Encuentro el Día de la Eliminación de la Violencia contra la mujer

Por Regina Cano

Deyni Terry Abreu (Alianza Unidad Racial-Redamu)

Por el Día de la Eliminación de la Violencia contra la mujer se realizó un conversatorio en un Taller de Transformación del Barrio, en La Habana Vieja, el día 25 de noviembre.

Encuentro presentado por Deyni Terry Abreu, abogada y presidenta de Alianza Unidad Racial, miembro de Redamu (Red Defensora de los Asuntos de la Mujer- grupo que estudia la discriminación contra las mujeres desde una mirada jurídica, específicamente afrodescendientes.

Presente estaban líderes de proyectos comunitarios, personas que de alguna manera han sufrido algún tipo de violencia, además de aquellas sensibles al tema.

Deyni, con una gama de opinión amplia como abogada, respondió las consultas de la audiencia -ha trabajado derecho penal, civil, administrativo, de obligaciones y contratos.

Iniciando

Nota: las palabras aquí contenidas fueron dichas en el Encuentro

Alocuciones del Público

A veces hay señales que van diciendo que estamos ante un acto de violencia -miradas, gestualidad, maltrato, incluso el desprecio.

Una mujer a mi lado, en un comercio, pidió permiso a su pareja: “Tú crees que puedo comprar esto”. Son señales de control económico, que pueden hacernos víctimas de violencia. La violencia puede avanzar sutilmente y a veces no la vemos.

La patrimonial, se da mucho en cuanto a vivienda. La mujer debe darse cuenta que tiene que hacer acciones para tener su propia autonomía.

Existe la violencia vicaria -ejercida a través de otra persona, por ejemplo, poner por medio a los hijos, para que la víctima obedezca. Hay otras formas que llegan hasta la física y que ya están cobrando vidas. La violencia se vive en Cuba de muchas maneras: según el nivel económico, el color de piel, del origen nacional, etc.

Muchas víctimas la justifican: “Él es machista. Me maltrata. Me da golpes a veces, pero me quiere” o “…, pero es porque está muy enamorado de mí”.

Jorge Luis Casas (abogado)

En caso de feminicidio, normalmente aceptamos sea en la pareja, pudiera ser de un compañero de trabajo o amigo, siempre que medie interés carnal o sentimental. Pero también puede no ser una relación cercana, como la muchacha que mataron en Las Villas, la posible Vendetta por cuestión de dinero. Es como: “Te mato a un ser querido, porque sé que te duele”.

En las redes sociales vemos mujeres que han sido víctimas de violencia laboral y patrimonial. Lo cuentan en un post, pero no alcanzan a accionar, aunque las redes ejercen una presión importante.

Las afectadas están empezando a hablar, le ponen el rostro a ese maltrato, que puede ser el rostro de lo que pasó a otra.

Una joven comentaba sobre una investigación llevada por OXFAM, con el CIPS (Centro de Investigación Psicológica y Sociológica), sobre los imaginarios que sustentan en los jóvenes cubanos la violencia machista, por tipos de violencia. Decía: que por primera vez tenemos una herramienta -no con todas las respuestas que quisiéramos-, que habla también en estadística: cuántos jóvenes nuestros están pensando y cómo justifican actos de violencia.

Qué hacer cuando la pareja nos golpea, cuando estamos siendo violentadas por el otro, ante la violencia laboral. Eso es una laguna desde la visión jurídica en Cuba.

Adentrándose más en el asunto

Estamos atrasados en tratamiento a este tema. Tú dices que te están violentando y te responden: “No, chica, es que él es así, un poco pesado”. Es decir, tenemos institucionalizado la violencia, por mamá, papá, suegra, esposo, por el vecino, etc., hasta por la institucionalidad estatal, que ve un delito de lesión en la televisión –un batazo de un pelotero a otro- y ¿qué hicieron?

Lidia Romero Moreno (Redamu)

Si voy a la Unidad de Policía –ejemplificaba una asistente- a denunciar un hecho violento, el primero es el carpeta, quien te dice: “Chica, cómo tú vas a denunciarlo, si es el padre de tus hijos. Seguramente estaba bebido. Trata de quitarte esa idea”. Pero bien, tú insistes y denuncias ¿Adónde vas a pernoctar?, a la casa del agresor, porque nosotras carecemos de una Casa de Acogida. En otro país te sacan junto a tus hijos hacia allí. Se ponía el ejemplo de un feminicidio reciente, pues de haber existido este tipo de refugio, el esposo no la hubiera precipitado por el balcón.

Si hay casa para cambiarle a una personalidad del país (ejemplo real), tiene que haber para Casas de Acogida, porque hay muchísimas mujeres que pierden la vida. Ahora mismo hay huérfanos, familias fracturadas irremediablemente.

