Gobierno cubano reitera continuidad y anuncia futuras medidas

La política interna ocupó parte del discurso central por el Día de la Rebeldía Nacional, que fue celebrado en la ciudad de Bayamo, en el oriente cubano.

El presidente cubano reiteró en el acto central por el Dia de la Rebeldía Nacional que la frase que ha acuñado de “vamos por más” no es una consigna, sino la traducción al lenguaje de gobierno de la respuesta política al enemigo.  Foto: Tomada de cubasi.cu

Por IPS Cuba

HAVANA TIMES –  Las prioridades dadas en Cuba a la defensa y desarrollo económico, en medio de tensiones financieras y la renovada confrontación con Estados Unidos, fueron reiteradas hoy en conmemoración del 26 de julio, considerada una fecha trascendental de la Revolución cubana de 1959.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, anunció que “nuevas medidas, propuestas por el pueblo, deberán aprobarse en las próximas semanas y meses”, en el primer discurso dictado por el actual mandatario por la efeméride de alta significación política.

Como cada año, Cuba recordó el 66 aniversario de los asaltos sin éxito a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, Granma, pero que abrieron el camino para derrocar la dictadura de Fulgencio Batista (1901-1973).

En el acto, con la presencia del primer secretario del único legal Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, y el presidente del parlamento, Esteban Lazo, Díaz-Canel insistió que para sostener e implementar las nuevas medidas de beneficio social que sean posibles, es preciso producir más y elevar la calidad de los servicios.

A su juicio, la revolución “necesita ahora que demos la gran batalla por la defensa y por la economía, que le rompamos al enemigo el plan para destrozarnos y asfixiarnos”.

En conceptos que reitera en sus más recientes discursos, el mandatario insistió en la urgencia de fortalecer paralelamente en la gente “la espiritualidad, el civismo, la decencia, la solidaridad, la disciplina social y el sentido del servicio público”.

A su juicio, aunque se aprecia un nivel de respuesta que entusiasma, no basta, pues “las circunstancias nos obligan hoy, como nos han obligado siempre, a imponerle un ritmo de avance superior a nuestras metas”.

En tal sentido, llamó también a exigir, a controlar, a desterrar la rutina y a verificar, en los hechos, si la fórmula empleada es efectiva o, de lo contrario, renovarla, además de sancionar fuerte y oportunamente a los que no entiendan que “hoy defender la Patria pasa por cuidar y proteger sus escasos bienes materiales”.

El mandatario reiteró la continuidad de su gobierno con el sistema socialista y dijo que la frase que ha acuñado de “vamos por más” no es una consigna, sino la traducción al lenguaje de gobierno de la respuesta política al enemigo.

Relaciones con EE.UU

El presidente criticó que la administración de los Estados Unidos ha comenzado a actuar con mayor agresividad para impedir la llegada de combustible a Cuba.

“Con crueles acciones extraterritoriales de bloqueo, hoy se trata de impedir por todos los medios el arribo a puertos cubanos de los tanqueros, amenazando brutalmente a compañías navieras, a gobiernos de los países donde están registrados los buques y a las empresas de seguro”, compartió.

Remarcó que “el plan genocida es afectar, aún más, la calidad de vida de la población, su progreso y hasta sus esperanzas, con el objetivo de herir a la familia cubana en su cotidianidad, en sus necesidades básicas, y acusar al gobierno cubano de ineficacia. Buscan el estallido social”.

De acuerdo con el mandatario, sólo en el último año, de marzo de 2018 hasta abril de 2019, el bloqueo provocó pérdidas por valor de 4.343 millones de dólares.

Acerca de los nexos con EE.UU, señaló que Cuba, conocedora de las distancias éticas y políticas entre este gobierno estadounidense y los más nobles ciudadanos de ese país, “no ha renunciado a su declarada voluntad de construir una relación civilizada con Estados Unidos, pero tiene que basarse en el respeto mutuo a nuestras profundas diferencias”.

En el acto sucedió en la misma plaza donde en 2006 Fidel Castro (1926-2016) presidió y clausuró por última vez una conmemoración del Día de la Rebeldía Nacional, el mandatario reflexionó sobre las amenazas que desde EE.UU se ciernen contra naciones aliadas de Cuba como Venezuela y Nicaragua.

Como es habitual en la celebración por la fecha, los discursos se alternaron con poesía y música, así como con intervenciones de una representación de las más jóvenes generaciones.