La Marca, un espacio alternativo de resistencia cultural

Por Alexander Hall Lujardo (El Toque)

HAVANA TIMES – El centro de tatuajes La Marca es uno de los espacios culturales de imprescindible referencia a la altura de la tercera década del siglo XXI. Fue inaugurado en enero de 2015 por un grupo de amigos y se encuentra enclavado en La Habana Vieja. El carácter privado del recinto no ha sido una limitante para desarrollar un amplio programa de actividades con significativo impacto social. En él confluyen decenas de exponentes en las más diversas esferas del arte.

Con un cronograma de funcionamiento alejado de todo esquema, establece un quiebre con las formas tradicionales del emprendimiento, signado por los intereses de acumulación y reproducción de la ganancia. En La Marca, cineastas, artistas plásticos, poetas, narradores, músicos y conferencistas han expuesto, sin censuras, el resultado de sus trabajos creativos e investigativos, en un contexto en el que solamente prima el deseo de disfrutar el alcance social y la validez artística de sus obras. Todo ello resulta posible, además, por las facilidades de acceso que brinda la entrada libre de costo a todas las actividades.

Su singularidad radica en ser reducto para el talento de aquellos creadores situados al margen de los sitios hegemónicos de promoción artística; ya sea regidos por los cánones verticalista/centralizados que dictamina la legitimación de la institucionalidad estatal o por las clasificaciones arbitrarias que establecen los especialistas mediante las normas curatoriales académicas. En tal sentido, las propuestas expositivas de las galerías independientes, ubicadas en la capital cubana, suelen corresponderse con una visión clasista, ilustrada y meritocrática de la cultura. De este modo, establecen patrones foráneos de consumo y apreciación que se alejan de los intereses de las comunidades donde están ubicadas, a la vez que establecen una barrera económica con los habitantes del ámbito barrial.

Dichos reductos se han convertido en sitios que restringen el acceso para el deleite a manifestaciones populares dada su concepción de élite signadas por patrones de consumo y apreciación anglo/eurocéntricos. De esta forma, contribuyen a la solidificación de un tejido que pulveriza las formas amplias de interacción sociales, mediante la implementación de nuevos códigos de validación jerárquico-gremio-sectoriales.

Arte, divulgación investigativa y saber científico

La flexibilidad que define la política de La Marca propicia que se desarrollen charlas instructivas sobre temáticas variadas. Así, se incluyen desde la necesidad de promover las ideas cooperativas para construir una sociedad más justa sobre la base de la equidad y el bienestar colectivo en la organización social del trabajo, hasta la importancia de la autonomía progresiva y la responsabilidad parental en las primeras infancias (términos que fueron objeto de diversas campañas de desinformación en los debates previos al referendo del Código de las Familias en 2022). También se facilitaron debates en torno a la complicidad de los feminismos coloniales marcados por una agenda transexcluyente, propiciados por la activista negra e intelectual transfeminista-descolonial Mel Herrera; sin obviar los intercambios teóricos promovidos por el economista político Miguel Alejandro Hayes en su reconocido espacio Trinchera Abierta.

De igual modo, se convirtió en sede para conferencias sobre Socialismo y República en Cuba, impartidas por el intelectual Julio César Guanche. La labor científico-divulgativa continúa con el compromiso social en la realización de conversatorios sobre tradición anarquista y descolonización de los saberes que propicia el historiador militante Mario Castillo Santana. Asimismo, la narradora Margarita Mateo Palmer escogió dicho sitio para la presentación de su anhelado título Ella escribía poscrítica (Ediciones Holguín, 2019).

También fue recibida la proyección del cortometraje Un tipo como tú (2022) de la realizadora trans Ava González Formet, que ofrece visibilidad a zonas escasamente abordadas de la comunidad LGBTIQ+. El director Yasmani Castro Caballero exhibió allí su producción Gente de campo del mismo año, enfocada en el abordaje de las disidencias sexuales y de género en los ámbitos rurales.

La Marca aglutina también las voluntades ecologistas de actores que abogan por un entorno más armónico y sustentable, combinado con una conciencia cívica que defiende valores alternativos ante las lógicas hipercapitalistas de producción y consumo. De igual modo, el activismo comunitario y su incidencia en las infancias ocupan un lugar esencial en su agenda. Su enfoque en la enseñanza de técnicas visuales, exposiciones de arte, talleres artesanales y educación ecológica propicia una formación más integral desde las primeras edades.

Rap contestatario y música alternativa en la casa

A finales de 2022, el rapero René Díaz (Elokuente) promovió la idea de establecer en La Marca una peña mensual de hip-hop. Así, la audiencia accedería al género, históricamente marginado por las instituciones reguladoras de la música en la isla, debido a su carácter desafiante al expresar el crudo sentir de los sectores empobrecidos por el orden económico-social.

Con anterioridad el centro había abierto las puertas a exponentes conocidos, Kamankola, Lxs Krudxs y Elokuente. Pero en esta nueva etapa se produjo una excelente sinergia de intérpretes jóvenes —Milton McDonald, EIDI, Neto RAP, Isla Escarlata, Dekano, Frank Mitchel y Briana Weapons— en combinación con figuras reconocidas del escenario alternativo contemporáneo —Etian Brebaje Man, Navy Pro, Sekou—; lo cual permitió la transmisión de un mensaje transformador sobre realidades desgarradoras.

La Marca engalana con el sentir disruptivo de sus propuestas para facilitar el acceso al deleite y el aprendizaje profundo de las distintas facetas que componen las complejidades de la existencia en el escenario social cubano. De este modo, se ha convertido en uno de los paradigmas ineludibles de la resistencia cultural para aquellos actores relegados frente a los límites del proyecto nacional al que aspiran sus representantes políticos.

El espacio quiebra los marcos rígidos del negocio privado, al ofrecer una demostración de lo que es capaz de lograr el asociacionismo consciente y comprometido con la formación de valores sociales; en tanto se consolida como sitio expansivo del talento hacia las necesidades de quienes sostienen la estructura excluyente de funcionamiento sistémico.

De sus encomiables resultados solo es posible desear en indetenible afán de regocijo humanista que sus energías liberadoras sigan inspirando a nuevas generaciones.

Lea más desde Cuba aquí en Havana Times