El proyecto Cuba Posible con la prensa
HAVANA TIMES — Los días 10 y 11 de octubre sesionó en el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba, de la ciudad de Cárdenas, el coloquio Cuba: soberanía y futuro, auspiciado por el proyecto Cuba Posible, perteneciente a esta entidad. En el contexto del evento Rita M. García, Aurelio Alonso, Julio César Guanche, Lenier González y Roberto Veiga –miembros del equipo gestor del proyecto- dialogaron con varios medios de prensa acreditados en Cuba. Estaban presentes Progreso Semanal, Cuba Contemporánea, las agencias Inter Press Service (IPS) y Associated Press (AP), Radio Nederland, y el Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe (SEMlac). A continuación, ofrecemos el texto íntegro del diálogo entre la directiva del proyecto y la prensa.
Ivet González, agencia IPS: Yo quisiera preguntar, un elemento básico que yo quiero que nos expliquen, ¿qué es una plataforma de diálogo? Concretamente, ¿si van a ser solo este tipo de encuentros, si van a tener medios?
Roberto Veiga: el proyecto Cuba Posible es el resultado de un trabajo de una década, de un conjunto de amigos que fue ensanchándose, de amigos cubanos, de la Isla, de amigos cubanos que viven en el extranjero, de cubanos con pensamientos diferentes, pero como se decía anoche, que llegaron a compartir una relación basada en cierta mística del deber acerca del bien de Cuba y de cada uno. Conseguimos entender que podíamos proyectarnos desde posiciones diferentes, con propuestas diversas, pero que nunca renunciaban a promover y a defender la soberanía, tanto nacional como ciudadana; la libertad, pero no el libertinaje, sino la libertad responsable y la justicia social; la esperanza, algo tan importante que hoy se ha hablado, porque no sabemos qué país vamos a tener dentro de cinco años; la esperanza y la solidaridad, porque sin la solidaridad no podremos construir la esperanza (la esperanza no puede ser un sueño, tiene que ser algo posible); el compromiso con los débiles, porque no queremos una sociedad solamente desarrollada, cuando definimos nuestros objetivos, que están en el segundo párrafo de la nota de prensa, nos enfrascamos en el tema y decidimos proponer una visión económica orientada hacia el desarrollo, pero también hacia el bien común (no puede haber sectores sociales marginados, no debe haber sectores sociales en la pobreza, no debe existir un país fragmentado); y el compromiso también con la no violencia, la no violencia, incluso, de las ideas y de las palabras, porque eso solo generaría trincheras de combate y no los puentes de diálogo que necesita el país para poder reconocer todas esas mentalidades que hablaba Guanche. Construimos entre muchas instituciones cubanas de la Isla, e instituciones cubanas del extranjero, muchas instituciones extranjeras que tienen que ver con el tema cubano, les repito, muchos cubanos y extranjeros interesados en la problemática nacional, dentro del país y fuera del país, una relación muy estrecha que permitió dar un salto cualitativo en este momento y crear el proyecto Cuba Posible, que ha sido acogido por una de las instituciones que nos viene acompañando desde hace años, que es el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba, quien ha contribuido grandemente en este quehacer y que ahora se empeña en contribuir más.
Lenier González: Hablaban sobre qué formato tendrán las cosas que vamos a hacer. Seguiremos haciendo lo mismo que hacíamos en Espacio Laical; o sea, este tipo de encuentros, que han sido habituales. También intentaremos trabajar para tener, lo antes posible, una plataforma web que dé seguimiento a todos estos debates. Igualmente tendremos un cuaderno, ya no tendremos una revista, como era Espacio Laical en su momento, con bloques sistemáticos de cultura, internacionales, política, etc… será un cuaderno mucho más condensado donde se le dé seguimiento a un conjunto de temas relacionados con la realidad cubana, pero en un formato más reducido.
