El Tavel: otro gigante habanero que se despide

Por Maya Quiroga

tavel 3HAVANA TIMES — Hace pocos meses comenté sobre este inmueble habanero en el artículo Edificios en la memoria colectiva.

El Tavel se encontraba emplazado en la calle 21 # 559 entre C y D. Fue erigido a principios del siglo 20 con vigas de acero recubiertas de hormigón. La estructura de los techos era de vigueta y bovedilla. Contaba con seis pisos y 30 apartamentos, algunos de cuatro habitaciones, otros de dos y seis de una sola.

Hoy El Tavel forma parte de esos inmuebles que solo quedarán en el recuerdo de unas cuantas personas. Desde finales de la década de los 60 mostraba signos evidentes de deterioro. Durante las décadas posteriores sus vecinos albergaron la esperanza de verlo restaurado. En los 90, la Asamblea Nacional del Poder Popular asignó un presupuesto para reparar cinco edificios multifamiliares. ¿Qué sucedió con el dinero? Eso nadie lo sabe.

Así pasó y pasó un águila por el mar, hasta que en 2003 declararon inhabitable el inmueble y sus habitantes fueron reubicados en otros lugares. El diagnóstico final de los doctores: muerte segura.

Finalmente, la semana pasada el edificio dijo adiós para siempre. La noticia ha quedado sumergida en el silencio. Se habló del suceso, de manera escueta y como algo natural, en el Noticiero Estelar de la Televisión Cubana. En el momento en que las cámaras de televisión hacían el reportaje, los vecinos aguardaban por la llegada de la brigada de demolición para que comenzara la tarea.

Otro tema mostrado por el reportero era que la demolición estaba afectando a las edificaciones cercanas. Una señora de mediana edad expresó su preocupación ante las cámaras, pues las labores de demolición podían afectar su casa, aledaña al Tavel, y también en peligro de derrumbe.

Luego, la mencionada señora, se refirió al polvo al que estaba expuesta su ropa de cama y objetos personales. Y es que no se habían tomado todas las medidas necesarias para que el derrumbe causara el menor número de estragos posibles entre la población.

DSC_0000023Sin embargo, nadie habló del dolor de quienes vivieron allí, de quienes soñaron que quizás, algún día, se pudiera recuperar para las futuras generaciones el llamado Titanic habanero.

A veces nos sumergimos en las frías estadísticas y no tenemos en cuenta los sentimientos. Esas llamadas historias mínimas solo están presentes, en muchas ocasiones, en la ficción o en la documentalística nacional, no así en el periodismo que realizamos día a día.

Hoy, El Tavel nos habla desde un montón de escombros. Junto a El Alaska y al hospital Pedro Borrás ya no marcará más nuestra visualidad habanera. Tengo fe en que todavía el edificio López Serrano se pueda salvar, gracias al empeño del arquitecto Juan García Prieto y un grupo de jóvenes profesionales autores del trabajo de tesis Proyecto de rehabilitación integral, con presupuesto participativo.

No puedo dejar de citar una vez más al sociólogo Carlos García Pleyán, quien plantea que: “Hay que repensar la relación entre la administración y los ciudadanos e introducir la planificación y el presupuesto participativos”. Solo con un desarrollo económico local, a partir de recursos endógenos, se logrará la sustentabilidad económica en el proceso de rehabilitación y revitalización urbanas.

Una descentralización articulada y participativa de la economía puede atender objetivamente las demandas ciudadanas y mejorar la prestación de servicios en general. En todo eso pensaba, cuando pasé ante los restos mortales de El Tavel. Aunque no viví en ese edificio no puedo dejar de solidarizarme con sus vecinos.

3 thoughts on “El Tavel: otro gigante habanero que se despide

  • Como el título de la novela. “Y quedarán las sombras”

  • Y como los Castro son de largos años de vida, y como queda un berenjenal de Castro todavia, llegara el momento en que no quede nada. Parece mentiras que un edificio de hormigón armado, con vigas de acero, como casi todas esas joyas arquitectónicas que encontró la cuadrilla de éstos bandoleros cuando llegaron al poder las dejen perder así, en tiempos donde en el mundo entero se preservan. Mientras el hijo del dictador si tiene para gastar en vacaciones como todo un sheik arabe.

  • sheik: “jeque”

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