En una cola de 600 por delante para comprar cerdo en Cuba
“La verdad es que no sabemos si vamos a llegar al mostrador antes del viernes”
Por Juan Diego Rodríguez (14ymedio)
HAVANA TIMES – El concierto al que pensaba asistir Yuleidi el viernes 23 de diciembre en la Casa de la Obra Pía, en La Habana Vieja, fue cancelado por falta de público. Al pedir explicaciones, le dijeron que lo mismo pasa estos días con muchas de las actividades culturales de la capital: nadie va a ninguna. “Todos están en la cola para el puerco”, le refirieron.
Este año, comprar la carne que el Gobierno ha puesto a la venta para las celebraciones de fin de año es más difícil que nunca.
A las denuncias del estado en que se están vendiendo las piezas, en algunos casos con mal semblante y peor olor y de la obligación de tener que adquirir, a miles de pesos, la pieza completa, se une la lentitud de las colas, cuando faltan muy pocos días para los festejos.
Silvia, Xiomara y María Eugenia, las vecinas de Plaza de la Revolución que contaron a 14ymedio cómo se habían puesto de acuerdo para repartirse una pieza de cerdo de casi 7.500 pesos, siguen esperando.
Cuando hablaron con este diario, hace días, pensaban que estaría a punto de llegar su turno, pues, referían, quedaban “unas 80 personas delante”. La venta estatal comenzó el miércoles pasado.
Sin embargo, a fecha de hoy, y sin que les hayan ofrecido explicación, van detrás de otros 600 números. “La verdad es que no sabemos si vamos a llegar al mostrador antes del viernes”, lamenta María Eugenia.
La fila para la carne está resultando también fuente de violencia. No son pocos los testimonios en redes sociales que muestran las broncas, a golpes, entre la multitud que espera, impaciente y malhumorada.
En otros municipios, como Arroyo Naranjo, los vecinos han improvisado verdaderas acampadas a las afueras de las carnicerías para alcanzar una pieza de carne, pues se ha sabido que no alcanza para todos los hogares inscritos en el mercado racionado de la ciudad. En las redes sociales algunos de ellos han compartido fotos de gente envuelta en frazadas o tomando ron para calentarse en las frescas madrugadas de este diciembre.
Silvia y sus amigas evalúan seriamente si apelar a un vendedor de turnos que las adelante en la fila en la que llevan más de una semana. Por 1.000 pesos cubanos alcanzarían a comprar este jueves antes del melodía, pero deben apurarse en decidirse o los precios por un lugar en la cola podrían subir en la medida en que se acerca la Nochebuena.
María Eugenia tiene dudas de si hacer la inversión de comprar un turno, pues su hijo residente en Miami le ha prometido un trozo de cerdo, importado de Brasil, a la venta en uno de los tantos mercados digitales que vende productos para la Isla: “No quiero que gaste ese dinero, que le hace falta para otras cosas, pero ya no aguanto más esta cola”.
Las cenas a domicilio también son una alternativa para los que tienen parientes que las paguen desde el extranjero. “Una caja de cerveza, con pierna asada y guarniciones por 250 dólares, puesta en la casa”, reza un anuncio publicado por un comercio privado habanero de cara al 24 de diciembre. Cuando se indaga sobre la procedencia de la carne la respuesta de uno de los empleados es determinante: “Cerdo importado, nada que ver con el que están vendiendo por la libreta”.
Es con artículos cómo estos en los que me pregunto: ¿por qué no cambian la estrategia? ¿por qué no venden los cerdos del gobierno en más puestos para así no tener que esperar para el mismo lugar? Y en realidad se que no tendría sentido preguntarme eso cuando el gobierno no es capaz de tocarse la nariz con el dedo índice, la cantidad de malas decisiones que toma Diaz Canel junto a sus lacayos es casi ridícula