De manera general eso será lo que hará el proyecto, es decir, cómo se va a concretar físicamente: un cuaderno impreso, una plataforma web y este tipo de eventos, con temas que fueron los temas de Espacio Laical, porque creemos que son los temas que eran importantes para el país; siempre en el caso particular de Veiga y yo con el compromiso de seguir promoviendo y clarificando como debe ser la articulación de fe y política en Cuba, eso es un compromiso que tenemos él y yo con el padre Carlos Manuel de Céspedes, que fue una figura muy cercana a él y a mí. El padre Carlos tenía una visión sobre eso, y nosotros tenemos el compromiso moral y político de seguir llevando adelante ese legado. Cómo articular fe y política en la Cuba del siglo XXI, de manera sosegada y que contribuya a buscar otras articulaciones dentro de la sociedad.
Aurelio Alonso: quería decir algo, ¿usted me permite? A diferencia de Veiga y de Lenier yo no procedo de la misma publicación, ni tampoco soy un hombre de fe; bueno, soy un hombre de fe, pero no necesariamente de una fe religiosa definida, no pertenezco a ninguna institución eclesiástica- sin embargo, ellos me pidieron, me propusieron desde temprano en Espacio Laical, colaboraciones y yo accedí, como he accedido a muchas cosas relacionadas con la Iglesia; tengo una vieja relación como académico con el mundo eclesiástico católico y a lo largo de estos diez años he podido estar cerca de ellos, verlos de cerca, colaborar con el grupo y para mí es muy importante el papel que ha tenido Espacio Laical en el pensamiento, en la reflexión de nuestra Cuba de hoy y en la capacidad ecuménica de aproximar, de unificar, posiciones con el respeto a la diversidad de puntos de vista de aquellos que colaboran con ellos.
Yo creo que, incluso, que en un plazo muy corto, un grupo tan joven logró levantar en Cuba, para mí, una de las publicaciones académicas de pensamiento, yo diría, más importantes. Cuando digo una de las más importantes no digo una variedad, digo una de las dos o tres, podría citarlas aquí, pero no quiero hacer propaganda, voy a limitarme a decir que para mí es una de las más, más, más importantes. Y yo creo que ese espíritu que lograron imprimirle a la revista merece ser alentado y permanecer, y pienso que el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo coincide en muchas cosas con este propósito, con este espíritu; Centro con el que también tengo una vieja historia de colaboración y de continuidad y de dirección. Entonces, me felicité mucho cuando acepté estar con ellos en este equipo, compartir con ellos, participar con ellos, honrarme con compartir con esta generación de la joven intelectualidad cubana, esa responsabilidad.
Xenia Reloba, Cuba Contemporánea: Yo voy a hacer, quizás, una preguntilla un poco obvia, pero la necesito a tono con lo que hemos estado hablando de esta proyección en cinco años y no sabemos… pero, por supuesto, me alegra mucho y me anima mucho que vayan a tener una plataforma virtual y además un cuaderno, porque eso dejará en blanco y negro una serie de discusiones que, evidentemente, pueden ayudarnos a transitar por un camino más o menos lógico de debate de nuestra actualidad. Pero me sigue inquietando ¿hasta qué punto podemos aterrizar este tipo de análisis en un tipo de diálogo concreto con las autoridades, los entes, lo que estén llamados a llevar a vías de hecho algunas de estas propuestas?; o sea, ¿Sigue siendo este proyecto una nueva aproximación, desde la academia o desde la teoría, o tienen alguna expectativa, alguna visión de cómo puede ir cambiado? Ovidio hablaba de esta supuesta Ley de Asociaciones, algún tipo de participación más efectiva en la construcción de políticas con respecto a este tema que ustedes están incluyendo en el proyecto.
Roberto Veiga: Nosotros siempre nos hemos propuesto interactuar con toda la sociedad cubana. Nos hemos propuesto conocerla, relacionarnos con ella, brindarles un espacio, servirles. Nunca quisimos que nuestras opiniones fueran preponderantes en los espacios, siempre hemos procurado estar en un plano de igualdad o incluso de inferioridad, para que el resto de las opiniones cubanas participen con nosotros y se sientan cómodas y no manipuladas, ofreciendo un espacio real que les pertenece a ellos. Hemos interactuado con la sociedad, hemos interactuado con los cubanos que representan y actúan dentro de las instituciones, no hemos logrado un vínculo institucional, pero hemos conseguido un vínculo con personas que llevan instituciones. Conocemos de innumerables casos en los cuales las visiones, las propuestas, que han surgido en nuestra revista, en nuestros eventos, han sido consideradas, han integrado el pensamiento y las proyecciones de las personas que actúan dentro de las instituciones. Eso yo creo que es muy importante: la interrelación entre cubanos, más allá de la oficialidad que le demos a las formas de relacionarnos. Se podría lograr una relación formal con diferentes instituciones, sería conveniente, pero lo más importante es la relación humana de comprensión, de aceptación. Pudiera haber una relación formal y menos apertura, menos comprensión, y por consiguiente sea menor la posibilidad de lograr síntesis entre los criterios de unos y de otros.
