La visión y la practica de la inversión extranjera en Cuba

Raudiel F. Peña Barrios  (Progreso Semanal)

Ferrocarril en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.

HAVANA TIMES – Es casi imposible enumerar ya desde cuántos escenarios y voces diferentes he escuchado sobre las vicisitudes de la inversión extranjera en el país, así como de su importancia para el futuro. Parece una contradicción, pero es lo que ocurre en realidad.

Tanto con la ley anterior (Ley No74 de 1995) como con la actual, aprobada en 2014, los proyectos inversionistas foráneos siguen contando con demasiados detractores que entorpecen su desarrollo. No soy el primero en manifestarlo ni mucho menos; el último que públicamente lo reconoció fue el propio Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros durante la más reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Cuando fue adoptada la legislación vigente sobre este tema se ponderó a toda voz su importancia. Estoy absolutamente de acuerdo con eso, pues realizar ajustes en la regulación sobre determinada materia para atemperarla a las nuevas condiciones y a la relevancia que se le quiera dar con vistas al futuro, siempre es bueno. Pero tal y como le dije a algunos colegas en aquel momento sigo pensando que el problema no estaba ni está en la ley, sino en factores más complejos y por ende más difíciles de erradicar.

Desafortunadamente, la visión política e ideológica de muchos puede que hoy siga asumiendo al capital proveniente del exterior como enemigo que debe ser controlado para que no se robe el país.; un mal necesario al que tenemos que acudir por determinadas circunstancias concretas, al que hay que limitar lo más que podamos. Pero si no dejamos que otros aprovechen algunos de nuestros recursos y servicios, y obtener a cambio beneficios con los que inyectar nuestra economía, ni siquiera nosotros mismos podremos hacerlo. Existe una mentalidad aún que no reconoce el hecho de que sin tecnología y moneda dura no habrá futuro.

Nuestro ambicioso Plan de Desarrollo Estratégico necesita miles de millones de dólares cada año desde ahora y hasta 2030 para poder concretarse, con un margen de maniobra muy estrecho ante posibles errores. Precisamente por esto no debería parecer más una línea inalcanzable como el horizonte que un plan, y a su vez tampoco se debería entorpecer más la entrada de dinero fresco del exterior.

Las propias autoridades gubernamentales han reconocido que se necesitan 2 000 millones de dólares anuales en inversión extranjera directa, pero desde la entrada en vigor de la ley en 2014 y hasta el cierre de 2016 apenas se habían logrado concretar 1 300 millones.

Los inversionistas en nuestro país encuentran trabas burocráticas de todo tipo, desde procesos de negociación extremadamente largos y cargados de excesivos trámites, hasta poca preparación en sus contrapartes nacionales. No se puede obviar que, en una buena cantidad de casos, los directivos de las empresas cubanas que asumen la conducción de las negociaciones y sus supervisores no son hombres de negocios por formación, sino cuadros militantes del Partido Comunista de Cuba muy bien formados en el orden político, aunque quizás no en lo comercial y empresarial. Este factor, que algunos quizás encuentren muy subjetivo, está presente hoy en el panorama económico nacional, y eso significa a veces la pérdida de oportunidades, así como la sobre y subvaloración de aspectos claves.

Todo lo anterior contrasta con evidentes urgencias económicas para Cuba. Mientras nos demoramos negociando y obstaculizando: la producción de alimentos sigue siendo una cuestión de seguridad nacional; la reconversión de la matriz energética es clave para generar el 24 por ciento de nuestra electricidad desde fuentes renovables; y no podemos aspirar que el PIB crezca un siete por ciento anual sin contar con mejor infraestructura productiva. De estos tres ejemplos se deriva que paralizar la inversión extranjera redunda negativamente en muchas esferas de nuestra economía, incluso allí donde no existe, y por supuesto también en el bienestar de la población.

Difícilmente habrá mayor productividad agrícola arando la tierra con bueyes, no podemos seguir dependiendo de importar petróleo —por muy beneficiosos que resulten los pactos con aliados políticos y comerciales—, y no crecerá la economía si no se produce más. Soy consciente de que no todo se resolverá con la inversión extranjera y que dentro de Cuba tenemos muchas potencialidades sin explotar debidamente. Pero una economía con problemas de capitalización como la nuestra requiere de la oxigenación que da el capital fresco.

Hay otro factor a valorar. A raíz de la negociación de la deuda con nuestros acreedores del Club de París, no solo tenemos que tomar previsiones para crecer y desarrollarnos sino también para honrar esos compromisos. Ahí también la inversión extranjera juega un papel clave, porque entre las variables que se tomaron en cuenta para fijar los términos del acuerdo alcanzado, se consideró el potencial rol de la inversión como fuente esencial de financiación al desarrollo.

