Informe alerta sobre la corrupción en Nicaragua
Análisis mundial de Transparencia Internacional sobre 180 países
Índice de Percepción de la Corrupción 2023 ubica a la dictadura nicaragüense en el puesto 172, entre 180 países evaluados
HAVANA TIMES – Nicaragua es uno de los nueve países más corruptos del mundo, según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2023 presentado este martes por Transparencia Internacional (TI). Además es el país más corrupto de Centroamérica y el segundo del continente americano junto con Haití.
Según el IPC en el sector público, con una escala desde cero (muy corrupto) hasta 100 (muy baja corrupción), Nicaragua obtuvo 17 puntos, al igual que Corea del Norte, Guinea Ecuatorial y Haití.
El país solo es superado en percepción de corrupción por Yemen (16 puntos), Venezuela, Siria y Sudán del Sur, con 13 puntos cada uno; y Somalia con 11 puntos.
«Venezuela, Haití y Nicaragua presentan los puntajes más bajos, con un contexto de impunidad generalizada y ausencia total de independencia del Poder Judicial», señaló la oenegé con sede en Berlín.
En Venezuela y Nicaragua, los países que al igual que en años anteriores peor puntuación obtienen, «estamos hablando de dictaduras», donde no existe ningún tipo de división de poder, reina la opacidad y las fronteras entre lo legal y lo ilegal «son extremadamente difusas», dijo a la agencia Efe Luciana Torchiaro, consejera regional para las Américas de TI.
Otros países latinoamericanos que permanecen hundidos en la corrupción, aunque en una franja media, son Cuba con 42 puntos, Colombia con 40, Argentina con 37, Brasil con 36, República Dominicana y Panamá con 35 cada uno, Ecuador con 34, Perú con 33, El Salvador y México 31 puntos cada uno, Bolivia con 29 y Paraguay con 28.
En el otro extremo están los países con la menor percepción de corrupción, entre ellos repiten Dinamarca con 90 puntos, seguida de Finlandia con 87 y Nueva Zelanda con 85. Mientras que Uruguay con 73, Chile con 66 y Costa Rica con 55, fueron los únicos tres países de Latinoamérica que obtuvieron una puntuación por encima de los 50 puntos.
Sensación de impunidad
La sensación de impunidad y la incapacidad de jueces y fiscales para proceder con imparcialidad y garantizar juicios justos e igualdad ante la ley afectan significativamente la confianza pública en el Poder Judicial, alertó ese organismo.
«Esto, a su vez, desalienta las denuncias, ya que la institución se percibe como corrupta, poco confiable e insegura. Los más afectados son los más pobres y los grupos vulnerables, como las mujeres, los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las minorías sexuales y las personas migrantes. Estos grupos a menudo experimentan discriminación cuando intentan obtener justicia», anotó.
Para TI, la falta de independencia judicial frena el combate a la corrupción, y con dos tercios de los países de la región con una puntuación inferior a 50 sobre 100 en el IPC, las Américas sigue enfrentando serios desafíos en la lucha contra la corrupción.
«La falta de independencia del Poder Judicial en la región es uno de los principales problemas. Esto debilita el estado de derecho y promueve la impunidad de los poderosos y los criminales en perjuicio de las personas y del bien común», advirtió.
Según el organismo, el fortalecimiento y la independencia del Poder Judicial en las Américas fomentará sociedades más justas, orientadas al bien común y libres de corrupción e impunidad.
Influencia de élites corruptas
La organización también explicó que otro factor que facilita la corrupción en América Latina y el Caribe es la influencia indebida por parte de élites políticas y económicas.
En casos de cooptación extrema de jueces y fiscales por parte de las élites políticas, como se ha visto en Nicaragua (17), Guatemala (23) y El Salvador (31), el Poder Judicial se ha convertido en una herramienta para atacar a jueces y fiscales honestos, denunció.
«Recientemente, en los dos últimos países (Guatemala y El Salvador), el Poder Judicial se ha utilizado para manipular procesos electorales, poniendo en riesgo a la democracia y, en el caso de Nicaragua, se ha usado para consolidar la dictadura», remarcó TI.
Mientras tanto, a Torchiaro le preocupa el caso de Guatemala, al ser de los países que más han declinado desde 2012 —diez puntos—, principalmente debido a la construcción de una élite económica y política en el país con tres gobierno consecutivos aliados con prácticas corruptas.
En Guatemala el denominado «Pacto de los corruptos» ha cooptado a través de diferentes estrategias las instituciones del Estado, fundamentalmente al poder judicial para poder permanecer en el poder y poder garantizar su impunidad, señaló.
Esperanzas en Guatemala y retroceso en Brasil
Al mismo tiempo depositó su esperanza en el nuevo presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, que asumió el poder con «una bandera anticorrupción muy importante».
En Brasil también se contempla una «tendencia regresiva» en la lucha contra la corrupción en los últimos años, en lo que tanto el antiguo presidente, Jair Bolsonaro, como el actual, Luiz Inácio Lula da Silva, han destinado personas de su confianza a puestos clave como la Fiscalía General.
Chile, a pesar de mantener una posición destacada en el IPC por la fortaleza de sus instituciones democráticas y altos niveles de transparencia, también es considerado por TI como uno de los países «a observar», al haber caído significativamente su puntuación desde 2014.
Esto se debe a diversos casos de corrupción que han salpicado a figuras de casi todos los principales partidos políticos y muchas de las instituciones más relevantes del Estado.
No obstante, Torchiaro se mostró convencida de que el país está posicionado para recuperar el liderazgo en la región al contar con instituciones mucho más fuertes que el resto de países y un sistema de pesos y contrapesos que funciona mejor, además de una nueva estrategia nacional de anticorrupción.
República Dominicana es el único país latinoamericano que por varios factores mejora en el Índice de Percepción de 2023, aunque principalmente por el fortalecimiento de su poder judicial a través de nombramientos independientes, destacó.
TI subraya que la región de las Américas «necesita con urgencia un poder judicial más sólido e independiente para garantizar la justicia, actuar ante la impunidad y enfrentar el crecimiento de las redes de corrupción».
Torchiaro destacó también la responsabilidad de los ciudadanos, que deben exigir la rendición de cuentas y subrayó la oportunidad en este «superciclo electoral» entre los comicios que se celebraron en 2023 y los que habrá este año en la región, para ejercer el voto «con conciencia» y no concedérselo más a los corruptos.
Con información de EFE