By Irina Echarry, Photos: Caridad
HAVANA TIMES, 5 de Enero — El agua ha sido siempre inspiradora del arte. La que limpia o purifica los males del mundo en leyendas o canciones populares.
Sin embargo, en Ciudad de la Habana, aunque no siempre es tan cristalina como quisiéramos, el agua de desplaza por calles, parques o jardines, formando charcos, y muy pocos reparamos en ellos.
Gotas que salen de una tubería descompuesta; burbujas malolientes que brotan de la fosa sin tapa; o, simplemente, lluvia acumulada en los baches de las calles.
Los charcos también son fuente creativa ante la mirada acucioso de la fotógrafa. Flores que nadan por encima de cualquier mugre, pies de niños que salpican alegría, plantas que nacen en lugares inesperados.
De todo encuentra la fotógrafa con solo mirar detenidamente los charcos de su ciudad. Buen ejercicio para el alma: hallar belleza en lo sucio.
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