Milena Recio, Progreso Semanal: Dos preguntas. Uno: ¿Cómo ustedes le responderían a opiniones que estiman que constituyen un proyecto político? Dos: ¿Si ustedes tienen definida algún tipo de agenda política en la que quieran especialmente incluir temas definidos, para la discusión y la deliberación que están llamados a promover, así como el establecimiento de estados de opinión que favorezca una determinada interpretación de esas materias, e influir así en la toma de decisiones?
Roberto Veiga: Cuando nos planteamos Cuba Posible no nos planteamos una entidad política partidista, sino una entidad de facilitación del análisis y del debate acerca de muchas temáticas que están atravesadas por la realidad política, eso es incuestionable. Es imposible tratar el proceso de ajuste ciudadano, social, económico, institucional, que está teniendo lugar en el país, sin implicarnos en la política, pero no con una plataforma política, sino como facilitadores de un quehacer que promueve la armonía entre todos los miembros de la sociedad que debe encaminarse al logro de esos objetivos. Hicimos una síntesis de los objetivos sobre los cuales íbamos a trabajar en un inicio, y allí expresamos que íbamos a trabajar sobre la educación, la cultura, la espiritualidad, sin lo cual no podrá haber un país bello. Quedamos también en que íbamos a trabajar, para, como decía hace un rato, lograr una visión económica orientada hacia el desarrollo y hacia el bien común. Asimismo consensuamos trabajar para promover las iniciativas que intentaran procurar una democracia cada vez más plena, sin que la propuesta de ninguno de nosotros, ni propuestas que hayan emanado de un grupo de nosotros, se consideren la conceptualización de la democracia más plena, sino solamente un aporte a ese gran debate. Igualmente decidimos trabajar por el logro de una relación de Cuba con el mundo basada en la cooperación y en la paz. Y como es lógico, decidimos además propiciar el intercambio entre posturas en debates, fomentando, apoyando, promoviendo, brindando espacios, ofreciendo una metodología para el entendimiento, para salir de las trincheras y acompañarnos unos a otros en el proceso de salida de la crisis en la que vivimos. Ahora, hay otros aspectos que compartimos y que queremos defender y que lo dejamos bien claro, también en la nota, y que son valores de la nación cubana. Sentimos el compromiso de orientar todo nuestro trabajo en ese sentido, porque no hacerlo sería traicionar al país. Estos valores son los mismo que les decía ahorita: la soberanía, tanto nacional como ciudadana, la libertad responsable, la justicia social, la esperanza, la solidaridad, el compromiso con los débiles y con la no violencia. Pero no es una agenda partidista, ahí tendrán su espacio muchas posiciones que pudieran sea partidistas y sobre que pudieran no resultar partidistas de la realidad cubana.
