La bancarización en Cuba tambalea, pero no desisten
Un bodeguero denuncia presiones de Comercio para que los clientes hagan al menos cuatro operaciones telemáticas al día
HAVANA TIMES – Ha pasado un mes y medio desde que entró en vigor el decreto de medidas para fomentar la bancarización y la calle no ha cambiado de opinión: «Yo no entiendo este proceso. Para el que cobra poco, no es efectivo», cuenta Luis, un jubilado, al oficialista Cubadebate, que examina en un reportaje publicado este miércoles la opinión de los habaneros y constata que la población está lejos de adaptarse a la nueva situación promovida por el Gobierno.
«La economía cubana no dispone actualmente de todos los recursos para tener en funcionamiento la cantidad de efectivo que la población demanda», admite el texto en sus últimas líneas. «Por ello, entre los beneficios de la bancarización, se espera la disminución gradual de la circulación de dinero en efectivo, muy costosa por su impresión, transportación y manipulación».
Ese es el fin, pero la experiencia está demostrando chocar con la realidad cubana en un aspecto que ya advertían incluso muchos afines al Gobierno. El sector privado no logra operar sin efectivo, y así lo reconoce el medio oficialista. «Hoy mismo tengo que invertir alrededor de 50.000 pesos en refrescos, pero mi proveedor no acepta transferencia, porque pasa mucho trabajo después para sacar el dinero en efectivo y comprar la divisa que necesita», explica Raúl León, administrador de una cafetería en Habana del Este, que no tiene problemas para cobrar a los clientes de forma telemática, pero no puede reabastecerse en ausencia de billetes.
El medio admite, además, que quienes importan se ven empujados a comprar divisas en el mercado negro «por las pocas opciones que se presentan para adquirirlas legalmente»
El medio admite, además, que quienes importan se ven empujados a comprar divisas en el mercado negro «por las pocas opciones que se presentan para adquirirlas legalmente», lo que, unido a la limitación de extracciones que rige para los «actores económicos» –5.000 pesos por operación– resulta en una pescadilla que se muerde la cola: los empresarios no quieren depositar efectivo en el banco para poder comprar dólares, lo que disminuye la cantidad en circulación para el país.
Cubadebate ha consultado casos individuales que ponen cara a las resistencias más cotidianas de los ciudadanos hacia la bancarización. Está Luis, el jubilado que abre el texto, que madruga para recoger varios cajeros en busca de sus 1.500 pesos de pensión y necesita ayuda de alguien para realizar una extracción. También Gladys, que pasó dos días haciendo cola para reunir el dinero necesario para pagar un frigorífico en el mercado informal porque los cajeros no disponen de billetes suficientes. Y Carlos, que perdió una tarde de trabajo por los problemas para sacar dinero en un cajero que se rompía tantas veces como lo arreglaban.
Según las autoridades, el 70% de los establecimientos de comercio interior del país disponen ya de métodos de pago electrónico, pero no en todas ocurre. Cubadebate visitó una bodega en el municipio habanero de Playa en la que solo se puede pagar en efectivo, mientras que en un supermercado en Cubanacán solo se ha realizado una operación a través del banco en todo este tiempo.
«La mayoría de nuestros clientes son adultos mayores. Muchos no tienen teléfono o se sienten incómodos realizando el pago electrónico, porque están adaptados al efectivo. Les hemos hablado de los beneficios que pueden obtener comprando por código QR, como el 6% de bonificación. Ellos se pueden ahorrar algo de dinero y nosotros evitaríamos ir al banco con mucho efectivo. Pero, lamentablemente, a la mayoría no le interesa», explica el administrador.
Además, el funcionario revela que la dirección de Comercio está exigiendo entre cuatro y cinco operaciones de comercio electrónico al día, cuando las autoridades hicieron especial hincapié en todas sus comparecencias públicas en que había que disponer y promover el pago telemático, pero el cliente era libre de hacer uso. «Veo mal que me quieran cuestionar algo que no está en mis manos», protesta.
Sí será obligatorio, desde finales de octubre, el pago con tarjeta en las gasolineras, pero el 100% de los clientes preguntados por ‘Cubadebate’ dijo que pensaban pagar en efectivo
Sí será obligatorio, desde finales de octubre, el pago con tarjeta en las gasolineras, pero se ve difícil lograrlo. Cubadebate visitó una de ellas, ubicada en Playa, y el 100% de los clientes preguntados dijeron que pensaban pagar en efectivo.
El medio oficial parece, también, sorprenderse a la vista de uno de los inconvenientes más señalados por la prensa independiente y la población: la falta de conectividad que impide concluir las operaciones a través de terminales de punto de venta. Para ilustrarlo, recoge el comentario de uno de sus propios lectores denunciando haber comprado un teléfono con tarjeta cuyo importe aparecía descontado de su cuenta, mientras que la vendedora le exigía el pago en efectivo porque no se había completado la transacción.
El medio insiste en que, aun con todos los problemas que se ha topado en la calle –a pesar de hacerlo en La Habana, la provincia más al día en nuevas tecnologías–, el proceso de bancarización es necesario para paliar la escasez de efectivo y disminuir el mercado negro. Además, la sociedad va en ese sentido y la transformación digital se acabará imponiendo tarde o temprano, afirman.
Pero la opinión de Raúl León, el propietario de la cafetería que carece de efectivo para desarrollar adecuadamente su negocio, resume bien la situación de los privados. «Es un proceso cómodo y efectivo para las personas que logren adaptarse a la evolución tecnológica que implica», señala, y subraya los problemas para pagar a sus proveedores: «A mi juicio, este es el principal problema de la bancarización». Un grave problema en un país en el que el Estado carece de la oferta necesaria para algo tan básico como alimentar a la población.