Estados Unidos ataca a sus ciudadanos

Isbel Díaz Torres

Occupy Wall St. Foto: Allison Herbert

HAVANA TIMES, 9 nov. — Ya son más de 3 mil las personas arrestadas en Estados Unidos, desde que el movimiento de los “indignados” llegó a ese país. Las cifras son mucho mayores si contamos todas aquellas que han sido víctimas de las violentas embestidas policiales allí.

El supuesto “estado de derecho” imperante en el coloso del Norte nada ha podido hacer para preservar los derechos civiles de sus ciudadanos. Las autoridades no han vacilado en sacrificar esos “principios,” temerosas de que el movimiento se extienda aún más, que se radicalice en sus motivaciones, y que ponga al descubierto la doble moral del sistema.

En Nueva York, Los Ángeles, Oakland, y otras ciudades norteamericanas, los jóvenes han denunciado la corrupción y las profundas desigualdades que viven, y que son naturalizadas cada vez más.

La huelga, la protesta, la manifestación, son derechos que los civiles norteamericanos han invocado, amparados por su historia de lucha y en la legislación vigente en ese país. El gobierno de la nación “paladín” de la libertad de expresión, no obstante, lanza gases lacrimógenos a los manifestantes, les dispara balas de goma, los atropella con sus autos antimotines, los pone tras las rejas, los golpea en público, les limita la circulación, y les impide reunirse.

“Los activistas arrestados han sido acusados de cargos como traspasar propiedad privada, desobedecer órdenes de la autoridad o conducta desordenada.” Así informó el periódico Granma, órgano oficial del partido comunista cubano, el pasado 2 de noviembre en una nota en primera plana.

Es característico de los regímenes antidemocráticos enmascarar la represión política con sanciones administrativas. Es por eso importante hacer ver el verdadero sentido de lo que sucede allí, la falsedad de las tesis neoliberales acerca de su democracia, y las mágicas propiedades del mercado para regular la sociedad toda.

El espíritu de los indignados se extiende por el mundo.

Desde el 15 de mayo, en Madrid, el proceso no se ha detenido. A través de una experiencia ejemplar, los españoles han canalizado sus inquietudes en acciones concretas, llegando incluso a muchos barrios de la península.

En París, los jóvenes llegaron hasta el mismo Palacio de Festivales de Cannes para protestar contra la cumbre del G-20, mientras en Niza celebraron el Foro Alternativo de los Pueblos. El gobierno tampoco se quedó impasible, y les impidió realizar una manifestación en la céntrica plaza Garibaldi.

En Grecia, las manipulaciones y mentiras de Papandreu y las presiones inhumanas de la Comunidad Europea han hecho que los ciudadanos se vuelquen a las calles nuevamente. Aún con la reciente dimisión del líder del partido ¿socialista?, nada cambia para quienes están en las calles.

Los estudiantes chilenos, por su parte, continúan en paro por más de seis meses, a pesar de haber recibido un ataque directo en la sede de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, el pasado día 4.  La crítica radical a un sistema de enseñanza excluyente y a una sociedad duramente estratificada no es del agrado del gobierno ni de las cúpulas de poder económico de ese país latinoamericano.

Los pueblos árabes, con las revoluciones en Túnez y Egipto fueron una fuente de inspiración para las protestas en España.    

Por supuesto, el último intento, en Libia, fue ejemplarmente cercenado.  Desde el interior el dictador Gaddafi nunca cedió ante los reclamos de su pueblo, y ofreció resistencia activa y violenta al cambio.  Desde afuera las huestes asesinas y oportunistas de la OTAN, supuestamente en defensa del pueblo libio, masacraron esa tierra.

Así, son muchas las voces que se alzan hoy en el mundo.

¿Quién está en peligro?

Las motivaciones pueden ser aparentemente diferentes, más o menos radicales, pero está claro que el sustento para tal “indignación” es un sistema global enajenante, consumista, depredador, y ecológicamente insostenible. En Estados Unidos, por ejemplo, la crítica a las corporaciones y las políticas bancarias racistas y discriminatorias, de modo general, parecen haber generado un consenso dentro del movimiento Ocupa.

La existencia de conflictos en los países no es nada nuevo, por supuesto, pero sí lo es el tipo (y la escala) de organización que se ha desarrollado últimamente. Es común en estos nuevos empeños el desprecio por los sistemas partidistas o dirigistas de cualquier signo, y se insiste en la búsqueda del empoderamiento a través de la acción directa de las personas.