Aurelio Alonso: yo quería añadir algo, que no es contradictorio con lo que ha dicho Veiga, está en sintonía con él, pero es en previsión del peligro de esa dicotomía, o académico o político. No es un proyecto político, además, es decir, yo no me siento ligado a él como ligado a un proyecto político, pero tampoco es enclaustradamente académico. Nosotros no aspiramos a trabajar la teoría por teoría, es decir, lo que nos mueve es la convicción de que hay mucha tela por donde cortar en el pensamiento transformador, y yo diría, hasta de salvación, no solamente de la Cuba actual, de la América Latina actual, del mundo actual, es decir, del sistema mundo. En tal sentido, nosotros tenemos que reconocer como legítima nuestra reflexión en todo lo que se refiere a la evolución y al cambio social a escala cubana, a escala continental y a escala mundial. Es decir, hacia dónde vamos, hacia dónde se puede ir, porque será Cuba Posible y será una América posible. Cuál es la América posible y cuál es el mundo posible, el sistema mundo posible. Entonces, por supuesto, es un grupo de reflexión, pero un grupo de reflexión muy comprometido; es decir, que aspira a que sus ideas y su pensamiento y hasta sus errores, para decirlo con justeza, porque uno tiene que estar dispuesto a equivocarse, influyan en la vida comunitaria. Quiero precisar que para hacer cosas valiosas hay que estar dispuesto a equivocarse; el que no está dispuesto a equivocarse, nunca hace cosas valiosas. Entonces nosotros que coincidimos todos en sentir una falta social de respuestas, que hemos constatado hoy aquí mismo, y tenemos ideas sobre esas cuestiones, queremos que esas ideas tengan algún efecto. Aspiramos que en el mundo de la política se nos escuche, y se nos tenga en cuenta, y se nos atienda. Aspiramos a que lo que digamos no se quede en el vacío, sino que se transfiera a las instituciones, que se transfiera a los actores políticos, que llegue a las otras generaciones; y si Julio César Guanche llega a ser diputado a la Asamblea Nacional mañana yo me alegraría mucho, pero ese no es uno de los objetivos para los cuales se forma este grupo. Yo quería aclarar esto, porque me parece que es importante también no hacer la dicotomía, lo nuestro es lo académico, lo nuestro no es lo político. Es decir, necesitamos integrar el aspecto académico y el aspecto que se relaciona con la vida política y el futuro práctico de la realidad cubana: político, económico, social y ético en todas las dimensiones.
Rita M. García: Solamente quería apuntar algo respecto acerca de que Cuba Posible es un espacio de participación, de análisis de incidencia, donde cabe también la solidaridad, y eso hay que cuidarlo. Cuando se ponen aspectos tan grandes y nombres tan importantes, pues ya todos aquellos a quienes queremos sumar pueden decir: no quepo, y realmente no es eso lo que queremos, realmente queremos un proyecto participativo. Si ustedes se dan cuenta, pueden ver que hay una gran participación de mujeres, pero si también se dan cuenta, por primera vez hay académicos que vienen desde el oriente y desde el centro de la Isla, de universidades muy importantes, como la de Holguín y la de Villa Clara, donde también cabe el departamento de desarrollo comunitario, porque hay que verlo desde esa perspectiva. Si lo estamos haciendo así, es porque se supone que queremos que todos participen en este proyecto. Queremos que ayuden al proyecto en este sentido, y que lo reconozcan dentro del centro que le da un sostén realmente legal. El nuevo proyecto está dentro de la visión, la misión y los principios y la ética con que trabaja el Centro de Reflexión y Diálogo-Cuba. No obstante, resulta importante recalcar que este que proyecto tiene voz propia, con dos intelectuales magníficos, además con un equipo que ustedes ven que está completo y dónde se sumarán muchos más; ya lo hemos dicho, y lo hemos visto también. Entonces les pido que piensen en eso a la hora de conversar y extrapolar qué es lo que estamos haciendo y cómo lo vamos a hacer.
Helen Hernández Hormilla: tres pregunticas rápidas: una, ¿Si tienen alguna previsión próxima de llevar los objetivos del proyecto a alguna acción concreta, teniendo en cuenta todo el trabajo comunitario que realiza el Centro donde están?, bueno; ¿Si tienen previsto esto, también más allá de incidir en el campo de la intelectualidad o la reflexión?; ¿Si piensan también llevarlo a la gente de alguna manera? Otra cosa es: el proyecto está surgiendo en un momento bastante delicado para el país, en un momento de transformaciones, y en un momento donde también se están acrecentando las desigualdades, y ustedes están partiendo de una perspectiva, usted lo decía muy bonito, con la gente, con la gente vulnerable. ¿Cómo se posicionan ustedes entonces, ante esas desigualdades que están ahora mismo en tela de juicio y acrecentándose muchísimo en el país, especialmente ante las inequidades de género y de raza?
