La resiliencia del periodismo incomoda a Daniel Ortega

“No nos van a arrodillar”

Periodistas y camarógrafos evitan una “carga policial” durante el allanamiento de la casa de la precandidata Cristiana Chamorro. Foto: Nayira Valenzuela

“Trabajamos con las uñas, pero sobre todo con la convicción que lo menos que los periodistas podemos hacer es mantenernos firmes con la verdad…”

By Yader Luna (Confidencial)

HAVANA TIMES – Después de jubilarse a finales de 2018, la periodista Elizabeth Romero decidió no poner fin a su oficio y optó por fundar Obrera de la Tecla, su propio medio de comunicación a los 60 años de edad. Lo hizo junto a su hijo, que se dedica a la fotografía y al diseño. Ambos, creyeron que ese sería su aporte ciudadano ante los ataques del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la prensa independiente de Nicaragua.

“Dejé en ese momento de ser asalariada, pero quería seguir haciendo periodismo, porque es mi vocación. No podía quedarme sin hacer nada, cuando muchos colegas se tuvieron que ir al exilio, otros fueron robados, amenazados y encarcelados. Así que decidimos colaborar mínimamente a llenar de alguna manera ese vacío informativo”, explica.

“Somos dos personas trabajando de forma voluntaria, no vivimos de esto, subsistimos con otros trabajos, pero apostamos con Obrera de la Tecla a informar a la ciudadanía”, detalla.

A pesar de las limitaciones físicas y económicas, trabajan de forma colaborativa con otras pequeñas plataformas que han surgido desde 2018. “Aquí lo que se necesita es informar, por eso nosotros hacemos periodismo colaborativo, porque no importa quién lo cuenta primero, sino que el mensaje llegue a más gente”, insiste.

Romero considera que, aunque el régimen intenta callar a los periodistas, siempre habrá alguien dispuesto a informar lo que pasa. “Aquí ya hubo periodismo de catacumbas, si es necesario se informará de voz en voz, en los buses, como se ha hecho en otros países donde censuran a los medios de comunicación”, detalla.

“El periodismo no está en venta”

El director de la plataforma Artículo 66, Álvaro Navarro, es uno de los más de veinte periodistas citados por el Ministerio Público para comparecer en el caso por supuesto lavado de dinero contra la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCh) y su expresidenta, Cristiana Chamorro. Para Navarro, este es un nuevo intento de “criminalizar la profesión” pero “aunque lo han intentado antes, van a volver a fracasar”.

Navarro valora la situación del periodismo nicaragüense como “crítica” porque “está en riesgo nuestra libertad, en un ambiente de muchas hostilidades y ataques” desde el aparato estatal y paraestatal de la dictadura.

“Hay una clara decisión de acallarnos y que no documentemos lo que pasa en el país (…) somos uno de los gremios más sólidos al que no han podido poner de rodillas, pero el mensaje es claro: ninguna dictadura podrá silenciarnos”, afirma.

Navarro estima que el discurso del régimen buscar promover “odio al periodismo” entre las bases que los respaldan en este año electoral, y advierte que los periodistas independientes “somos una amenaza para ellos, por eso intentarán enjuiciarnos, perseguirnos, amenazarnos e intentar obligarnos a que nos vayamos al exilio”.

Pero el fundador de Artículo 66 sostiene que continuarán informando “porque el periodismo no está en venta y no se doblega”.

Navarro apunta que los periodistas que trabajan en su medio no lo hacen solo por un salario, “sino por la convicción de hacer lo correcto” al informar a la población.

“Nuestro talón de Aquiles ha sido que no podemos pagar lo suficiente (…) debo de admitir que hemos tenido una alta rotación porque hemos servido de escuela para periodistas jóvenes a los que le salen mejores oportunidades en otros medios más grandes de los cuales nos sentimos orgullosos porque están dando la batalla por la libertad”, menciona.

PCIN declara “alerta permanente”

Michelle Polanco, integrante de la Comisión Ejecutiva de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), indica que desde inicios de 2021 emitieron una “alerta permanente” ante el incremento de ataques contra medios y periodistas en todo el país.

“Hemos denunciado una escalada de ataques, judicializaciones, asedios, robo de equipos, allanamientos y hostigamientos contra quienes siguen denunciando las violaciones de derechos humanos en Nicaragua”, menciona.

Polanco labora en Canal 10 y esta semana nuevamente fue replegada de forma violenta por policías, cuando cubría el allanamiento en la vivienda de la precandidata presidencial, Cristiana Chamorro.

“Cuando queremos dar cobertura, la Policía con lujo de violencia nos llegó a replegar, a pesar de que la mayoría éramos mujeres”, relata.

Para la integrante de PCIN, que agrupa a más de 200 periodistas dentro y fuera de Nicaragua, “a algunos todavía no les queda claro que los medios no obedecemos a ningún poder político, económico, ni religioso”.

“Podrán intentar callarnos, pero no lo van a lograr. No es solo una consigna, lo vemos a diario cuando vamos a las calles, porque es un compromiso informar al pueblo”, asegura.