La violencia está cogiendo una extensión alarmante. Supe de un sustituto de profesor de karate que dice a los niños: “Tú eres un bruto (…) no sirves”. Es agresión sicológica y se lo está diciendo a adolescentes.

Ahora la FMC ha realizado charlas en las escuelas secundarias. Pretenden extenderlo a las primarias y círculos infantiles, porque hay maltrato, hay bullying. Y algunas veces ese bullying lo realiza el mismo profesor.

Victimización secundaria: Usted es víctima, acude a una autoridad  para formular denuncia por violencia y vuelve a ser victimizada, entra a la misma habitación donde le toman declaración al victimario o está sentada a su lado en la Estación de Policía, y él está susurrando: “Cuando salga de aquí te voy a hacer tal cosa” o “si me denuncias, tú verás lo que te va a pasar” o hace gestos que indican amenaza. Hay una desprotección total.

Propuestas Nacionales

Norma Rita Guillard Limonta Red Mujeres Afrodescendientes

Hay acciones positivas que el Estado cubano está obligado a prevenir, a promover y a aplicar, del contenido de los tratados humanos de los que somos parte.

Además de un Plan Nacional Contra la Discriminación Racial, Cuba también necesita un Plan Nacional Integral Contra la Violencia de Género. Es la recomendación número 35, de la CEDAW (Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer), de la que Cuba estuvo entre los primeros en firmar y ratificar. Y ¿qué se ha hecho en Cuba? Siento que hay una desidia total.

Un Plan Nacional es tener una Línea Ayuda a lo largo y ancho de todo el país funcionando las 24 horas. Es tener Casas de Acogida. También Casas como las de Orientación a la Mujer y la Familia, que respondan a lo que está pasando. Se puede diseñar en estas consultas sicológicas, terapéuticas. Hay que  pensar en las reparaciones para las víctimas y los familiares.

El Estado tiene la obligación de actuar con la debida diligencia, y eso es tener una Ley Integral de Protección Contra la Violencia de Género, la que debe estar acompañada, por la reforma de un conjunto de leyes que a raíz de la nueva Constitución van a darse y que tienen que ver con el Código Penal, el Código Civil, la Ley de Procedimiento Penal, etc. Esta diligencia es algo clave.

Esa ley tiene que incluir también a las mujeres trans, son las más olvidadas y desposeídas. Personas que existen en terreno de nadie. Discriminadas desde la misma casa, la comunidad o el Médico de Familia. Debe contener una ley de identidad de género. Pensar de manera holística, teniendo en cuenta las interseccionalidades que se dan.

Tener leyes sueltas pondrá un parche, no resolverá el problema.

Cifras

Alguien demandaba exigir datos a instituciones involucradas, que manejen todos los proyectos y se pueda visualizar el punto más crítico dentro de la violencia contra la mujer.

Algun@s respondieron: el Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR) hizo un intento por llegar a cifras referidas. Es un dato de país que la OAR hala, pero está subregistrado. Una cifra del 2016, dada en el 2019 y que no se ajusta a la realidad.

Raúl Sooblett (Alianza Afrocubana)

Pero también se reconocía que la OAR logra un buen acercamiento al problema y por primera vez se presenta un dato. Una señal de hablar del tema a nivel de Estado, porque hasta hace muy poco era tema tabú. No había feminicidio.

Muchos casos no están registrados como el de Jenny, activista comunitaria de la Lisa -feminicidio connotado para los 90. O Maribel Quintana, muerta por un policía con la pistola de reglamento -la madre enloqueció a partir de eso y nadie ha ido a saber cómo está. O la que fue muerta de una puñalada hace varios años, sentada en el parque del Yate Granma, por un esposo celoso -él luego intentó cortarse, se salvó y ahora salió de prisión. Está el caso de Isabel Quesada o de una mujer que mataron en el Canal o la que fue muerta a machetazos, también en el Cerro.

Hay muchísimos casos que la OAR no tiene registrado y no constan en ningún lugar, porque se comenzó a hablar tarde del asunto.

Comunidades

A veces conocemos de historias por el trabajo comunitario, pero las víctimas no dicen nada, porque están los miedos, a veces la desilusión, la desesperanza y pérdida de fe.

También las personas no quieren hablar por temor entre vecinos. Hemos ido a comunidades donde nos dicen: “Mira, mejor no, porque después la van a coger conmigo, porque aquí todo el mundo le da a su mujer”. Una comunidad con hombres violentos, donde las mujeres tienen miedo a hacer algo.

En ocasiones, la misma persona no se da cuenta que está siendo violentada. Se lo dices y lo justifica, porque es el hijo o la hija, pero la familia no se percata que está violentando a las otras.

Osmel Herrera (activista independiente)

Lamentablemente, hay lagunas en el Código Penal. Hay delitos que son a instancia de partes. En la violación y la amenaza tiene que denunciar la víctima. Según el de Amenazas: la persona tiene que sentir miedo.

