El regreso de Dayron Robles

Por José A. Rodríguez

Dayron Robles. Foto: cubasi.cu

HAVANA TIMES — Acéfalo como está el atletismo varonil cubano tras la deserción del triplista Pedro Pablo Pichardo, el regreso del campeón olímpico de Beijing 2008 Dayron Robles es una bocanada de aire fresco, o una cortina de humo, depende de cómo se mire.

Digna de una telenovela ha sido la relación de amor-odio del especialista en los 110 metros con vallas con el atletismo cubano, que lo aupó como héroe en sus inicios, pero se hartó de sus constantes lesiones y sus resultados por debajo de lo esperado en las grandes citas del mundo.

Los diferendos comenzaron poco después de su coronación en la cita estival china, pues para el Mundial de Berlín 2009 quedó en semifinales, por su primera lesión. Un aliciente fue su medalla de oro en la justa del orbe bajo techo de Doha 2010, a pesar de que se trata de un certamen de menos importancia, pero de ahí en adelante casi todo fueron tropiezos.

Nunca mejor dicha la palabra, pues eso fue lo que provocó el cubano en el chino Liu Xiang en la final de las vallas cortas en la lid planetaria de Daegu, Surcorea, en 2011. La alegría por creerlo campeón se transformó luego en decepción al ver cómo claramente el caribeño manoteaba al asiático más de una vez, hasta que lo sacó de balance, antes de entrar en primer lugar.

Como consecuencia, fue descalificado, pero más allá de eso, me atrevería a decir que perdió el amor incondicional de la fanaticada cubana, no acostumbrada a que sus ídolos actúen de esa manera. Los desencuentros prosiguieron al año siguiente, cuando en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 el vallista guantanamero ni siquiera completó su carrera final por una lesión que ningún médico había detectado.

Hasta las más altas autoridades de la disciplina en el país pusieron en duda que hubiera sido real el percance, más todavía cuando poco después Robles fue anunciado en las filas del club francés Mónaco. ¿Cómo era posible que estuviese lesionado, y después apareciera corriendo fuera de Cuba como si nada?

Luego de un parón de dos años por sanción, debido a ese contrato vía personal, en el cual descubrió su faceta de empresario al iniciar negocios de hotelería en La Habana, el también exrecordista mundial decidió volver a las pistas con la vista puesta en la cita bajo los cinco aros de Río de Janeiro 2016.

Por esos días lo entrevisté, y si soy sincero, no creí nada de lo que me dijo. Más bien me pareció que retornaba para asegurar que no le quitaran su estipendio de 300 CUC mensuales, porque correr, lo que se dice correr, no corrió.

Ahora lo vemos de nuevo “montado en el tren” de los entrenamientos, y me sigue costando trabajo creerle, por más que asegure que quiere volver a ser el gran corredor de antes. En un alarde de populismo no habitual en él hasta ahora, dijo que quería presentarse, y lo hizo, delante de los aficionados cubanos en el reciente Memorial Barrientos, donde por cierto, fue segundo con un tiempo bastante discreto, atribuido a su poco tiempo de preparación.

Al parecer, no soy yo el único que desconfía, pues por ninguna parte se ha visto al presidente de la Federación Cubana de Atletismo, Alberto Juantorena, quien guió la cruzada personal contra él en sus horas bajas.

No se me borra de la mente la cara descompuesta del bicampeón olímpico de Montreal 1976, que ponía en duda las lesiones de Robles dando golpes sobre una mesa en el Salón de reuniones de la Ciudad Deportiva. Algo me dice que el Elegante de las pistas no ve con muy buenos ojos este retorno.

Pero bueno, especulaciones aparte, lo cierto es que el muchacho está de vuelta, con nuevo entrenador incluido, y no debemos ser nosotros quienes tratemos de adivinar lo que pasa por su cabeza, tarea que se nos antoja imposible.

Para el atletismo cubano parece haber consenso en el resto de los integrantes de la Federación y de la Comisión nacional, que entusiasmados abrieron los brazos al único medallista dorado bajo los cinco aros en los últimos 15 años, en el sexo masculino.

No es para menos, pues el Deporte Rey no aportó títulos ni en Londres ni en Río de Janeiro, y quien parecía destinado a lograrlo en un futuro cercano, decidió hacerlo con otra bandera. Tampoco desde el punto de vista mediático otro representante cubano del campo y pista ha levantado tanto revuelo, por lo que al menos expectativa habrá.

Por cierto, su especialidad no vive ahora su mejor momento, quizás porque los controles antidopaje son más rigurosos. La realidad es que prácticamente nadie baja de 13 segundos, cuando en su época de esplendor poseer esa marca no garantizaba llegar a lo más alto del podio en ninguna competición de relevancia.

Tampoco hay un corredor dominador, como en tiempos pasados, cuando era fácil saber entre quiénes eran los duelos, ya fuera con Xiang o con los estadounidenses Darren Oliver y Aries Merritt.

Esto es positivo para Robles, cuya meta este año es llegar a 13.21 segundos, un crono discreto, pero que le pudiera reportar una medalla en el venidero Campeonato Mundial, previsto para Londres en agosto.

De momento, ya el vallista del Guaso inició la tradicional gira europea (cuarto este domingo en Francia, con el mismo crono que hizo en La Habana), donde espera vencer los 13.48 segundos que piden como marca mínima para asistir al certamen orbital, y se le ve esperanzado incluso en llegar a Tokio 2020, si las lesiones lo dejan.

En cualquier caso, siempre nos ha parecido que la “lesión” más importante de este chico no ha sido del cuello para abajo, sino de los ojos hacia arriba. Solamente el tiempo dirá si en serio se podrá contar con él para las grandes citas de este cuatrienio, incluidos los Juegos Centroamericanos y Panamericanos, o si solamente lo hace para mantenerse ocupado.

One thought on “El regreso de Dayron Robles

  • Sea la razon que sea, y, dejando claro que la bandera es muy importante, el muchacho es LIBRE para hacer lo que le venga en ganas, para decidir con quien compite, para hacer negocios de hoteleria y cuanto por su cabeza pase. Al final, el INDER, la federacion de atletismo cubana, Juan Torena, los periodistas y hasta etcetera, son unos oportunistas, corruptos y vividores y el muchacho no se mete en eso, so la mejor manera es buscar un buen entendimiento entre las partes e intentar sacar el atletismo cubano del congelador, si es que pueden!!!!!!. Y LO DIGO YO QUE NO SE ME HA SUBIDO LA FAMA PA’ LA CABEZA.

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