La gente ya no cree en los discursos y promesas vacías.  Han sido estafados por décadas, y comprenden que nada pueden esperar ya de un sistema de justicia diseñado en función de los poderosos.  Ahora han comprendido que algo se puede hacer.

Estos principios, a escala global, representan un peligro para la actual configuración de los Estados, quienes históricamente se han auto-otorgado el derecho de decidir el destino de las personas.  Tal proceder se cumple tanto en regímenes capitalistas como en otros intentos estatales “alternativos,” pero que reproducen un esquema “democrático” diferenciado solo en matices.

Un profundo sentimiento anti-autoritario crece ahora dentro de los mismos jóvenes que una década atrás eran considerados escoria, lacra despolitizada, enajenados por el consumo. Las clases políticas no contaban con esta fuerza, a pesar de ser testigo de su crecimiento e inconformidad.

Hoy los inconformes son más visibles, y por tanto, tienen más fuerza. Se han apoderado de las nuevas tecnologías, y las han convertido en armas justo contra quienes las diseñaron para la manipulación y la enajenación de los seres humanos. El filón democrático de estas ha sido aprovechado y re-usado creativamente para la organización y la lucha anticapitalista y anti-autoritaria.

De este modo, el movimiento Ocupa, en Estados Unidos, profundiza el debate sobre sí mismo, y sobre la realidad que lo rodea. El 20 por ciento de la juventud estadunidense permanece desempleada: a ella le corresponde atacar con fuerza.

Mientras tanto, la derecha en el poder toma sus medidas.  El 1 por ciento de la población estadounidense que amasa el 25 por ciento de todo el ingreso nacional, dejará momentáneamente a un lado el “lindo” discurso de los derechos civiles, para cuando esté más segura en su trono.

 

 

11 thoughts on “Estados Unidos ataca a sus ciudadanos

  • Es verdad que cada vez que hay una protesta estudiantil o una protesta masiva como la de los USA la polizia pega a derecha y izquierda y no solo en los USA pero me quede perpleja que no has dicho nada con respecto a Cuba, crees que en Cuba no hay indignados, crees que en Cuba no hay problemas para protestar en las calles y p’q no lo hacen ??????? que sucederia si las calles de Cuba se llenan de personas manana y noche a protestar por los atropellos y las desigualdades con que viven los 365 dias del ano, crees que el gob cubano se comportera mejor que el norteamericano, crees que respetaran los derechos de los ciudadanos a protestar ????????? p’q criticas tanto a los demas cuando lo tuyo esta en candela
    En vez de criticar preguntate y pregunta a tus amistades, a tus vecinos, a las personas que conoces p’q no se tiran a las calles a protestar

  • la dichosa paja en el ojo ajeno combinada con una comprension limitada de las realidades de otros.

  • Isbel, si te refieres a la toma de la sede de la federación de la usach, esta fue realizada por sectores ultra-izquierda por la decisión de la universidad mayoritaria(18 a favor 17 en contra) de deponer la toma de las instalaciones y pasar a paro movilizados. Muchas veces los sectores ultra-izquierda son los que le hacen el trabajo al gobierno y de a gratis.
    En eso de la represión policial, te digo que hay de todo. Aclaro primero que estoy a favor de las principales demandas del movimiento estudiantil y que condeno la represión policial, pero, y aquí los peros, lo que he visto es que en muchas de las últimas manifestaciones ha ido subiendo de tono el asunto y un grupo de manifestantes que siempre quedan al final destruyen muchas veces lo que se les aparezca, y esto no lo veo en la tele, sino en los bajos de mi casa. Por esas cosas, bajó 12% el apoyo del movimiento, aunque sigue siendo un movimiento con un respaldo muy amplio.
    Pero te cuento de otro incidente : hace unos días, un grupo de estudiantes y ecologistas se tomaron la sede del senado y el presidente del senado no dejó que la policía entrara a desalojar. Resultado: fueron a la comisaría, salieron por su propio pie y al otro día estaban en casa. Con este otro ejemplo, la democracia burguesa, con todas sus falacias, no parece tan mala.

  • giraldilla:
    No sé por qué habría de hablar de Cuba, si ese no es el tema que he escogido para este texto…
    Si te percatas TODOS los otros textos que he publicado hablan de Cuba, precisamente, y con un tono bastante crítico, por cierto, con todas las implicaciones que eso tiene para un simple ciudadano acá.
    De manera que esa labor es justamente la que me da derecho a criticar las políticas de otros países.
    espero haber satisfecho tus inquietudes.
    Un abrazo, y gracias por comentar.

