Japón ofrece créditos y dona equipos médicos a Cuba

Por Pilar Montes

El canciller japonés Fumio  Kishida en Cuba.  Foto: radioreloj.cu
El canciller japonés Fumio Kishida en Cuba. Foto: radioreloj.cu

HAVANA TIMES — La visita del canciller japonés Fumio Kishida a Cuba concluyó hoy con beneficios para ambas partes: reapertura de créditos y donación de equipos médicos para las empresas estatales de la isla y mercado abierto para inversionistas y empresas industriales niponas.

Una última actividad en el programa de Kishida fue algo que a pocos funcionarios extranjeros les es concedida: una visita al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro.

Con anterioridad, sostuvo conversaciones para precisar proyectos de interés japonés con el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas.

La veintena de empresas representadas en la misión encabezada por el presidente de la Conferencia Económica Japón-Cuba, Tomoyoshi Kondo, conocieron el sábado que la deuda cubana a corto plazo con entidades niponas fue saldada, mientras las obligaciones a mediano y largo plazo están siendo renegociadas en el Club de París, que reúne a los principales acreedores.

En el Foro de Negocios resaltaron las presentaciones del vicepresidente del grupo empresarial cubano BioCubaFarma, José Luis Fernández Yero y del sector de energías renovables, a cargo de Rosell Guerra, director de Energía del Ministerio de Energía y Minas.

Sobran fórmulas y falta capacidad productiva

BioCubaFarma, grupo de reciente integración, no sólo produce medicamentos y equipos médicos, sino también procesos tecnológicos, estrategias de comercialización en este sector.

Luis Fernández informó que “el grupo está formado por 32 empresas, 78 instalaciones productivas y 21,700 trabajadores, en su mayoría graduados universitarios. Su objetivo: lograr productos y estrategias que logren impactar en la salud.”

“La primera aplicación de nuestros productos se puede verificar en Cuba, dijo. De los 888 medicamentos básicos, la industria nacional produce 592,” precisó,

“Además, añadió el representante de BioCubaFarma, se elaboran 1099 productos que no están en el cuadro básico, de compuestos naturales usados en la medicina homeopática.”

Por otra parte, Fernández Yero se refirió a uno de los cuadros de honor de la ciencia cubana, las vacunas contra la Hepatitis B y la Meningitis Meningocóccica, así como programas completos para la detección temprana de enfermedades.

“También se han elaborado vacunas contra varios tipos de cáncer, incluso para pacientes en estado avanzado de la enfermedad, como la de cáncer de pulmón, cérvicouterino, de próstata, colon y cabeza-cuello, entre otros.”

“Los productos elaborados se clasifican como biosimilares –que cuentan con formulaciones semejantes en el mercado mundial- y los innovadores como el Heberprot-P cuya eficacia comprobada evita el 70 por ciento de las amputaciones de pie diabético.”

En la actualidad, “BioCubaFarma tiene fábricas en Brasil, China, la India, Irán, Sudáfrica, Argelia y Venezuela, pero ahora busca inversiones foráneas para expandir sus capacidades productivas en Cuba”, explicó el funcionario.

En este empeño, el vicepresidente del grupo empresarial dijo que están promoviendo 13 proyectos de inversión, algunos situados en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel.

Precisó que “el grupo tiene un acuerdo de cooperación con la Daiichi-Sankyo de Japón para el tratamiento de cáncer gástrico avanzado, logrando una supervivencia de 11.93 meses.”

“Con la empresa Dalmer hay un acuerdo de producir proteínas recombinantes con una capacidad de 10 kilogramos por año para la producción de medicamentos biológicos orales”, añadió el ejecutivo.

Otro proyecto es la construcción de un complejo de producción farmacéutica de sólidos orales, cuya demanda ya existe en América Latina.

Por último, el vicepresidente de BioCubaFarma describió un proyecto de inversión para la fabricación de 47 productos genéticos inyectables desarrollados por el grupo y necesitan la creación de capacidades de producción.

Urge cambio en la matriz energética

La política de desarrollo de Cuba sentó como prioridad en el período 2015-2030, el cambio de la matriz energética del país.

El 97 por ciento de la matriz energética de Cuba depende de los combustibles fósiles y el país está urgido de incrementar el uso de las energías renovables y reducir la dependencia del petróleo y el gas, afirmó Rosell Guerra, director de Energía del Ministerio de Energía y Minas.

“En la actualidad, la isla cuenta con 4 parques de energía eólica (viento) y se requieren 13 parques eólicos con una generación de 633 MW,” expresó Guerra.

La fuente bioeléctrica es la solución para la industria azucarera del país, apuntó el funcionario.” Para esto se abre a la inversión extranjera la construcción de 19 plantas con calderas que conviertan el bagazo en 755 MW de energía eléctrica.”

La energía solar fotovoltáica debe generar 700 MW, en tanto se requieren 74 pequeñas centrales hidroeléctricas, además de las 142 de 4 MW de generación actualmente en funcionamiento.

“La biomasa, a partir de residuos forestales y agrícolas genera electricidad actualmente en cuatro instalaciones, pero hay un millón de hectáreas de marabú en el país que espera ser utilizada para producir electricidad”, reveló Guerra.

“En total, los proyectos de inversión deben crear capacidades generadoras por dos mil 100 MW, que representa una inversión de tres mil 700 millones de dólares”, afirmó Guerra a los empresarios japoneses.