La culpable no es la malanga

agro progreso

por Aurelio Pedroso  (Progreso Semanal)

Fotos: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).

HAVANA TIMES — Un debate en el Parlamento a finales del pasado año acerca de un tema tan sensible y de importancia estratégica para el país como lo son la alimentación y el elevado coste de las facturas agropecuarias para el ciudadano de a pie, provocó un parcial desabastecimiento en toda la Isla que aún hoy se hace presente.

Un equipo de Progreso Semanal y sus colaboradores en provincia se dieron a la tarea de intentar acercarse al estado y situación de esta problemática y sus verdaderos motivos, así como aportar nuestras modestas sugerencias a una situación que, luego de varios años, permanece sin una solución definitiva y de complacencia popular.

La inquietud de una diputada y las posteriores intervenciones del presidente Raúl Castro y Marino Murillo, ministro de Economía y Planificación, fueron retrasmitidas por televisión a toda la nación.

Y, al parecer, los primeros en tomar nota del disgusto presidencial fueron quienes compran al por mayor y deben suministrar a los mercados agropecuarios que no están bajo la jurisdicción de oferta y demanda que, dicho sea de paso, continúan con múltiples ofertas y a precios como el de ocho pesos la libra de fruta bomba y a 13 la de malanga por citar sólo dos ejemplos. Sitios vedados para una inmensa cantidad de trabajadores y  jubilados imposibilitados de tales compras.

Temían estos compradores, émulos de aquellos que en la bolsa decidían si comprar o no, invertir en un cargamento de lo que fuera y que más tarde el gobierno fijase bajos precios con la consiguiente pérdida monetaria. Una decisión que según algunos especialistas no sería recomendable.

Fue ese el razonamiento espontáneo a varios niveles de esta estructura que comienza en las fincas y termina en el hogar familiar. Dígase el último nivel de la cadena y que cada día amanece en la puerta de la casa voceando sus novedades: el carretillero. Y de ahí hacia arriba los grandes almacenes recolectores formados en cooperativas como el conocido por El Trigal, en las afueras de la capital.

Algo en verdad sucedió. Si durante los festejos navideños y por fin de año, la oferta fue pobre, a partir del ya mencionado debate aumentó el nivel de desolación en las tarimas y hasta no pocos carretilleros desaparecieron de escena.

Deben destacarse los mercados en los que el suministrador no es otro que el Ejército con sus efectivos pertenecientes al Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), muy socorridos por la población por disponer de bajos precios aunque no por la variedad de la oferta. En plena crisis, el EJT llevó a su mercado de 17 y K, en El Vedado, zanahorias y tomates tan baratos por libra, que a duras penas permanecieron par de horas en los estantes. Quienes llegaron tarde al convite, tenían una sola opción: plátanos.

Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).

 

Vámonos a Santiago de Cuba, Las Tunas, Guantánamo y Sancti Spiritus

Los reportes de nuestros colaboradores en esas provincias son menos dramáticos. Las “réplicas” de lo ocurrido en La Habana no se han sentido en el oriente de la Isla. Aun así, el denominador común para todo el país siguen siendo los altos precios, inalcanzables para muchos bolsillos, y la problemática del camino que toman los productos agropecuarios es la misma.

Desde Guantánamo conocemos en palabras de la periodista Lilibeth Alfonso que “normales los precios para los últimos meses y los mercados abastecidos como siempre”.

Más caros los frijoles, a 25 pesos la libra, mientras que los garbanzos oscilan entre 20 y 25. La malanga, en cambio, “poca y mala” a 8 pesos. Como en el Valle están en plena zafra tomatera, se consigue entre 5 y 10 pesos.

Nuestro colega Itsván Ojeda, desde Las Tunas,  nos amplía el panorama y ofrece más elementos con entrevistas a varios implicados. Nos refiere él en una entrevista realizada:

“Escuché a Raúl (Castro) hablar de los precios. Pero los intermediarios no se están enriqueciendo tanto como creen, al menos los de aquí”, opina Rolando, quien integra la infraestructura de cuentapropistas de servicios de comida y café para los vendedores de “El Ferrocarril”. “Cada uno le sube uno o dos pesos a lo que compra, lo que pasa es que son muchos desde el campo hasta el mostrador. Por eso el precio varía tanto”.

Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).

Por su parte, desde Santiago de Cuba el colega Carlos Melián cuenta su conversación con uno de los trabajadores del mercado agropecuario de la Placita –cerca de la Alameda: “Dice sin exaltarse que esto de topar los precios es insostenible. La cosa es –me explicó– que son los intermediarios los que dejan de armar camiones. Santiago de Cuba no tiene una base productiva, los camiones son traídos y armados por privados de otras provincias, Guantánamo, Holguín, Ciego de Ávila, y a estos cuando no se les compra se van y no regresan hasta que se calme todo”.

También de Sancti Spíritus nos llega el eco de la escasez, “pero por razones diferentes”, según las indagaciones de la periodista Gisselle Morales. Este año, a diferencia de otros anteriores, no escaseó el ajo, sino los vegetales. Además -explica-, los productores y los primeros intermediarios prefieren llevar los productos hacia La Habana, “mucho más ahora que hasta por el noticiero salió que en allí no hay jama”, cita textualmente.

Mírese como se mire, el problema es más que serio, con implicaciones inimaginables de cara al consumidor y compete al Gobierno y su correspondiente ministerio, el de Agricultura y no Salud Pública, la solución definitiva.

Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).