  • Disculpa, pero no me parece que una cifra tan elevada de personas afectuadas pueda ser catalogada como “paja”. Eso que Ud. llama comprensión limitada de las realidades de otros, yo lo llamo solidaridad. Por cierto, sería muy presuntuoso de mi parte, con las limitaciones que tengo de acceso a la información, considerarme un tipo muy informado. No lo soy. Afortunadamente, tengo compañeros y compañeras que han sido protagonistas en varios de estos movimientos, que por correo o con visitas a Cuba, me han trasladado sus visiones del asunto, que siempre serán muchas, dada la complejidad del proceso. La mía es una opinión más, solo eso.
    Por cierto, la expresión de la paja en el ojo ajeno se construye sobre todo para esas situaciones donde la persona que critica no ve sus propios problemas. ¿De alguna manera mi texto da a entender que yo no reconozco los disímiles problemas de Cuba, y que al fin y al cabo serían también solo una opinión personal sobre los mismos?

  • Hola Charlene. Ese dato de la USACH lo saqué del periódico Granma, que es la fuente más oficial de mi país: “El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, Camilo Ballesteros, denunció que unas 50 personas atacaron hoy la sede de la federación universitaria.” http://www.granma.cubaweb.cu/2011/11/06/interna/artic06.html. Si ellos omitieron parte de la información, me disculpo, pero está claro que no puedo resolver los graves de la prensa oficial cubana (haciendo esto que hago pienso contribuir en algo).
    Sobre la violencia en las manifestaciones de los estudiante chilenos, es un tema demasiado complejo como para agotarlo en unas líneas. En principio, estoy en contra del uso de la violencia de cualquiera de las partes, pero por otro lado me imagino que los ánimos se caldean y cualquier incidente puede desencadenar actos violentos. He leído que la prensa de derecha se ha enfocado bastante en esos sucesos para invisibilizar las verdaderas demandas de los jóvenes, su fuerza y transversalidad, según organizadores de las marchas. En cualquier caso, mi deseo personal es que no sucedan tales cosas.
    Sobre el incidente del senado, me parece muy impactante para la prensa, pero a mí no me dice mucho. Al final los sacaron y no fueron escuhadas sus demandas. Por supuesto, está MUY bien que no los hayan golpeado ni asesinado, pero deja ver nuevamente cuán superficial es esa democracia. A fin de cuentas, con derechos solamente no se resuelve todo. Ahora mismo (aunque parezca risible) yo al fin tengo DERECHO a comprarme una casa… es todo un “logro” que me sirve de muy poco… pues mi salario no me da ni ahorrando 20 años.
    La democracia burguesa, siempre ha preferido promover los derechos civiles y políticos, lo cual está muy bien, ¿pero te has preguntado por qué ha desatendido tanto los derechos económicos y sociales? Incluso los llaman de “segunda generación”, aún cuando se trata de temas como el derecho a la vida, a la salud, a la alimentación…
    En fin, que mientras sus intereses no se afecten, te dejarán hacer lo que te de la gana… pero si se ven afectadas sus cuentas bancarias, correrán a criminalizarte.
    Gracias por tus comentarios y por la nueva información que me brindaste. Seguiremos debatiendo.

  • Estoy de acuerdo con lo que planteas en torno al cuestionamiento de los derechos económicos y sociales, pero a la vez, hay ciertas libertades que te permiten cuestionarles a ellos y ponerlos en jaque . Aquí mismo en barrancones, iban a construir dos termoelectricas a base de carbón y con 2000 mil personas que se juntaron en muy poco tiempo, tuvieron que quitarlo y había mucho poder económico involucrado. La misma movilización por la educación es parte de ese proceso, y probablemente, terminado ese conflicto, la salud entrará como tema de debate. Sin determinadas libertades previas, es muy difícil organizarse y reclamar derechos.
    La policía da palo y mucho palo: infiltran policiías en las marchas, que luego llaman al desorden. Actúan a veces con rapidez y otras veces se demoran un poco, para que la cosa se complique más. Pero de que como en todo movimiento social hay facciones más radicalizadas que luego destrozan la ciudad, las hay.. Lo de la estrategia de focalizarse en la violencia es cierto. Ahora, tampoco es que solo sea eso lo que se proyecte en los canales de televisión. Los estudiantes aparecen a diario en la tele exponiendo sus puntos de vistas, discutiendo de tú a tú con personas del gobierno. En el momento de mayor inconformidad, proyectaron una serie basada en la dictadura militar, que evidentemente te hacía recordar que los que están gobernando, muchos de ellos, la apoyaron.
    Con esto solo quiero decirte que si bien evidentemente no es la panacea, hay posibilidades de lograr cosas, con sus mismas reglas del juego. Yo cada vez creo menos que las cosas se solucionen con un hagase la luz. Siento que el camino está en ir construyendo poco a poco solidaridades y ganando espacios. Sin libertad de expresión y asociación eso no se puede hacer.
    Sobre lo del Senado, no creo que sea un dato más. Hay un grupo de personas promoviendo un pleibiscito y con esa acción se visibilizaron. No es poca cosa. Por qué habría de pensarse que no se podrá lograr? Eso se creyó de los estudiantes, y ahí siguen dando la pelea.
    Lo de la aclaración del ataque de la feusach, no lo hice por mala intención. Solo era una aclaración.