Julio César Guanche: Yo en particular comparto ya hace tiempo también la forma de hacer las cosas, el pensamiento y la imaginación de estas dos personas que están acá y por supuesto con Aurelio hace más tiempo aun, y creo que puedo decir entonces que tenemos en común un respeto grande por las diferencias, un respeto grande por la diversidad, como mismo tenemos una gran crítica relativa a la desigualdad; o sea, se defiende la diferencia y se combate la desigualdad. Apoyamos la diferencia que es defender lo que somos, lo que nos hace personas propias, personas con capacidad por sí mismas para hacer sus vidas o intentar hacer sus vidas; pero lo que no queremos defender nunca son aquellas condiciones de desigualdad que condenan a algunas personas a vivir una vida sometidas a desventajas, como puede ser la pobreza. Cuando hablo de esto no me refiero sólo a la carencia de cosas, sino de condiciones y de posibilidades para modificar esas realidades. Yo creo que eso es un enfoque que defendemos, y lo defendemos como principio general para la articulación de la Cuba actual. Aspiramos a que el Estado y la sociedad no abandonen a la gente a su suerte. Pero no deseamos solo eso, no debemos quedarnos ahí, sino que hay que hacer cosas en positivo, actuando positivamente para que eso no ocurra. Para lograrlo convocamos a la responsabilidad ciudadana y cívica, colectiva y asociativa, como esta que también va en marcha en esa dirección.
Ivet González, IPS: si tienen planificada alguna acción próxima…
Roberto Veiga: Estamos orientando y organizando el trabajo a partir de todas estas cosas que logramos conceptuar, pero es muy pronto para anunciar una agenda amplia.
Rita M. García: mira, respecto a eso me podrías decir; que al proyecto se le ha dado la libertad para ampliar la gama de temáticas con las que se pueden trabajar. Hemos hablado de muchas, de muchísimas, lo que es muy pronto, es muy jovencito Hemos hablado de la violencia contra la mujer, hemos hablado de temas tan prohibidos como el aborto, y otros más. Lo que pasa es que es muy joven y hay que ir precisando qué temas tocar ahora, cuáles después, cómo integrarnos en equipos para poder hacerlo quizás tres o cuatro a las vez; para eso hay que dar un tiempo. Quiero recalcar que el proyecto tiene libertad para tocar sus temáticas, discutirlas, ampliarlas.
Aurelio Alonso: Pero además, el proyecto no aspira a hacer un universo él por sí mismo, como decía Guanche. El grupo que está en el proyecto está integrado por representantes de centros que trabajan esas acciones concretas de desarrollo, como es también el propio Centro donde nuestro proyecto se inserta, que tiene una larga tradición ya de trabajo social en la provincia y en el país y que tiene un reconocimiento en ese sentido. Pero también hay otros centros, en algún momento posiblemente también invitemos al CENESEX, o a otros centros que aborden estos problemas. Tenemos que ir aproximándonos en la medida en que vayamos avanzando en el diseño de tareas y prioridades. Tenemos que comenzar con algo, y nos parecía que un coloquio sobre el tema de la soberanía resultaba muy importante, porque constituye uno de los temas más caros en toda la historia revolucionaria cubana. Un país que vivió bajo dominación española más que el resto de América Latina y que cuando la independencia se suponía que trajera soberanía no la trajo, en fin, y triunfó una revolución sobre la base de una consigna de soberanía en su bandera y en su proyecto, y por otra parte en la práctica ha tenido que ver afectada esa consigna de soberanía tanto y de descubrir cuán difícil es obtenerla, bueno, en fin, nos parecía que soberanía tenía que ser uno de los conceptos claves, de los principios claves, de los puntos de vista claves, en nuestra proyección y a partir de ahí también sale el coloquio para reflexionar sobre el tema y darnos a conocer como proyecto.
