribunales a los responsables de las flagrantes violaciones humanitarias constatadas contra simpatizantes de Zelaya y medios de comunicación.

Javier Zúniga, portavoz de la delegación de Amnistía, aseguró que pudieron constatar arrestos arbitrarios y represiones contra las protestas sociales del movimiento popular opuesto a la dictadura, entre otros testimonios recabados durante la visita, la segunda en cinco meses.

Amnistía Internacional resaltó, además, la pérdida de capital social y credibilidad en la institucionalidad hondureña, por lo cual en su informe final harán recomendaciones al respecto, señaló el portavoz.

Por su parte, el Frente de la Resistencia contra el Golpe de Estado declaró que desiste de buscar la restitución de Zelaya y que ahora enfocará sus esfuerzos en busca de conformar una asamblea nacional constituyente y conformar un bloque político de cara a las próximas
elecciones generales, a efectuarse dentro de cuatro años.

«Hemos cerrado este capítulo de la restitución del presidente Zelaya que no se dio», dijo en tono lacónico, Juan Barahona, uno de los coordinadores de la resistencia popular, tomando en cuenta la resolución del parlamento de negar tal propuesta surgida de un acuerdo entre las
partes, que el mandatario había desconocido ya en ese momento porque no se había tratado antes de los comicios como suponía era el espíritu del convenio.

Por ahora, 12 personas acompañan a Zelaya en la embajada brasileña, entre ellas su esposa, Xiomara Castro. El cerco policiaco-militar a la legación fue menguado el fin de semana, facilitando por primera vez el libre tránsito por los sectores aledaños de la exclusiva colonia
(barriada) capitalina de Palmira en Tegucigalpa.