Hemos conocido casos de violencia sexual, que no hablan porque abusa el tío o un primo o no hablan por miles de razones. Muchas veces utilizadas como juguete sexual.

También existe un miedo en las mujeres afrodescendientes, que cuando están en un problema sienten que va a ser mayor la problemática que en otras mujeres, porque hay una diferencia marcada, que no la propicia el Estado, pero las reacciones no son iguales.

Hay activistas comunitarios, que incluso son machistas o xenófobos.

Hay un problema cultural, de educación, aunque ahí esté la política de Estado influyendo consciente e intencionadamente en la subjetividad de los actores. Voy a mi casa y contribuyo a esa educación, en maneras del diálogo y comunicación, porque la familia es célula fundamental, en cualquier estado y sistema.

¿Qué podemos hacer?

Estamos en el momento propicio, a raíz del cambio de la Constitución -los derechos y deberes que señala-, para a través de acciones afirmativas, empezar a interesar al Estado, a cambiar la mirada del problema. Y el Estado tiene que mirar a todo y lo tiene que conocer a partir de las víctimas. El problema es grande. Tiene que ser asumido desde la institucionalidad, ponerle nombre y apellido: Ministerio de Salud o Justicia u otro. No podemos descansar, pero la responsabilidad ineludible es del Estado, quien aúna todos los esfuerzos desde la cosmovisión y la diversidad cultural subjetiva que hay en Cuba.

Haciendo una disección del Código Penal, hay una estadística enmascarada, pues los delitos de agresiones -a la integridad física-, se recogen como crimen, asesinato, intento de asesinato u otro, cuando las motivaciones pueden ser los celos, la violencia de género. Esta conducta está tipificada y es así visible en la intención del Estado. Mientras los delitos contra los derechos patrimoniales -viviendas y propiedades-, quedan tipificados también de esa manera.

Habría que cambiarle la percepción al Estado, en cuanto a este fenómeno, porque el Código Penal protege la vida, pero no visibiliza el tema de la violencia. Estableciendo una política, se pueden recoger los datos necesarios, por un sistema informativo donde los órganos e instituciones tributarían y se pudiera medir, diagnosticar, realizar acciones e ir profundizado en esa política, mejorándola.

Deyni Terry Abreu (Alianza Unidad Racial-Redamu)

Los juristas tenemos la responsabilidad de hacer algo. En los eventos de abogacía, en los de género y derechos, en la Unión de Juristas, hacer que se vea esto, porque no es posible que sepamos que a mi vecina la van a matar y que veamos cómo la matan todos los días un poquito y no podemos hacer nada, porque ella tiene la responsabilidad de denunciar, pero ella tiene miedo y es un miedo real.

Es tratar de despertarnos nosotros mismos. Las mujeres y hombres que estamos acá podemos hacer acciones ciudadanas de manera conjunta, con responsabilidad, pensar en qué hacer, porque la catarsis, la hacemos a diario.

No solamente es unirnos, tenemos que exigir desde lo institucional. Hay que acudir por escrito a las autoridades pertinentes. Vamos a pensar en soluciones concretas que pudieran, por lo menos, impulsar la idea. Podemos hacer un escrito, dirigido en principio al Gobierno, de modo tal, que conozca lo que está pasando. Ahora hay muchas fortalezas con la nueva estructura de los Gobiernos locales.

Una asistente conminaba a estudiar la jurisprudencia y tratados de derechos humanos, que son instrumentos vivos. Se muestran muchas cosas que las estamos viendo hoy aquí y no están recogidas en las leyes cubanas. Y ponía de ejemplo información de la CDH, la Corte Interamericana de Justicia, de la Corte Europea o Naciones Unidas.

Es necesario dar talleres en los barrios, levantar la autoestima de las mujeres para que sepan valerse por sí misma. Tener consejería individual. Mostrar las investigaciones y estudios  sobre el fenómeno, además con buenas recomendaciones.

Hay que comenzar a hablar de estos temas, acercarnos a la Red de Mujeres Afrodescendientes, a Redamu, a la Alianza Unidad Racial, a Alianza Afrocubana y comenzar a hacer acciones conjuntas, no aisladas que no defienden nada. Hay que unir, para que se sepa que es un discurso común y somos varias identidades en el mismo camino.

Tenemos que comenzar a visibilizar nuestros derechos, para que Ni Una Menos, porque una mujer que abusan en un barrio, es una que mañana puede amanecer muerta y no hacemos nada con divulgarlo. Hay que tomar las medidas preventivas.

One thought on “Encuentro el Día de la Eliminación de la Violencia contra la mujer

  • Es bueno que se realicen estos encuentros, y la mujer luche por su derecho, no mencionaron a la FMC, en sus reuniones no están invitada esta organización o los CDR que son otra de las organizaciones que representan a las mujeres cualquiera que sea su color de piel.

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