El sector privado en Matanzas: Ni bueno ni malo

Tienda “La Isla de Cuba”, Matanzas

Por Tony Vila (Progreso Weekly) 

HAVANA TIME – En la provincia de Matanzas, el sector privado sigue abriéndose camino en la economía. La escasa oferta y capacidad de producción que prima en el sector estatal del comercio deja un espacio para el posicionamiento de empresas, emprendedores y vendedores ambulantes como la mayor fuente de abastecimiento. En los municipios, al tener menor prioridad que las cabeceras provinciales, esta situación es aún más evidente. La alimentación, que constituye una necesidad básica, tiene casi la totalidad de su mercado en el sector privado o en el mercado informal digital. Grupos de compra-venta o canales de Telegram se han transformado en grandes almacenes, donde se encuentra de alguna manera todo lo necesario para surtir una canasta alimentaria.

Presenciamos el nacimiento de un nuevo tipo de establecimiento, pues lo que antes eran las tiendas en CUC son ahora las tiendas en MLC, rara vez surtidas para esta parte del país. Sin embargo, los perritos, mortadella, picadillo, embutidos en general, artículos de limpieza, aseo o simplemente confituras hoy se encuentran en puntos de venta habitualmente ubicados en portales de casas, muy pequeños pero muy bien surtidos. “Puntico”, “cafetería”, “quiosco”… son muchos los nombres que reciben, incluso es común que los llamen “mipymes”, aunque por lo general estos son trabajadores por cuenta propia que solo revenden lo adquirido al por mayor en las verdaderas micro, pequeñas y medianas empresas. Lo cierto es que para muchos cubanos estas son las nuevas tiendas, donde encuentran la mayoría de lo que necesitan.

Este fenómeno no es casualidad ni se encuentra al margen de la ley, pues la mesurada apertura del sector estatal a negociar y crear convenios con las pequeñas y medianas empresas permite abastecer tanto a la población como a organismos del Estado. Las mipymes de construcción o restauración, por poner un ejemplo, son en su mayoría las encargadas de los trabajos en infraestructuras estatales o patrimoniales, lo que ayuda a la normalización del sector privado como una parte fundamental del desarrollo no solo económico, sino también social y de bienestar.

¿Lo negativo o positivo? Las mipymes son una fuente generadora de puestos de trabajo de diferentes sectores y profesiones, un aspecto que favorece considerablemente la calidad de vida de sus empleados en comparación con los trabajadores del sector estatal, lo que da pie a una brecha salarial que va en ascenso conforme crece el mercado. Dicha diferencia origina una nueva clase social, algo parecido a una clase media que, si bien beneficia a muchas familias cubanas, hace más visible las carencias que podrían tener los pertenecientes a la clase menos favorecida.

EL TURISMO Y EL SECTOR PRIVADO

Para Varadero no es algo novedoso la participación de agentes no estatales. Las cooperativas no agropecuarias llevan años trabajando codo a codo en labores de mantenimiento y transportación en algunas entidades hoteleras, sin embargo las mipymes tienen un modelo de negocio diferente y más amplio, y pueden ocupar importantes espacios comerciales como son la alimentación, la creación de tiendas o marcas autóctonas, y el trato directo al turista. El aumento de servicios dedicados al turismo dirigidos por particulares parece ser la forma ideal de contribuir al desarrollo local, a la vez que se fomenta un turismo cada vez más amplio y más diverso. Mientras más opciones de ocio y servicios sean creadas, mayor será la experiencia y la recaudación.

El dinero que genera un polo turístico tan importante como Varadero antes iba en su mayoría a las diferentes empresas o entidades del Estado. Con negocios particulares formando parte de casi todas las actividades económicas de la zona, este capital circula de forma local y favorece el crecimiento económico, eso sí, funcionando igualmente como empresas. Los negocios pequeños aún no tienen mucho espacio en están nuevas formas de gestión.

CUANDO LA LUZ GUÍA AL MERCADO

La falta de energía eléctrica en los centros urbanos de algunos municipios ha provocado una migración del comercio hacia zonas cercanas a hospitales o bancos de sangre, donde la corriente suele irse con menos frecuencia, para asegurar la continuidad y calidad de los negocios. Este peculiar fenómeno trae consigo la creación de nuevos centros comerciales en lugares en los que por infraestructura y tradición no deberían estar, moviendo el flujo monetario y, por ende, de personas hacia donde indica la luz. Este éxodo energético, si bien ofrece un salvavidas para los emprendimientos, acarrea consecuencias para la economía local: al inyectar una dosis de dinamismo económico a los territorios receptores, crea más puestos de trabajo, diversifica la circulación de personas de la localidad hacia áreas que antes podían ser predominantemente residenciales y este propio flujo favorece la creación de nuevos negocios e infraestructuras. Sin embargo, el abandono del centro de la ciudad por parte del comercio genera un declive económico en la zona, por lo que, a pesar del desarrollo que trae para ciertos sitios, desencadena el efecto contrario en los lugares que no tienen acceso seguro a la energía eléctrica, provocando el cierre de locales o negocios ya establecidos a causa de la descomercialización.

EL TRANSPORTE Y SUS COSAS DE SIEMPRE

No es un secreto para nadie la ausencia de un transporte público suficiente para cubrir las necesidades de movilidad de la población local. Matanzas, Cárdenas y Varadero todavía disponen de una mayor cantidad de ómnibus, aunque la mayoría de las veces es necesario optar por una máquina o camión particular para lograr llegar a nuestro destino; pero si nos movemos al interior de la provincia, los ciudadanos quedan totalmente en manos de la transportación privada, ya que escasos buses de trabajadores circulan entre municipios porque las rutas estatales han ido desapareciendo hasta quedar casi extintas. Transporte hay, no se puede decir que no, solo que la diferencia de precios del trayecto Cárdenas-Colón entre el sector estatal y el privado habla por sí sola. Existe un bus que rara vez aparece y cuesta cien pesos, una maravilla cuando circula, pero su frecuencia y horario no son convenientes ni resuelven el problema, lo que hace que las “máquinas”, o autos antiguos particulares, que cuestan siete veces más, se vuelvan inevitablemente el medio cotidiano para moverse en este trayecto no tan largo, pero sí muy transitado por residentes de ambas ciudades.

¿HAY FUTURO SIN MIPYMES?

En las calles cada cierto tiempo resuena un nuevo rumor sobre el cierre total o parcial de las mipymes, según muchos, debido a los altos precios o a la riqueza particular que generan para sus propietarios. Siendo realistas, viendo el alcance de estos modelos de negocio y su implicación cada vez más cercana a los proyectos estatales, queda claro que muchos sectores de la economía del país dependen de estas empresas, por lo que no sería viable deshacerse de ellas o intentar un boicot en su contra. Como buen ecosistema, están destinados a convivir ambos modelos, como sucede en la mayoría de los países, fenómeno que en Cuba estamos comenzando a experimentar y, sobre todo, a entender.

*Tony Vila, periodista matancero.

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