Fútbol cubano en pos de reincorporar jugadores

Por Ronal Quiñones

Onel Hernández, el primer cubano en la máxima categoría de Inglaterra. Fuente- Eastern Daily Press

HAVANA TIMES – En estas mismas páginas, con anterioridad se ha abordado el tema del regreso de futbolistas cubanos contratados por su cuenta en Ligas de otros países.

Hace más de dos años la cuestión se debate, y ha sido evidente el escaso interés de las autoridades del fútbol cubano para llevar a vías de hecho el regreso o incorporación de esos deportistas a las selecciones nacionales.

Algunos de ellos lo hacen de muy buena forma en Ligas importantes, como Onel Hernández en el club inglés Norwich, o el lateral Carlos Vázquez en la Segunda B de España con el Atlético de Madrid. Incluso ellos mismos y otros como Marcel Hernández (Cartaginés de Costa Rica) y el portero Christian Joel Sánchez (Sporting de Gijón de España), han expresado públicamente su deseo de representar a Cuba en torneos internacionales, pero todo quedó hasta ahora, que al parecer sí se les tomará en cuenta.

Recientemente, el nuevo vicepresidente del Instituto cubano de Deportes (Índer), Ariel Sainz, comunicó que para los venideros partidos internacionales de Cuba volverían a vestir la casa nacional, al menos, dos jugadores, sin especificar nombres, lo cual sería el primer paso para de una vez romper el hielo.

Vale recordar que Sainz es el titular de la Federación Cubana de Voleibol, una de las que mejor ha tratado el tema de las contrataciones de deportistas cubanos en el exterior, y pionera también en la reincorporación de jugadores que habían abandonado el país. Sainz fue clave, por ejemplo, en el regreso de Robertlandy Simón a la escuadra nacional masculina de voleibol, sin duda, el referente fundamental del combinado en la actualidad, y quien llevaba casi una década alejado.

Eso demuestra su capacidad para el diálogo y la voluntad de querer concretar algo, lo cual deja muy mal paradas a las autoridades del fútbol, cuya desidia en el tema es evidente.

Como explicó el propio Sainz, una vez que se conoce el interés del jugador de representar a su país, y a veces incluso basta con llegar a él para conocer su disposición, lo único que puede frenar su regreso son las condiciones de su contrato, lo cual se ve puntualmente con cada uno, en dependencia de lo que haya firmado cada cual.

Esa tiene que ser la única traba en todo este proceso, y no la postura cómoda de la Federación hasta el momento, de esperar que el futbolista corriera con todos los trámites y fuera quien se les acercara a ellos.

Probablemente la llegada de estos jugadores no salve al fútbol cubano del desastre que ha vivido en los últimos tiempos, pero, al menos, si no mejora la imagen, se puede decir que fracasamos poniendo en cancha lo mejor que tenemos, o lo mejor de lo que pudimos disponer.

Problema aparte son los futbolistas que juegan en la Liga Estadounidense (MLS), porque aquí interviene la política, y por las sanciones económicas que pesan contra Cuba es imposible contar con ellos. Una verdadera lástima, pues aunque algunos no quieran volver a integrar la escuadra antillana, otros han mostrado disposición, y tienen buen nivel.

En sentido general, la Federación cubana ha dejado mucho que desear en el tema de las contrataciones, porque salvo un par de jugadores que fueron a México, a jugar en categorías inferiores, al resto solamente se le ha encontrado lugar en Ligas bien pobres del área caribeña, como las de República Dominicana e Islas Caimán.

Nadie piensa que ahora mismo un futbolista cubano tiene calidad para jugar en el Real Madrid, pero alguno habrá capaz de llamar la atención en un torneo un poco más respetable como el mexicano o cualquiera de Sudamérica.
Ahora se habla de esa posibilidad, y se ha mencionado incluso Brasil, pero pregunto ¿hacía falta que Sainz fuera a decirle eso a los federativos del fútbol?

Ahí llegamos al mal de fondo de este deporte en Cuba, y es el presidente de la Federación, Luis Hernández, quien permanece en el cargo por casi 30 años ya, y su gestión está marcada por los fracasos.

A diferencia del Comisionado Nacional, que lo decide el Índer, el presidente de la Federación es casi un cargo vitalicio a nivel mundial, porque la Federación Internacional del Fútbol (FIFA) es muy celosa en ese sentido, y cuando se va a remover a uno de sus directivos es algo bien delicado.

Sé de buena tinta que a Hernández no lo quieren en ese cargo desde hace años, pero Cuba se arriesga a que la FIFA entienda que su democión es por motivos extradeportivos y entonces decretaría injerencia en sus asuntos, lo cual ha conllevado en casos anteriores a duras sanciones a varios países, que han perdido la posibilidad de presentar equipos en todas las categorías durante un ciclo completo.

Ese es el temor de los dirigentes cubanos con Hernández, quien tiene muy buenas relaciones en la FIFA (tiempo de sobra ha tenido para cultivarlas), y podría hacer del suyo un problema internacional.

También me consta que se estudia a fondo cómo sacarlo del cargo de una vez por todas, pero hasta ahora solo es válida su renuncia, y lograr eso es casi imposible, porque Hernández no está dispuesto a soltar el poder.

El mismo poder que además ha usado en beneficio de su familia: su hermano fue por años director técnico de selecciones nacionales juveniles, y su hijo prácticamente no falta a ningún viaje al exterior del fútbol cubano como miembro de la Federación.

Aquí está el mal de fondo de esta disciplina, pues al sentirse cómodo e inamovible en su cargo, Hernández no necesita gastar energías en buscarle contrato a los futbolistas, y mucho menos abogar por su regreso a la selección nacional.

Actualmente, las señales apuntan a que ese viejo sueño de los amantes del balompié en la Isla se va a cumplir, pero como en este país las leyes cambian con demasiada frecuencia, hay que ver si en definitiva se concreta.

Eso sí, estoy seguro de que si al final se rompe el hielo con las primeras reincorporaciones, será luego una avalancha, porque uno de los mejores escaparates que tienen los futbolistas para darse a conocer y conseguir o mejorar contratos son precisamente los partidos de selecciones nacionales.

En unos meses tendremos las respuestas.