El santuario habanero de la Patrona de Cuba

Por Pilar Montes

PórticoHAVANA TIMES — En el programa que desarrollará el papa Francisco en su visita a Cuba del 19 al 22 de septiembre, no aparece el santuario diocesano de Nuestra Señora de la Caridad, ubicado en La Habana, como punto en el recorrido oficial.

La gran mayoría de las visitas de altos dignatarios de la Iglesia Católica y de otros países, así como menciones en la prensa a la Virgen de la Caridad del Cobre se refieren al santuario que ésta en el poblado aledaño a una antigua mina de cobre en Santiago de Cuba.

La leyenda que acompaña a esta deidad dice que en 1613 dos hermanos descendientes de indígenas, Juan y Rodrigo de Hoyos y un negro de nueve o 10 años, llamado Juan Moreno, buscaban sal en la bahía oriental de Nipe, cuando divisaron una imagen flotando en el mar.

Llevaron su tesoro al poblado Real de Minas, próximo a Santiago de Cuba, donde existía una enorme veta de cobre a cielo abierto. Los pobladores consideraron el hallazgo como un milagro y buena señal.

De entrada le construyeron una ermita que con algunas reconstrucciones quedaría destruida en 1906, debido a las explosiones y excavaciones de la mina.

Luego de declarada República la isla de Cuba, el 24 de septiembre de 1915, un considerable grupo de veteranos de la Guerra de Independencia, encabezados por el general Jesús Rabí, reunido en el santuario del Cobre, en Santiago de Cuba, concluyeron el documento donde solicitaron al papa Benedicto XV que nombrara a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.

El Sumo Pontífice acogió con beneplácito la petición de los patriotas y declaró a la Santísima Virgen María de la Caridad del Cobre como Patrona Principal de la República de Cuba, el 10 de mayo de 1916.

Sin embargo, existe otro templo con la misma categoría de Basílica Menor como el de Santiago, dedicado a venerar a la Patrona de Cuba, cuya edad está todavía en controversia y que, por otras razones, merece también la atención de un Santo Padre.

El Altar Mayor
El Altar Mayor

Sobre el valor arquitectónico e histórico de la iglesia habanera y el aura de misterio en torno a ella, recuerdo una animada conversación sostenida una tarde de verano, en la playa y en medio de un reñido juego de dominó, con mi amiga ya extinta, Eliana Cárdenas (1951-2010), considerada por altos especialistas como la principal historiadora de la arquitectura cubana en la segunda mitad del siglo XX.

La Iglesia Católica en Cuba y sus historiadores argumentan que el Obispo de Espada construyó el recinto religioso en 1802, pero Joaquín Weiss, un erudito en arquitectura colonial cubana, afirma que el llamado Cementerio de Espada fue consagrado por el obispo en 1806, según registros de la época y que “el camposanto inicia el fomento de sus obras públicas.”

Buena conversadora, como profesora de muchos años, Eliana agregó que un experto habanero, de extenso quehacer en ordenación territorial y urbana, académico J. H. Fernández, destaca que Espada “en 1810 encargó las obras (de la iglesia habanera) al maestro cantero Pedro Villaro”.

Por otra parte, en sus investigaciones, la arquitecta cita un documento del transcriptor de los archivos del Arzobispado de La Habana, Cuadrado de Melo, quien señala “1815 como el año de fabricación del actual templo de La Caridad.”

La curiosidad periodística que provocó en mí esta polémica sobre cómo y cuándo se había construido la iglesia habanera, me hizo pedirle a Eliana el resultado de sus pesquisas, que conservo hasta hoy.

La arquitecta e historiadora citó por último al que consideraba el tercer “descubridor de Cuba”, después de Cristóbal Colón y Alejandro de Humboldt, Jacobo de la Pezuela, quien en su libro insigne sobre la Isla, dice: ”la fabricación de la Iglesia tuvo que sufrir largas demoras antes de emprenderse seriamente en 1819.”

Otro historiador de la propia iglesia, monseñor Ramón Suárez Pulcari, plantea que el origen de esta está compartido con dos ermitas del siglo XVIII, erigidas en terrenos extramuros bajo el gobierno pastoral del obispo Lazo de la Vega, hechas de madera y techo de paja en 1716, ampliada en 1738 y designada un año más tarde con el título de Nuestra Señora de Guadalupe y San Francisco Javier.

Entre los avatares que dice el Monseñor enfrentó el templo fue su destrucción ordenada en 1762 por el constructor del Castillo de Atarés, por considerarla peligrosa dada su ubicación estratégica.

Según Suárez Pulcari, las obras de construcción de la Iglesia de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en la capital concluyeron en 1839, dejándola con una fachada neoclásica, con un pórtico flanqueado por cuatro columnas y arcos de medio punto.

¿Cuándo se construyó finalmente la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en La Habana? La respuesta se la dejo a los historiadores, porque yo, como cronista, cumplí mi cometido: despertar la curiosidad en los lectores y sugerir que se incluya este monumento de la historia espiritual del pueblo cubano en el recorrido de una futura visita del Obispo de Roma.

3 thoughts on “El santuario habanero de la Patrona de Cuba

  • ?Es esta la iglesia que esta en Manrique y Salud, Centro Habana?

  • Yo estaría mucho más preocupada por la libertad de los opositores políticos, que pudieran participar de los eventos con el Papa y mucho menos con que si el Pontifice visitará uno u otro símbolo.
    Pero bueno ya sabemos que Pilar, como articulista, siempre nos hace mirar hacia donde no están las cosas medulares. Se la pasa “entre el floreo y el disparate”, pero bueno de eso no es culpable Pilar.Ese es el “estilo” de la “prensa” cubana.

  • Hmmm…-¿HT ya es prensa cubana?

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