El primer ministro cubano “No sabe lo que está hablando”

contesta una doctora de Placetas a Manuel Marrero

Los hospitales ya no dan de sí para atender a los enfermos con los recursos que poseen. (Captura)

“Si va a buscar culpables, deje tranquilo al personal de salud que está dejando su vida, literalmente, en esto”

Por 14ymedio

HAVANA TIMES – “Desde que se declaró la fase de transmisión comunitaria todos estamos en línea roja, somos soldados de una guerra nuclear y andamos con tirapiedras”. La doctora Kenia Castellón trabaja en el Policlínico Norte de Placetas (Villa Clara) y conoce de primera mano la realidad de los enfermos de covid-19 en la Isla. Por eso ha estallado contra las declaraciones del primer ministro, Manuel Marrero, que el pasado martes apareció en la televisión nacional atribuyendo parte de la responsabilidad en el aumento de casos de covid a los sanitarios.

“Esta provincia está igualita que las demás con la falta de test de antígenos, la falta de medicamentos, los mismos problemas objetivos. Pero hay más quejas de los problemas subjetivos que de los problemas objetivos. Cuando usted suma la falta de medicinas, esto, lo otro, es inferior que la cantidad de quejas y denuncias por el maltrato, la dejadez, porque no los visitan. Es increíble eso”, dijo Marrero en una reunión de trabajo sobre la pandemia.

Aunque las declaraciones del primer ministro se referían a Cienfuegos, la indignación ha cundido entre muchos sanitarios de distintos puntos de la Isla, conscientes de que la situación de escasez de medios es la misma

“La escasez de medicamentos y otras cosas, que dijo rapidito y sin entrar en detalles, son las que tienen a nuestro personal de salud (al que pertenezco) exhausto, aterrorizado y decepcionado. Esas otras cosas, que no mencionó, son: falta de adecuados medios de protección”, reprocha la doctora, que desvela que incluso los sanitarios se ven obligados a recurrir al mercado negro para adquirir mascarillas, ya que las que les proporcionan no son suficientes para las extensas jornadas de trabajo.

Castellón enumera las interminables necesidades que afrontan los hospitales a diario, desde los medios diagnósticos para pacientes críticos, pasando por la falta de oxígeno, transporte y test de antígenos y PCR; hasta profesionales sanitarios, ausentes muchos por contagios, y ataúdes o vehículos funerarios para la recogida de los cuerpos de los fallecidos.

Todas y cada una de estas carencias son constantemente señaladas, tanto por la prensa independiente a través de denuncias de familiares y sanitarios, como por la oficial de provincias, que no duda ya en recurrir a las mismas fuentes para relatar la desesperada situación que se vive este verano de pico de la pandemia en Cuba.

Sin embargo, el Gobierno, aunque reconoce las carencias materiales, les resta protagonismo siempre que no se trate de culpar de ellas al embargo, y prefiere cargar las tintas contra las violaciones de los protocolos que, aunque se producen, no son el mayor de los males en un contexto de “medicina de guerra”.

“Cuando empieza la indisciplina, cuando no se cumple lo que está establecido, a ese impacto producido por la pandemia, nosotros le ponemos un extra y las consecuencias entonces son peores. De eso sí tenemos que abochornarnos. Y aquí se están cometiendo errores, aquí hay indisciplinas”, exclamó un Marrero escandalizado.

“Haga una lista de los sujetos responsables del problema y seguro que los médicos vamos a estar bien al final”, indica la doctora de Placetas

“No sabe lo que está hablando, es evidente. Para criticar a los médicos con esa tranquilidad, póngase primero en nuestra piel. Vista nuestro traje. Estamos condicionados para salvar, aliviar, mejorar y disminuir el sufrimiento (…). Si va a buscar culpables, deje tranquilo al personal de salud que está dejando su vida, literalmente, en esto y ya vemos que estamos solos. Primero valientes, después aplaudidos y ahora, ¿culpables? No joda…es verdad que cuando empieza el naufragio, las ratas son las primeras en abandonar el barco”.

El mensaje de Kenia Castellón, que trabaja también en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara y antes fue especialista en atención a pacientes con Sida en Placetas, ha sido muy aplaudido por cientos de usuarios que ensalzan su valor por replicar desde dentro del sistema y exponiéndose a sus posibles consecuencias.

Otros, además, le agradecen que entre en ese grupo de quienes se atreven a levantar su voz. “Le faltan muchas otras cosas que el sistema de salud necesita: hospitales libres de roedores, de cucarachas, suciedad extrema, problemas de plomería y más, para que médicos y demás trabajadores de la Salud puedan atender a un enfermo. Se necesita tener los medicamentos necesarios, los equipos necesarios, las suturas, los guantes, material quirúrgico (…) pero primero se necesita dignidad”.

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