También se hace necesario repensar la inversión extranjera en sus relaciones con el sector privado doméstico y con el desarrollo local. Nuestros gobiernos locales deben poder concretar negocios con inversores cuya aportación de capital no es significativa para los intereses del país, pero sí para los de un municipio. Por otra parte, cuando nuestras PYMES sean reconocidas legalmente como tal, deberían poder negociar sus propios proyectos en un marco legal que facilite su crecimiento y desarrollo en determinados segmentos de la economía. Mientras la Zona Especial de Desarrollo (ZED) Mariel despega, podemos ir haciendo mucho con quienes no se pueden asentar ahí y están dispuestos a invertir en otros espacios geográficos y económicos.

Resulta beneficioso para Cuba poder contar con un polo de desarrollo como el Mariel, pero que no ha escapado de ser afectado por nuestras demoras: de 2015 a noviembre de 2016 se aprobaron 11 nuevos usuarios, para un total de veintidós desde que surgió la ZED, y hasta enero del 2017 habían ocho en operaciones. No obstante, estas cifras no son ni por asomo cercanas a la cantidad de empresas interesadas en invertir allí, que en diciembre de 2015 eran más de 400.

Si el ritmo de aprobación de proyectos para la ZED es como promedio once anuales, y suponiendo que esos interesados lo sigan estando, para autorizarlos a todos nos demoraremos nada más y nada menos que alrededor de 36 años.

Creo que podemos estar de acuerdo en que nos queda mucho por hacer, sobre todo porque, como tantas veces ha ocurrido, la ley no es la única ni definitiva solución; la normativa actualizada, coherente y dúctil es solo una parte de ella. En estos momentos del ahora o nunca para Cuba es crucial priorizar una inversión extranjera organizada y eficaz, pues no sería exagerado decir que el futuro del país, tal y como lo hemos soñado, va en ello.

 

Foto de portada: Ferrocarril en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.

8 thoughts on “La visión y la practica de la inversión extranjera en Cuba

  • Dice Murillo que se necesitan 2000 millones anuales de inversion extranjera que ni acaba de llegar pero estamos pagando puntualmente la cientos de millones de deuda externa a los acreedores del club de Paris. Sumando y restando creo sin temor a equivocarme que la verdadera inversion externa esta llegando de la comunidad cubana residente en el extranjero. Son alrededor de 5 mil millones anuales que los mismos cubanos enviamos y son los que mantienen a flote la economia. Cuba tuviera un crecimiento sostenido de al menos 5% anual en la proxima decada si la dictadura anticubana levantara el bloqueo interno.

  • Raudiel, todo el mundo incluido tu artículo sabe las demoras, pero nadie las soluciona ni explica las causas.Una economía con tal opacidad dificulta el control de los agentes económicos implicados en el proceso de la inversión extranjera. El problema está en la aplicación de la ley. En el comercio internacional se mide el tiempo, los gastos y el número de gestiones que debe hacer un empresario para Iniciar un negocio, hacer cumplir contratos y cerrar un negocio.
    En el nivel de medioevo en que vive la dirigencia del país, son tan incompetentes que no tú, nadie parece poder definir los tiempos, los costos, y las gestiones que hay que hacer para invertir en Cuba. Esto es el ABC del Comercio internacional. La resistencia a regular de manera transparente el proceso de inversión en Cuba del Ministerio de Comercio Exterior, el gobierno y los Militares de GAESA, mantienen un nivel de inversión lento y perverso que depende, o bien de la incompetencia del estado cubano, o de intereses espurios en quienes tienen la responsabilidad de hacerlo.Una manera superficial y risible de explicar el asunto es decir que los “cuadros no están preparados” o que existe una “mentalidad contraria”.Tu texto con las mejores intenciones, está muy desinformado sobre las trabas a la inversión extranjera en el país.

  • Mexico que es un pais con una economia de mercado gigantesca comparada con la de Cuba, y que ademas tiene un TLC con dos potencias vecinas como los USA y Canada, la inversion extranjera directa solo genera el 26% del empleo, en cambio el sector nacional de los servicios genera el 61% del empleo de su poblacion. En el importante sector de la agricultura la IED solo genera el 1% del empleo.

    Lo antetior desmonta el mito justificador de que Cuba necesita la IED para salir del hueco en que esta, cuando la causa fundamentl es el bloqueo interno impuesto por la dictadura castrista que mutila el emprendimiento privado nacional y por consiguiente el deterioro del bienestar del pueblo cubano.

