Las vivencias de un matrimonio cubano

Cuando las puertas cierran por todos lados

Por Repatriado

Una familia cubana. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES – Ella tiene 29, Él 38. Comparten matrimonio, tres hijos y frustración. Esta es su historia.

Cuando Ella terminó la secundaria básica se integró a un plan ideado por Fidel para solventar el déficit de enfermeros, se convirtió en lo que el propio Comandante denominó “enfermera emergente”, según el título era Enfermera Básica Bachiller con Perfil Biológico.

Después de graduarse, comenzó en un hospital materno, allí lo conoció a Él y pronto tuvieron el primer niño. El embarazo del segundo ya era un problema, los salarios de ambos, unidos, no alcanzaban, incluso con todos los “regalos” que Él recibía al ser el “tipo de los rayos X” no daba la cuenta; entonces ella, aun cuando le encantaba su profesión, renunció.

El plan era usar su céntrica casa y alquilar espacios para emprendedores, así lo hicieron; entre el portal, la sala y el garaje tenían 4 inquilinos, uno que vende churros, otro repuestos para autos, alguien más CD piratas, y una manicure. 480 pesos diarios, una fortuna. Todo iba viento en popa y tuvieron un tercer hijo. Entonces murió la abuela.

La abuela era la dueña de la casa por lo que la Licencia de Alquiler de Espacio estaba a su nombre, ida la señora todo aquello era ilegal y en menos de una semana ya tenían una inspectora de la ONAT cómodamente sentada en su sala. Un soborno de 200 CUC, un pernil de puerco y reír las gracias soeces de la señora les consiguieron 6 meses de plazo para que pudieran hacer el cambio de propietario de la casa y entonces solicitar una nueva licencia, ahora a nombre de Ella, sin que ningún otro inspector viniera; dejó claro que ella era su inspectora “madrina”. Strike Uno.

Cumplido el plazo Ella aún no había podido hacer el cambio de titular, lo intentaron con el mayor empeño y con todo el dinero en soborno que les pidieron los varios funcionarios de Vivienda, Registro Civil, Planificación Física, Registro de la Propiedad, UMIV, Arquitectura Municipal y Notaría, pero ni aun así se pudo lograr que el papeleo concluyese antes de los 6 meses. Mientras tanto la inspectora se presentaba periódicamente a buscar “lo suyo”

Cumplido el plazo la madrina se plantó, no podía continuar “escondiendo la bola o explotaba”, había que cerrar hasta que se hiciera el cambio de titular de la licencia. Él está seguro que “los mandaron a matar” con la inspectora porque le habían alquilado, en sustitución de la manicure, a un señor que vendía la TuKola a 15 pesos, mientras las otras cafeterías del área lo hacen a 18 y les estaba “tumbando” clientela.

Sin más remedio cerraron y hasta lo que tenían ahorrado para pañales desechables lo gastaron acelerando el papeleo y en menos de un mes, es decir, siete desde que comenzó el asunto, pudieron poner la casa a su nombre y con la mayor felicidad ir a la ONAT a por su licencia, pero sorpresa, no se estaban dando nuevas licencias hasta nuevo aviso, orden desde arriba. Strike Dos.

Ella primero explicó que no era una nueva licencia, sino un cambio de titular por el fallecimiento de la abuela, nada; luego suplicó y habló de los tres niños, nada; por fin protestó llegando a ir al Partido Provincial “a dar un bateo con los dos niños más pequeños”, nada; en todas partes lo mismo, no hay licencias hasta nueva orden, sin tener nadie ni idea de cuándo sería eso.

Ella, deprimida, regresó a solicitar trabajo en el hospital materno donde había trabajado solo para encontrar que por orden del Minsap los títulos como el de ella ya no eran válidos, oficialmente ahora tiene un 9º grado y ya no era enfermera. ¡Strike Tres Ponchao!

Hoy Ella estudia para obtener nuevamente el 12º grado mientras espera que “a esta gente les de la gana” y vuelvan a dar licencias.

Él, aunque le dolería alejarse de su familia, está tratando de irse de misión “aunque sea pa Venezuela” que aun siendo la peor de las misiones es mejor que vivir de un salario y de ocasionales presentes de pacientes agradecidos, pero eso está difícil, pues Él tiene antecedentes penales por Intento de Salida Ilegal, años antes de conocerla a Ella trató de irse para EE.UU. en balsa, pero lo cogieron en la playa por donde se iban unas 20 personas en un barquito. Como le gusta decir a Él “mi hermano, aquí el picheo está bajito”.

 

 

 

3 thoughts on “Las vivencias de un matrimonio cubano

  • Bueno, sobrecumplieron con Murillo en su plan de repoblar la isla.

  • Un ejemplo entre miles, por desgracia. Muy bueno visibilizar estas historias tan abundantes y únicas de Cuba, son tan endémicas como las polimytas. Qué trabajo pasarán los extranjeros para conocer Cuba si es que nosotros que nacimos aquí y lo vivimos ni siquiera aspiramos a entender. Gracias amigo por este trabajo.

  • ….. pero aún así veo más felicidad en Cuba que en Austria ….

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