Lenier González: Yo quería decir algo. En la situación que vive el país, en el actual contexto que vive el país, hay sectores muy poderosos que codifican el futuro en claves de derrocamiento del gobierno y restauración. ¿Qué es la restauración? Pues pensar que el capitalismo duro y puro es la solución para Cuba. Y eso, nadie lo dude, traería de regreso un país fracturado, una república blanca y de élites. En tal sentido, Cuba Posible quiere hacer preguntas que nos hagan reflexionar, que aviven la esperanza y la utopía de que es posible construir un país sin volver al pasado. Y ese regreso al pasado está codificado en la ley norteamericana, y volver al pasado implica devolver propiedades e implica la autoflagelación del país; no solo devolver las propiedades, hacer elecciones, ajustarle las cuentas al gobierno, sino también autoflagelarnos de por vida. Creemos que eso no es una posibilidad, no la queremos, y vamos a trabajar para hacer las preguntas que tocan y para hacer las propuestas que tocan en este momento, y mantener viva la utopía de que un país mejor es posible; sí es posible, y es posible hacerlo entre cubanos que piensan diferente y que tienen unos valores comunes, y esos valores comunes marcan los límites de quiénes estarán adentro y quiénes estarán afuera en este proyecto. Este proyecto es excluyente, los cubanos que no compartan estos valores que Veiga y Aurelio han explicado no pueden participar. El proyecto va a funcionar con fondos públicos del Centro de Medioambiente y Desarrollo de la Universidad de Oslo, Noruega y, además, va a tener una pertenencia asociativa a la agencia de prensa IPS internacional, IPS Roma, que nos va a dar la posibilidad de hospedar la plataforma y de tener acceso al servicio de noticias de IPS. Eso es bueno que se sepa.
Ivet González IPS: tres pequeñas precisiones teniendo en cuenta que están comenzando: ¡Si este tipo de encuentro lo tienen previsto con una frecuencia, una vez al año, uno cada mes?… ¿Hasta qué punto el proyecto es ecuménico más allá del hecho de que ustedes sean laicos católicos y este sea un Centro de interacción presbiteriana? y ¿Si en algún momento se han planteado, al menos en el futuro, tener una impronta más macroecuménicama?
Rita M. García: Déjame aclararle a la prensa que no es de inspiración presbiteriana. Es Centro cristiano, que fue concebido por un pastor presbiteriano, eso es otra cosa. Él fue pastor durante 41 años, pero en realidad fue una inspiración de alguien que pensó en el bien común y de ahí sale el Centro; o sea, no es que sale de la Iglesia Presbiteriana. A veces manifiestan que Roberto y Lenier salieron de la Iglesia Católica y ahora son ecuménicos; todo eso es un error, pues la realidad va más allá. Será bueno que no nos encierren en posiciones que nos son exactas. Nuestro Centro es ecuménico porque es para todos, cristianos y no cristianos. Como decía Lenier, los que vayan por esta línea y quieran participar, quieran cooperar, lo pueden hacer, aunque no estén de acuerdo a veces con lo que uno esté diciendo.
Roberto Veiga: Una precisión. Lenier y yo no salimos de la Iglesia Católica. Lenier y yo pertenecemos a la Iglesia Católica, lo que en algún momento tuvimos una responsabilidad dentro de los mecanismos de la Iglesia, que hoy no tenemos.
Lenier González: Roberto y yo vamos a misa, nos confesamos, comulgamos, es decir, participamos de la vida eclesial como siempre. Simplemente ya no ocupamos una responsabilidad que antes ocupábamos, esa es la única diferencia. Siempre con un compromiso muy fuerte, y lo van a notar en el futuro, con la figura del padre Carlos Manuel de Céspedes, pues haremos lo decible y lo indecible por socializar su pensamiento entre los jóvenes cubanos.
Aurelio Alonso: Aclaro que, sin ser católico, ese es un compromiso que yo, por razones muy personales, de una amistad que me unió a él durante 50 años, también comparto.