  • Raul habla mucho pero en la practica en Cuba todo funcionario sabe perfectamente que no puede tomar ni la mas minima iniciativa ni decision ni hacer comentarios en lo que a negocios o dolares respecta. Los empresarios que visitan Cuba son gente con poder de decicion y con linea directa con los CFO y CEO de sus companias que pueden tomar decisiones serias en cuestion de minutos pero sus contrapartes en Cuba son unos personajes pintados en la pared que lo mas que pueden hacer es darles un paseo y decirles que si, que todo muy bonito y “vamos a ver”, que la idea es buena, que la propuesta es interesante, que tienen que analizarlo y a eso le dan largo y laaaaargo y laaaaaaaaaargo…. y por ultimo es Raul Castro quien dice si si, si no, si lo quiere ahora o despues o si los manda pal’carajo y se limpia con todos los planes y compromisos de cualquier funcionario cubano… y los empresarios del mundo actual, los que tienen el capital, no estan para perder el tiempo con esas anormalidades…

    Cuba quiere que otro meta el billete por buena gente que son los cubanos… a ver, por que justamente Cuba es quien NO tiene dinero para invertir..??? por ser buenos en los negocios..??? o por estar acostumbrados a derrochar dinero ajeno..???

  • Bobo, hay trabajos de academicos dentro y fuera de Cuba que exponen muy claramente lo importante que es la IED para Cuba. El sistema bancario cubano no tiene suficiente fondos ni reservas para grandes proyectos de inversion. Y Cuba no es Mexico.En cuanto a lo de inversionistas nacionales, partamos del supuesto que efectivamente, haya cubanos fuera y dentro de Cuba que solos o en grupo, tengan la capacidad financiera (o el acceso a lineas de credito) para invertir decenas o cientos de millones de dolares en algunos de los proyectos de la cartera de negocios. Para hacerte mas facil los supuestos, voy a ignorar hasta el hecho que un banco no norteamericano (ni australiano) me acose a preguntas ridiculas por informarle que yo, ciudadano australiano pero nacido en Cuba, voy a estar unos dias alla en una visita familiar. Tramite este hecho para que no me sorprendan con mi tarjeta Visa congelada, pues son celosos con el tema del fraude, etc. Con este parentesis y asumiendo que hay fondos, habria que empezar por ver la tasa de rentabilidad, pronostico de utilidades, tiempo de retorno de la inversion, etc y meter lapiz. Estan por supuesto, la cuestion de la infraestructura y las lineas de suministro, pues como sabes no es solo el activo fisico, sino todos los demas intangibles. Y para terminar, el tema de la dualidad monetaria que seguramente tiene a mas de un empresario extranjero con pesadillas.

  • Javier, claro que reconozco que la IED es un componente importante para desarrollo economico de cualquier pais, pero en Cuba lo venden como la estrategia mas importante para salir del hueco en que han llevado al pais y para colmo no la cumplen alegando la falacia del embargo y la tramitologia engorrosa. Puse el ejemplo de Mexico porque es posiblemente el pais de nuestra region que mas inversion extranjera recibe por su cercania y TLC con los USA y Canada y ya vez los datos del 26% de generacion de empleos de la IED frente al 61% generado por las iniciativas economicas de los mexicanos.

    Me pregunto si es sensato trazar una estrategia de crecimiento economico basado en la IED teniendo un embargo de los USA al sector estatal que como tu mismo has comprobado hasta en Australia impacta negativamente a un simple ciudadano. No crees que seria mas sensato potenciar la iniciativa privada de los cubanos como un componente estrategico para sacar al pais del hueco? Imagina por un momento que se levante el bloqueo interno y el sector privado en Cuba generara el 61% del empleo.No hay dudas que tendriamos un incremento sustancial del PIB y en la oferta de bienes y servicios a la poblacion.

  • Bobo, coincido contigo que me gustaria ver mayores oportunidades para el sector privado nacional, pero sigo viendo serias restricciones financieras. Tal vez para la esfera de los servicios, consultorias, etc seria mas sencillo pero con la fuerte descapitalizacion de la industria y la infraestructura nacional, se requieren inversiones importantes. Yo creeria que ni siquiera si las empresas estatales se pusieran a la venta (digamos que el Estado cubano retuviera el 50%) y el resto se pusiera en venta para inversionistas nacionales aka accionistas, no creo que fueran muy lejos, si siguen jugando a las reglas de la economia centralizada-planificada.

  • De acuerdo con lo que dices, se necesita una reingenieria total del pais comenzando por la Constitucion. Con solo autorizar a que los timbiriches cuentapropistas les den personalidad juridica no basta. Se necesitan leyes y seguridad juridica, se necesita que Cuba entre en el FMI pero para eso necesita transparentizar las contabilidad nacional y respetar las regulaciones del sistema financiero internacional, eliminar la falsa divisa llamada CUC que por las bolas de los Castro vale mas que el USD, liberar el comercio exterior, informatizar el pais, etc, etc, etc. Hasta que eso no ocurra solo los familiares de los cuentapropistas que viven en el exterior se arriesgaran a invertir pequeñas cantidades de capital en Cuba. Nada de lo que dije anteriormente tiene que ver con el embargo de USA, pero los dictadores se niegan mover un dedo y pasan todo el tiempo culpando a leyes internas de los USA como si no existiera el resto del mundo y otros bloques economicos regionales independientes de los USA. Cuba y su pueblo es utilizado como rehen por una elita tiranica en su adsurda guerra contra el imperio.

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