 “Trabajamos con determinación”

El segundo allanamiento ilegal del estudio de grabación de los programas Esta Semana y Esta Noche, ocurrido el pasado 20 de mayo, es un fracaso del régimen porque “no nos callaron”, reitera el periodista y director de CONFIDENCIAL, Carlos Fernando Chamorro.

“Quieren callarnos otra vez, quieren cerrar por segunda vez CONFIDENCIAL, después de un asalto que ya cometieron en diciembre de 2018 y debo reiterar de que van a fracasar y están fracasando porque nunca van a callar el periodismo que nosotros estamos realizando. La Redacción de CONFIDENCIAL no está en nuestro medio confiscado y tampoco está en este lugar que ha sido allanado”, sostiene.

Allanamiento Esta Semana

Oficiales de la Policía orteguista sacan computadoras y otros equipos del estudio de grabación de Esta Semana y Esta Noche, allanados ilegalmente. Foto: Nayira Valenzuela | Confidencial

Chamorro advierte que es “imposible” encontrar explicaciones a las acciones de fuerza bruta de la dictadura “que desde un principio se han propuesto aplastar la libertad de prensa, medios de comunicación independientes, periodistas y, cada vez que los periodistas persistimos en ese desafío, el nivel de brutalidad y de irracionalidad es todavía mayor”.

“Trabajamos con las uñas, pero sobre todo con determinación, con la convicción que lo menos que los periodistas podemos hacer es mantenernos firmes con la verdad, con reportear, con ser fieles a la confianza que han depositado en nosotros nuestras fuentes. Nosotros estamos aquí por la audiencia, por la credibilidad que han depositado en nuestro periodismo y creo que también es importante reconocer la voluntad de los ciudadanos de seguir colaborando con la prensa”, detalla.

“El periodismo está unido”

A pesar de las dificultades, “no se debe perder el aliento porque las personas necesitan información de calidad”, valora Juan Carlos Duarte, director de Radio Camoapa, quien ha sufrido amenazas y hostigamiento de fanáticos del régimen.

“Lamentablemente al hacer periodismo en Nicaragua se sufre el estigma de la intolerancia por parte de los grupos de poder (…), pero es nuestra vocación y aunque expongamos nuestra tranquilidad y seguridad debemos seguir contribuyendo a una mejor sociedad”, estima.

Muestra de la madurez del periodismo independiente nacional es “el espíritu de colaboración que existe” donde “se han roto las barreras de la competencia individual y se han abierto las puertas del esfuerzo compartido de lucha por la verdad”.

El periodista Wilfredo Miranda, corresponsal de Univisión y periodista de Divergentes, señala que el periodismo ha documentado desde abril de 2018 los crímenes cometidos, violaciones, masacres, encarcelamientos y torturas. Por eso es visto como “uno de los principales enemigos del régimen”.

“Han decidido que nos quieren desarticular, en un año clave donde todavía no hay garantías de qué tipo de elección vamos a tener (…) y sé que cansa, da miedo vivir este ciclo de violencia, pero no podemos claudicar”, sostiene.

Miranda, quien estuvo un año en el exilio, explica que decidió volver asumiendo el riesgo porque sentía que debía informar desde los territorios. “Todo ha cambiado desde 2018, empezando porque comenzamos a comprender que se acabó el periodista como lobo solitario que iba a la calle solo, ahora vamos juntos por nuestra seguridad y porque nos ayuda a vencer la censura que pretenden imponer”, detalla.

“Los nicas nos ayudan a seguir”

La solidaridad de la comunidad nicaragüense en el exterior ha sido clave también para sobrevivir en el exilio y continuar informando, valora Gerall Chávez, cofundador de la plataforma Nicaragua Actual.

“Creamos este medio con la determinación de seguir denunciando lo que pasa en Nicaragua y lo que viven los miles de exiliados”, recuerda.

El medio de comunicación que lanzaron en febrero de 2019, ha tenido buena aceptación de la audiencia, pero ha subsistido sin muchos ingresos. “Nos ha ayudado la monetización de las redes sociales y el apoyo de la población que nos ha donado desde equipos, internet, hasta comida”, detalla.

“Desde que salimos del país, teníamos claro que no daríamos gusto a la dictadura que nos estaba obligando a dejar nuestras casas. Ellos se han ensañado con periodistas porque hemos sido los únicos que hemos seguido informando y no claudicaremos”, insiste Chávez.

El respaldo de la audiencia

El experto en comunicación, Guillermo Rothschuh Villanueva, apunta que el ataque al periodismo que vive el país desde 2018, cuando iniciaron las protestas sociales, “ha tendido a empeorar”.

Sin embargo, destaca que “los periodistas han decidido continuar con su labor y esto ha provocado que la ciudadanía vea que se han colocado en primera línea en la defensa de las libertades ciudadanas”.

“Por ello la población valora y tiene una estima muy alta para los periodistas no oficialistas. Se han convertido en referentes informativos, se han reinventado en nuevas plataformas digitales y han encontrado la manera de sobrevivir ante las condiciones precarias y ante la crisis”, expresa.

Rothschuh Villanueva estima que el gran defecto de la prensa oficialista “es que asume el discurso del Gobierno” y estos a su vez cometen el error “de pretender que exista unanimidad en el pensamiento de las personas”.

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