Julio César Guanche: Yo pienso que es una manera también de vivir los valores que se profesan. Si uno defiende la diversidad, el respeto a la diferencia, la posibilidad de trabajar en su área es una manera de hacerlo, de vivirlo; y esa ha sido experiencia para mí durante dos años, compartiendo con personas con las cuales compartimos unas cosas y no compartimos otras; y algunas otras personas te dicen: ¿y tú que haces trabajando con gente católica? Y a ellos les dirán lo mismo: ¿qué tú haces con un comunista? Me parece que es parte de un futuro, que realmente no es un futuro imaginado, es un futuro que hay que hacer posible viviendo de otra manera. Y entonces identificar realmente tantas cosas que, es una frase que dije ya y hay que repetirla y hay que hacerla realidad, es que hay que identificar lo que nos une e identificar también lo que nos diferencia y saber exactamente cómo caminar con conciencia de ambas cosas. Y ante cada nuevo reto y ante cada nuevo desafío y ante los enormes desafíos que tenemos como cubanos de hoy, no detenernos en cada diferencia que tenemos y hacer de eso una trinchera y hacer de eso entonces un polo en el cual se reconsidera la negociación con el otro, un espacio que defender y esto es lo que yo soy y esto es lo que yo creo que es mejor para Cuba; no, se trata de efectivamente reconocer en el otro una posibilidad de reconocer que podemos realmente colaborar, porque si los problemas que tenemos son comunes la soluciones también tienen que ser comunes.
Milena Recio, Progreso Semanal: Yo interpreto que aquí hay algo, y por la mención a Carlos Manuel, que tiene que ver, obviamente con, el grupo Laboratorio Casa Cuba, aunque me imagino que no se repita completamente. Pregunto: ¿En algún momento podríamos esperar un documento o la continuidad de un documento o este tipo de documento programático como el que elaboró Casa Cuba el año pasado, si se sientan bases sobre el proyecto Cuba Posible?
Julio César Guanche: Bueno ahora mismo no sé, esto es un proyecto distinto al anterior, obviamente en relación con Espacio, porque fueron los editores de Espacio Laical quienes lograron que esa revista sea lo que significa. Yo estuve en el Laboratorio Casa Cuba, pero es una cosa también distinta a esta, por lo cual no se debe esperar lo mismo anteriores, pero tampoco pensar que todo será totalmente diferente. Cuba Posible es un espacio que no nos pertenece a nosotros cinco, porque también contamos con Mayra Espina, Víctor Fowler y Pavel Vidal, con lo cual estamos, obviamente, con un proyecto abierto a muchas posibilidades.
Milena Recio, Progreso Semanal: ¿Han recibido ustedes saludos especiales de alguna propuesta política, algún grupo que ha manifestado públicamente su apoyo hacia ustedes, en Cuba o fuera de Cuba?
Roberto Veiga: Personalmente no. Hemos recibido, desde siempre, la solidaridad de muchos amigos que hicieron posible Espacio Laical, y forjaron una identidad en Espacio Laical, que hicieron posible además transitar hacia este nuevo proyecto; una solidaridad inmensa de cubanos y extranjeros, de la Isla y de fuera de la Isla, pero no de grupos específicos ni de tendencias específicas.
Rita M. García: Las co-partes que trabajaban o trabajan con el CCRD-C conocían ya el trabajo que hacían Roberto y Lenier, y realmente lo que hicieron fue felicitar y acoger con muy buena voluntad y ver bien que el Centro no los dejara escapar. La posibilidad de trabajar con un espacio bueno y conocido está realmente provocando mucha solidaridad.
Aurelio Alonso: Que yo sepa, no he escuchado nada de ninguna figura política. Tampoco me he preocupado por saberlo. Realmente lo que a mí sí me interesa es que la mayoría de los compañeros con quiénes yo contacté para que vinieran al Coloquio vinieron y los que no han podido estar aquí hoy, por distintas razones, lo han lamentado mucho, y hasta más me han expresado que, por favor, hable con Veiga y le explique por qué no estoy hoy aquí. Todos han acogido la iniciativa con mucho entusiasmo en realidad, y eso a mí me parece que es muy importante en estos momentos para el proyecto. Creo que incluso yo diría que en este momento para mí, no comprometo el criterio de más nadie en este grupo, es más importante que el hecho de que algún dirigente me hubiera dicho, que bueno que lo hicieron, porque me parece que más importante que tener una opinión oficial, es sentir uno que tiene el consenso que le ayuda a confirmar que anda por un camino acertado. A mí el consenso me ayuda más que la aprobación. La vida me ha enseñado eso de alguna manera y la vida mía es larga.