Entretanto, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), para nada ajena a estas contrariedades de la agricultura, en voz de su Buró Nacional acaba de realizar un llamamiento en el que convoca a “promover entre los asociados la necesidad de incrementar las producciones agropecuarias y aglutinar voluntades para influir en tan importante misión”.

Convocan también a los organismos de dirección para que contribuyan “a que se ejerza una correcta comercialización con las entidades estatales para que todo lo que se produzca llegue a los destinos priorizados con precios justos”.

Lo cierto es que esta situación, que insulta a los  bolsillos de la mayoría de la población originando disgustos serios no debe continuar. Sin embargo, lo atinado no debería consistir en una respuesta coyuntural, un movimiento táctico –a menudo estas actuaciones permanecen durante años convirtiendo táctica en estrategia. La solución, a mi juicio, debe abordarse desde la perspectiva sistémica. ¿Acaso la agricultura no lo es?

Parafraseando ese dicho popular de que las culpas siempre las carga el totí, habría que finalizar asegurando al menos con una verdad incuestionable: la culpable no es la malanga.

(*) Colaboraron en este trabajo Lilibeth Alfonso, István Ojeda, Carlos Melián y Gisselle Morales.

Fotos: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).

4 thoughts on “La culpable no es la malanga

  • Yo no se que buscan estos “investigadores de Nuevo tipo”.La Agricultura cubana,incluyendo a los guajiros de todas las clases :propietarios,braceros,colonos y precaristas,con sus cultivos incluidos fue destruida por la “revolucion salvadora” y el Iluminado,tomo la presidencia del INRA…ja,ja.ahora hay que construilo todo…si devolvieran las tierras a los duenos,incluso a los “nuevos duenos” de la I reforma agrarian y dejaran que produjeran y se organizara el Mercado,todo se arreglaria en 10 0 12 anos.El Gobierno solo “regularia” los desajuses evidentes ,aplicando politicas correctoras normales,nada de “Griteria reindivicativas Historicas” que solo conducen,como esta demostrado a que se acabe la Malanga y la harina…

  • Una vez más se quedan en la superficie para abordar el serio problema estructural de la seguridad alimentaria en Cuba, uno más de una gama que hacen a Cuba un país invivible. Preguntó al autor:

    1. Existe algún programa estatal para el fomento agropecuario en Cuba, además de entregar tierras en usufructo? Cuantos millones de USD se destinan a darles facilidades de adquisición de tractores, sistemas de riego, camiones, combustibles, insumos agrícolas a los campesinos?
    2. La agricultura necesita mano de obra y todo el mundo sabe el despoblamiento de zonas rurales en Cuba. Existe algún programa para facilitar la construccion de viviendas y mejora de la infraestructura rural?
    3. Se sabe que el 80% de la producción agropecuaria destinada al pueblo la produce el sector privado y cooperativo y que este sector tiene a su cargo sólo el 30% de las tierras cultivables. El otro 70% esta en manos de empresas estatales y los para estatales UBPC. En este 70% de tierras abunda el cultivo de marabú que es un indicador natural de abandonó total de la producción.
    4. Cuba gasta más de 2 mil millones de USD en importar alimentos que buena parte se puede producir en Cuba: arroz, granos, leche, frutas, carnes. Estas importaciones y sus divisas están en manos de funcionarios estatales que se sabe son puestos a dedo por la cúpula dirigente. Se sabe que estas millonarias compras generan comisiones que van a los bolsillos y cuentas en paraísos fiscales. Por que no se destina una fracción de este gasto permanente a financiar a nuestros campesinos más eficientes en producción de alimentos?
    5. A pesar de todo el desastre de la seguridad alimentaria en Cuba los precios de los alimentos están en el rango más bajo de los precios en tarima de países de Latinoamérica incluso algunos reconocidos productores agropecuarios y hasta agro exportadores. Esos mercados si son de oferta y demanda, lo cual dice que los costos de producción y margen de ganancia de Cuba son similares a el resto de paises. Nadie en el mundo puede costear la canasta básica alimentaria con 24 USD de salario medio. Nadie. Ecuador del socialismo del siglo 21 y gran productor de alimentos entrega 50 USD mensual a las familias en extrema pobreza para que no mueran de hambre. Señores 50 usd que el doble del salario medio en Cuba.

    Hasta que el gobierno totalitario cubano no se dedique ha trabajar en serio en sus competencias de hacer política pública en vez de estar queriendo dedicarse a la gerencia empresarial, seguirán sin resolverse no sólo la alimentación sino también la vivienda, el transporte, los servicios básicos como agua potable, recogida de basura, comunicaciones, arreglo de vias, seguridad pública.

  • Solo en los paises ex socialistas donde la educacion tecnica y superior se iso masiva creando tecnicos, ingenieros, medicos como de pasta de diente se trata se llega a esta debacle en Cuba hoy, campesinos “puros” no existen nadie quiere trabajar el campo por la sencilla razon de que lo harian como antes del 59 y hoy, muchos “campesinos” trabajan con lo mejor de la tecnologia ademas se unen en cooperativas que les de ganancias tienen muchas comodidades en lo personal, quienes estan “cultivando” en Cuba esta a mil años de cualquiera de esos guajiros. No comparen con Africa, latinoamerica….no..no..no..el comandeante nos enseño que solo nos comparamos con los mejores y si no somos los “mejores”

  • Coincido con el Bobo de Abela. Muy superficial el análisis de este post que sólo se reduce a decir: sí, es cierto hay desabastecimiento y ha habido desabastecimiento. Oiga tremenda noticia!
    Eso se llama “darle la vuelta a la noria”.

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