La oposición en Cuba después de Wikileaks

Por Patricia Grogg

El cine 23 y 12 en La Habana. Photo: Elio Delgado

HAVANA TIMES, 28 dic (IPS) — La disidencia interna de Cuba afronta fuertes desafíos para 2011 tras finalizar este año con una pobre evaluación de la diplomacia estadounidense en la isla, según los cables confidenciales divulgados por Wikileaks, algunos de los cuales fueron publicados en la página de Internet oficialista cubadebate.

“Es bastante duro el juicio que hace la Sina (Sección de Intereses de Estados Unidos en la capital cubana), pero cercano a la realidad. Tengo una visión bastante crítica de nosotros mismos”, admitió en declaraciones a IPS Manuel Cuesta Morúa, portavoz del opositor Arco Progresista, de corte moderado.

Sin embargo, Cuesta estimó que las aseveraciones estadounidenses hay que leerlas con los matices del caso, porque “no todos” caen en el mismo saco y la disidencia “tradicional” ha tenido “valor de resistencia a lo largo de estos años”, independientemente de su capacidad o no de ofrecer alternativas realmente serias.

En cables enviados al Departamento de Estado (cancillería), el jefe de la Sina, Jonathan Farrar, no parece menospreciar el trabajo de la disidencia interna cubana, aunque considera que tiene escasa influencia en la sociedad y en particular en la juventud cubana, por sus mensajes poco atractivos.

Los despachos también dan a entender que los opositores malgastan energías “boicoteándose” unos a otros, carecen de programas encaminados a “captar un amplio espectro de la sociedad cubana” y, aunque afirman representar a miles de ciudadanos, la Sina no dispone de evidencias de ese apoyo que dicen tener.

En otro no menos serio enjuiciamiento, los informes afirman que el principal objetivo de los líderes opositores es obtener recursos financieros y mencionan específicamente el caso de uno de ellos (cuyo nombre se omite) que presentó al consejero político de la Sina un presupuesto para pagar salarios a su agrupación.

“No hemos respondido con madurez y altura de miras a los desafíos de la sociedad cubana y nos hemos dejado atrapar por cierto infantilismo”, consideró Cuesta Morúa. En su opinión no habría que molestarse por las valoraciones de la Sina, sino aceptar que es necesario hacerse “una revisión profunda y a fondo”.

Según los cables diplomáticos, Washington debe “mirar en otros ámbitos, incluyendo dentro del propio gobierno, para identificar a los posibles sucesores del régimen”. Menciona en concreto a jóvenes desilusionados con el sistema, blogueros, músicos y artistas de la plástica que adoptan “mucho mejor” posiciones rebeldes de gran impacto popular.

Al respecto, Cuesta Morúa llamó a tener en cuenta que los blogueros “solo intentan ser la conciencia crítica de la sociedad cubana”, no se mueven en una dimensión política ni representan ni pretenden convertirse en una alternativa en ese sentido. Por supuesto,”pueden tener una posición política como cualquier ciudadano, pero eso es otra cosa”, añadió.

A pesar de las críticas y de cara al nuevo año, el líder opositor moderado consideró que para la disidencia se abre un “camino interesante, siempre y cuando haga una revisión profunda de sus posturas y opciones”. En su opinión, la posibilidad opositora de construir a mediado plazo una alternativa política pasa ante todo por elevar su capacidad de conectarse con la ciudadanía.

Fragmentada en varias decenas de pequeñas agrupaciones que las autoridades califican de “grupúsculos” pagados por Washington, la oposición elevó su notoriedad internacional luego del fallecimiento el 23 de febrero de Orlando Zapata, un recluso que se mantuvo más de 80 días sin ingerir alimentos, para, entre otras demandas, que se le reconociera como preso de conciencia.

El deceso de Zapata fue seguido de la muy publicitada huelga de hambre del sicólogo y periodista Guillermo Fariñas en la central ciudad de Santa Clara, en reclamo de la libertad de los presos por causas políticas. El hombre terminó su ayuno el 8 de julio y el 21 de octubre fue galardonado con el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia.

Ese galardón fue el tercero que en siete años concede el Parlamento Europeo a disidentes cubanos. En 2002 recayó en Oswaldo Payá, del Movimiento Cristiano de Liberación, y en 2005, en las Damas de Blanco, grupo de esposas y familiares de 75 opositores encarcelados en 2003.

La premiación reavivó la celebridad mediática de Fariñas, protagonista de 23 huelgas de hambre en sus 48 años de vida, aunque no obtuvo el visado de salida para viajar a Estraburgo (Francia) a recibir personalmente, el 15 de diciembre, su distinción, dotada con 50.000 euros (casi 70.000 dólares).

Las Damas de Blanco se mantuvieron activas todo el año en el reclamo de libertad para sus parientes. Gestiones de la Iglesia Católica en diálogo directo con el presidente de Cuba, Raúl Castro, desembocaron en la excarcelación de la mayoría de “los 75”, salvo 11 que se niegan a abandonar el país tras ser liberados.

En este proceso de excarcelaciones recobraron además su libertad 15 reclusos que purgaban distintas penas por acciones violentas y son considerados también políticos, aunque no integran el grupo de los 75 disidentes condenados bajo cargo de conspirar con Washington con fines subversivos.