Helen Hernández Hormilla: ¿Empezaron a trabajar desde Cárdenas?
Rita M. García: No, no necesariamente lo vamos a hacer desde Cárdenas, porque imagínate, ni ellos pueden mudarse para acá, ni yo puedo mudarme para La Habana con las responsabilidades que tiene el Centro aquí. De hecho yo soy una directora joven, joven de edad y joven de tiempo, y realmente como todo los coordinadores del Centro tienen experiencia, pero además tienen la libertad de trabajar, que es muy importante, ellos trabajarán fundamentalmente desde La Habana. A mí me tendrán que recibir en sus casas de vez en cuando.
Aurelio Alonso: Yo creo que organizaremos cosas en La Habana, y cosas aquí y cosas en el país. Yo creo que mantendremos una… el Centro es Centro al que pertenece el proyecto y trataremos de que eso siempre esté vigente con el balance de las locaciones de nuestras actividades, según la importancia.
Lenier González: Espacio Laical fue, por circunstancias muy concretas, muy capitalina y muy masculina; ambas cosas, son dos críticas que aceptamos.
Rita M. García: Imagínense ahora con una mujer ahí todo el tiempo.
Roberto Veiga: La participación de las mujeres y de los jóvenes en este evento han sido muy positivas y han contribuido grandemente.
Julio César Guanche: Se había preguntado por el saludo al nuevo proyecto; pero también hay otros que no hacen saludos, sino que hacen todo tipo de acercamiento muy crítico a este tipo de proyecto o deseando que no exista y/o vigilándolo de un modo en el cual pareceremos nosotros seres completamente inofensivos, completamente transparentes para la vida política cubana, porque supuestamente no significamos nada. Estos desean seguir marcando una imagen de que en Cuba no pasa nada, en Cuba no sea mueve nada, en Cuba no hay ningún tipo de actor interesado en situarse en la sociedad cubana y asumir responsabilidades con la sociedad cubana y esto como ellos acaban de decir es un proyecto que es político en esa medida, aunque también académico. Aurelio lo dijo muy bien, yo creo que hay una manera también de fracturar las esferas de la vida social en Cuba diciendo, esto es político, esto es académico, esta es la vida real, esto nos queda bien. Eso no contribuye a absolutamente nada, lo que hace es enfrentarnos unos a otros: los de a pie con los supuestos intelectuales o a los intelectuales con los políticos. A mí me parece que como pensamos de otra manera sí debemos situarnos y asumir responsabilidades ciudadanas, sociales, cívicas y morales con la sociedad en la que uno vive. Entonces si no recibimos un saludo no importa y si recibimos una crítica, tampoco importa.
Rita M. García: Algo voy a decir sobre los intelectuales y para hacerlo quiero citar a la doctora Pogolotti: intelectuales somos todos, desde el maestro de un pequeño pueblo hasta el mecánico.
Aurelio Alonso: Yo pensé decir algo. Además es lógico que me alegre que haya quien critique porque además no sería una buena señal que a todo el mundo le guste lo que hacemos. Siempre hace falta que algunos disientan.
Rita M. García: Siempre estaremos a su disposición. Aspiramos a que casi siempre nos encuentren así, en equipo.
La «oposición leal» en todo su esplendor. Por supuesto, que yo me excluyo de todo tipo de circo, como este: no me hace falta.
Tranquilo compadre, no tienen de otra. La posicion de fuerza sin base social es el suicidio.
Ahí lo que no hay es vergüenza, la base social se gana
Jorge Alejandro, fijate en el tono y caracter de las preguntas; han empezado un proyecto timido , y la primera Resistencia la reciben de la propia prensa; todas las preguntas van dirigidas a ver por donde van a sacar el pie esta gente.
Luis.
En las respuestas son anguilas; y, por supuesto, dejando muy clarito que, a la dictadura, ni con el pétalo de una rosa.
Jorge Alejandro, la presa no solo es escurridiza, tambien los cazadores no le muestran el canon completamente para no espantarla; pero se siente que la victima sabe que estan cargando calibre pesado. Ajedrez a la ciega es la rueda de prensa esa.