«Fuimos agredidas de manera sádica por la Policía cubana»
denuncia la profesora cubana Alina Bárbara López
La profesora se disculpa con las víctimas por no haber creído hasta hoy que el régimen era capaz de esa violencia.
HAVANA TIMES – Casi 24 horas después de llegar a su casa tras su detención el martes, la profesora y activista Alina Bárbara López Hernández ha difundido un video en el canal de Youtube del laboratorio de Pensamiento Cívico Cuba x Cuba que codirige, en el que denuncia la violencia de su arresto y la escalada en la persecución que sufre por parte del régimen cubano, que ahora le imputa un delito de atentado, el más grave de los que se le han atribuido.
La intelectual ha explicado detalladamente cómo se desarrolló un arresto en el que su defensa de los violentos modos que los agentes utilizaron en su contra ha sido utilizada para acusarla de un delito común. “La intención evidente con este caso es involucrarme en un nuevo proceso común, porque todo esto sale como un delito común, no como un delito político. Ellos en ningún momento me culpan de intentar manifestarme, eso no. Ahora es que yo agredí a un agente”, señala.
López Hernández se dirigía este martes, acompañada de la antropóloga Jenny Pantoja Torres, a La Habana para manifestarse, como viene haciendo desde marzo de 2023 los días 18 de cada mes, una fecha que remite al centenario de la Protesta de los Trece intelectuales contra la corrupción del entonces Gobierno de Alfredo Zayas. Ambas fueron interceptadas en un control por una agente que, con modales “muy groseros” según la profesora, le indicó que se montara en el patrullero.
«La intención evidente con este caso es involucrarme en un nuevo proceso común, porque todo esto sale como un delito común, no como un delito político»
Los hechos se precipitaron cuando López pidió la orden de detención o, al menos, el motivo para un arresto, y la agente se negó, iniciándose una situación que acabó cuando la funcionaria practicó “una técnica de artes marciales” empujándola por los pies. Esto desestabilizó a la profesora, de 59 años, que cayó de espaldas y se golpeó la cabeza. “No perdí el conocimiento, pero me quedé muy desorientada, porque fue un golpe fuerte”, rememora. La profesora recuerda una distorsión en los sentidos que le hizo temer un daño cerebral, por lo que se negó a levantarse cuando la agente se lo ordenó.
En ese momento aparecieron dos oficiales en otro patrullero que la arrastraron hasta un carro y su amiga le quitó los espejuelos para evitar más daños. Sin embargo, eso provocó que ella, sumado a la confusión del momento, no viera bien y se agarrara instintivamente a algo que resultó ser una charretera del uniforme policial. “Parece que lo arranqué o, por lo menos, lo aflojé, no me quedé con él en la mano”, explica. En ese hecho se sustenta la acusación de atentado que ahora pesa sobre ella.
López Hernández repasa otros momentos violentos, entre ellos cómo la agarraron del pelo y le movieron la cabeza con fuerza, provocándole un fuerte dolor en las cervicales, ya resentidas por la edad y una mala postura propia de su profesión. A consecuencia de esto, en la revisión médica a la que se sometió este viernes se detectó una laberintitis postraumática –inflamación de una zona del oído interno que regula el equilibrio y debería mejorar en unos tres meses–. Además, menciona cómo la agente se subió sobre Jenny Pantoja, oprimiendo su pecho con fuerza mientras ella gritaba que no podía respirar.
“Yo agarré un poco del pelo de ella, pero yo no tenía ni fuerzas para halarla, porque mi cabeza estaba hacia delante sufriendo torceduras. Entonces Jenny también de algún modo la agarra para defenderse, eso fue lo único que hicimos: instintivamente. tratar de salvarnos”, reivindica. Por estos hechos también Pantoja será acusada de atentado.
A consecuencia de esto, en la revisión médica a la que se sometió este viernes se detectó una laberintitis postraumática
Aún faltaba otro momento violento. Cuando ya el vehículo se dirigía a la estación, la profesora decidió recostarse en el auto para calmar su malestar y apoyando los pies en la puerta. “Cuando ella vio que yo hice eso detuvo el carro, le dijo al otro oficial: ‘Maneja tú’. se montó conmigo atrás, y sacó unas esposas”, describe. La agente, que le apretó considerablemente las esposas aumentando su dolor, le espetó que iría así hasta la estación: “Para que aprendas”.
A su misma llegada, la agente fue revisada por un médico por la “agresión” en la que sustentarán la causa que, según la entonces detenida, no se produjo convenientemente ante las cámaras para evitar que todo quedase filmado y poder hacer “una acusación falsa”. La profesora recuerda que en junio de 2023, cuando fue arrestada y acusada de desobediencia, los hechos ocurrieron en un lugar público, con testigos, lo que obligó a la policía política a retirar el cargo de atentado, pero esta vez lo han hecho, observa, mejor.
López Hernandez elogia a su amiga Jenny Pantoja, que nunca quiso dejarla sola. “Fue una gran persona, muy buena amiga y muy valiente, y se quedó. Ahora, aunque las dos somos co imputadas, las declaraciones mías la ayudan a ella y las declaraciones de ella me ayudan a mí”, agrega. Ambas estarán representadas por la misma abogada, que estuvo presente en los interrogatorios de las dos activistas.
«Sean honestos, acaben de reconocer que en Cuba se está gobernando como un Estado de excepción, al margen de la Constitución»
“Fuimos agredidas de manera salvaje, de manera sádica, sin justificación alguna. Sencillamente, lo que se quiere es que nosotros no ejerzamos nuestros derechos”, añade. López Hernández se ufana de haber dicho dos cosas ante las cámaras de la Seguridad del Estado que fijan su postura. La primera, que lamentaba que esa misma cámara no la hubieran tenido para filmar su detención; la segunda: “Sean honestos, acaben de reconocer que en Cuba se está gobernando como un Estado de excepción, al margen de la Constitución”.
La intelectual añade que ahora vuelve a tener una medida de “reclusión domiciliaria” que le impide moverse a La Habana. “Pero bueno, eso no importa. En Matanzas, el parque de la Libertad sigue estando en el mismo lugar y ellos no lo van a poder mover de ahí”, advierte.
La profesora anunció la publicación del video pidiendo disculpas por sus tiempos de defensa del régimen. “Lo que oirán es muy grave, son cosas que años atrás yo misma no hubiera creído. Mis disculpas a todas y todos los que han sufrido algo así y no fueron debidamente acompañados”. Sus declaraciones se cierran con un llamado a la concordia y el diálogo, a pesar de la brutalidad con que es tratada. “Esto que ha pasado ni me desestimula ni me acobarda ni va a hacer que yo me convierta en una persona recalcitrante, en una persona que no quiere diálogo. Yo sí quiero seguir dialogando. Yo quiero que la salida de Cuba sea pacífica, es el Gobierno cubano el que no quiere. Pero yo no me voy a cansar de exigirlo”.