El pez más bello de Cuba

Por Carlos Fraguela

HAVANA TIMES — No ha comenzado aún la temporada de playa, pero es grande mi deseo de ir a bucear. Equipado de careta y esnorquel la tarde se vuelve una aventura llena de apasionantes descubrimientos que la contaminación y la depredación humana amenazan con extinguir.

Hoy, en el mar, he vuelto a ver al pez más hermoso de Cuba. Lo poco que sé de él es fascinante y quiero compartirlo.

En esta época es solo un juvenil de cinco a seis centímetros pero con una función ecológica muy importante.

Vive en la zona próxima a la línea de costa y está entre los peces llamados limpiadores pues se alimenta de crustáceos que parasitan a otros peces. En el mar existen muchos crustáceos parásitos que nadan libremente buscando un hospedero y cuando lo encuentran se le adhieren fuertemente.

Aunque dicen que los peces no son muy inteligentes, algunos están muy bien adaptados a su medio y saben dónde buscar ayuda.

Ese es el caso de los peces barbero, que al sentir pequeños crustáceos entre sus escamas van en busca del pez ayudante. Es increíble ver la fila de barberos esperando para ser limpiados por el pez más bello de Cuba.

No crean que es fácil, a veces la extracción es dolorosa, pero el pez resiste el dolor sabiendo que el alivio vendrá luego. La ceremonia puede demorar unos minutos y al final todos (menos los crustáceos) salen contentos.

No solo los barberos buscan los servicios del más competente limpiador del mar, también los peces doncella y otras especies solicitan ayuda a este ser bendito que los libra del dolor y que además se alimenta de los parásitos para completar el mutualismo.

Observándolo detenidamente he llegado a la conclusión de que usa su belleza para llamar la atención de los peces que lo necesitan. Cuando no tiene faena de limpieza disfruta simplemente de la natación.

Casi terminando estas líneas logré conocer, gracias a un amigo biólogo, el nombre científico de este pez: Pomacanthus arcuatus.

Y con su nombre descubrí en Internet un dato muy curioso: cuando son adultos viven en grupos de un macho con un harén de tres o cuatro hembras, pero si el macho muere una de las hembras cambia su sexo y ocupa el lugar del desaparecido, lo que permite la conservación de la especie.