La gira de Raul Castro a China y Vietnam

Fernando Ravsberg*

Empresas chinas trabajan en la extracción de petróleo en tierra mientras los vietnamitas lo buscan en las aguas cubanas. Foto: Raquel Pérez

HAVANA TIMES — El Presidente Raúl Castro viajó muy lejos para encontrarse con sus aliados ideológicos más cercanos. Al igual que Cuba, China y Vietnam son sobrevivientes del naufragio del “socialismo real”, pero estos dos últimos ya dejaron los botes salvavidas y navegan en barcos propios.

A pesar de los lazos económicos con Venezuela y de la proximidad política con Chávez, Cuba busca su modelo socialista en Asia. Hablan de “ajustes” evitando usar la palabra “reforma”, pero avanzan lentamente en la misma dirección que sus socios vietnamitas.

Nadie sabe exactamente cuáles serán los temas que tratará el General-Presidente con sus colegas asiáticos. Difícilmente se filtrará algo pero entre los principales intereses cubanos está encontrar un modelo que les permita dejar atrás la fase de sobrevivencia.

El viaje del Presidente Raúl Castro es parte de un intenso flujo de contactos entre las tres naciones. Fue precedido por la visita de líderes vietnamitas, del vicepresidente Xi Jinping -futuro máximo dirigente chino- y del artífice de las reformas cubanas, Marino Murillo.

La exploración

La información oficial sobre el viaje ocupa apenas dos párrafos del periódico oficial, solo se comunica que visitará China y Vietnam y que lo acompañan Ricardo Cabrisas, vicepresidente del Consejo de Ministros, y el canciller Bruno Rodríguez.

Semejante economía de palabras mantiene a la gente al margen del viaje. Sin embargo, la mayoría de los cubanos especulan en la misma dirección, “busca una visión de cómo implantar la economía de mercado en Cuba”, nos dice Deyanira Rodríguez.

Abelardo Mena, curador del museo de Bellas Artes, aseguró a BBC Mundo que no sabe qué temas tocará el Presidente en Asia pero cree que “puede tratarse de una misión exploratoria para analizar de primera mano la posible aplicación en Cuba del modelo de esos países”.

La presencia china

Tanto China como Vietnam forman parte del salvavidas cubano, Beijing es el segundo socio comercial de Cuba con U$D 1900 millones. Mientras los vietnamitas buscan petróleo en aguas cubanas y son su principal proveedor de arroz, esencial para la dieta nacional.

Raúl Castro pudo campear la crisis de transporte gracias a la compra de cientos de buses, automóviles y locomotoras chinos. Foto: Raquel Pérez

El transporte en Cuba funciona mayoritariamente con buses, automóviles y locomotoras chinos. También vienen de ese país los refrigeradores de bajo consumo y el resto de los millones de electrodomésticos que se repartieron a todas las familias cubanas.

Sin embargo, a pesar de la identificación ideológica las relaciones bilaterales no son como las que existían con la Unión Soviética. Beijing apoya a Cuba pero a la vez protege sus créditos garantizándolos con parte de las reservas de níquel cubano.

Las buenas relaciones de Cuba con América Latina la convierten en un puente ideal para invertir en una región no afectada por la crisis mundial. De hecho un “ejercito” de jóvenes se entrena ya en la isla, miles de chinos estudian castellano en las afueras de La Habana.

Un viejo amigo

Con Vietnam las relaciones datan desde la guerra contra la invasión de EEUU, son mucho más estrechas y tienen un fuerte carácter ideológico. Cuba apoyó moral y prácticamente a los guerrilleros vietnamitas y también en la reconstrucción.

En plena guerra Fidel Castro visitó los territorios liberados del sur y Cuba mantuvo en la zona a un embajador. Brigadas de médicos cubanos atendían a los heridos en Hanói, mientras obreros e ingenieros colaboraban en la construcción de carreteras secretas.

Tras el fin de la guerra, La Habana envió cientos de técnicos, entre otros a asesorar en el cultivo del pez tilapia y del café. Paradójicamente hoy Vietnam exporta U$D 2000 millones en tilapias y también vende café, mientras cuba tiene que importarlo, según explicó el propio Raúl Castro.

Pero los vietnamitas no fueron desagradecidos, son el primer vendedor de arroz de Cuba y más de una vez han enviado barcos enteros gratuitamente. Buscan petróleo en aguas del Caribe y sus técnicos agrícolas asesoran a los campesinos cubanos.

Los contactos entre empresas chinas y cubanas se multiplican cada año gracias al respaldo crediticio que recibe Raúl Castro de Beijing. Foto: Raquel Pérez

La mirada cubana

Más que en el Socialismo del Siglo XXI proclamado por el presidente venezolano Hugo Chávez, Cuba busca su modelo en Asia. Varias delegaciones de economistas y empresarios cubanos fueron enviadas a China y Vietnam para estudiar sus realidades socioeconómicas.

La mayoría de los especialistas cubanos coinciden en que Vietnam es mucho más cercano a Cuba que China, teniendo en cuenta la superficie del país, el número de habitantes, las características sociales, la estructura política y el conflicto con EEUU.

La amistad e identificación ideológica no ha sido un obstáculo para que cada líder vietnamita con el que se encuentran les recuerde a los cubanos que si realmente quieren impulsar las reformas lo primero y más importante es cambiar de mentalidad.

Para llevar adelante una “Doi Moi” (renovación) como la que hizo despegar a Vietnam las autoridades cubanas necesitarían dar pasos mucho más decididos para romper definitivamente con un modelo que ya demostró su ineficiencia económica.
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*Publicado en Cartasdesdecuba.com