  • Supongo que desde Cuba —donde nadie conoce la Libertad de Expresión— tiene que ser muy difícil distinguir lo que es perseguir el delito común de lo que es perseguir la libertad de expresión.

    Por ponerte un ejemplo, querida Isabel, si en Estados Unidos la policía se lía a golpes contra un mamarracho que tira un cóctel Molotov mientra grita “Abajo el Capitalismo,” no le pegan por gritar “Abajo el Capitalismo,” sino por tirar un cóctel Molotov, que si cae encima de un policía lo puede matar abrasado, y si cae en una tienda puede quemar una casa.

    Vamos, que eso de la Libertad de Expresión no es una licencia para hacer impunemente todo tipo de animaladas.

    Y no, querida Isabel, Estados Unidos no ataca a sus ciudadanos cuando persigue a los delincuentes. Al contrario, los defiende.

    Y tampoco Cuba ataca a sus ciudadanos cuando encarcela a los responsables de los crímenes de La Mazorra … por poner un ejemplo.

    Tus lectores somos mayorcitos, y sabemos que un título como “Estados Unidos ataca a sus ciudadanos” huele a demagogia químicamente pura a kilómetros de distancia.

  • me quedé pegada con lo del Senado y los derechos. El derecho a asociarse, expresarse y poder manifestarse es básico. Y no sólo es formal. Tú pides un permiso para marchar y como hay un derecho, la mayoría de las veces te lo dan, y sacas a 100 mil personas a la calle, incides en la opinión pública y logras algo, porque logras. Hay derechos y hay deberes. Y el deber de un ciudadano es estar ahí, hacer presión por eliminar lo injusto. Y cuando se quiere, cuando hay conciencia y obstinación se logra. Tú dices “A fin de cuentas, con derechos solamente no se resuelve todo. Ahora mismo (aunque parezca risible) yo al fin tengo DERECHO a comprarme una casa… es todo un “logro” que me sirve de muy poco… pues mi salario no me da ni ahorrando 20 años.” Claro, pero de lo que no tienes derecho es de salir con todos los que no les alcanza el salario a manifestarte por eso. Así de sencillo es. ¿Cómo construyes ciudadanía con tan pocas maneras de comunicarte con otros, cómo logras que los otros solidaricen con tu causa?

  • Hola Charlene, estoy de acuerdo con lo que planteas.
    Por supuesto que los derechos civiles son importantes. De hecho, son MUY importantes. Lo son tanto que a mi juicio es una de las principales áreas que deben ser profundamente transformadas en Cuba. Pero como el txto no era sobre Cuba, yo solo deseaba balancear el discurso, e incluir elementos que por lo general son relegados cuando se intenta hacer loas al sistema democrático imperante en el mundo.
    Me parece que en realidad estamos de acuerdo.
    Saludos, y como siempre, gracias por los comentarios.

  • Hola Gabriel.
    Mi nombre es Isbel, no Isabel.
    Si eres de los que apoyan la represión a que se han visto sometidos esos jóvenes en Estados Unidos, pues es tu derecho expresarlo.
    Por cierto, con posturas tan absolutas como “Cuba —donde nadie conoce la Libertad de Expresión”, difícilmente podrás propiciar un diálogo fructífero. Havana Times se escribe desde Cuba, y es nuestro ensayo de libertad de expresión, por ejemplo.
    Por otra parte, el término de “Libertad de Expresión”, así con las mayúsculas que usas, es muchas veces una etiqueta para vender un producto cuyo contenido está bien contaminado. Las conquistas del pueblo norteamericano en el área de los derechos civiles les son escamoteadas con más frecuencia de lo que pudiera pensarse. La gente de allí lo sabe, y lo dice, por suerte.
    Saludos.
    Vivan las animaladas!!!!

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