El Parque Central brilló como nunca

Por Ronal Quiñones

Clayton Kershaw en la esquina caliente del Parque Central de La Habana, donde se habla pelota casí 24 horas al día. Foto: www.theplayerstribune.com

HAVANA TIMES — Muy pocas veces en el emblemático Parque Central, de La Habana, se han reunido al mismo tiempo tantas estrellas del béisbol, y nunca tantas no nacidas en Cuba. La peña deportiva más famosa de la Mayor de las Antillas tuvo el lujo de recibir en días pasados la visita de buena parte de la delegación de Grandes Ligas que estuvo acá, y el beneplácito fue generalizado en ese punto de La Habana Vieja, sede habitual de una de las llamadas Esquinas Calientes.

Alguien con muy buen tino sugirió al ex-mánager Joe Torre y a los peloteros Miguel Cabrera (Venezuela), Nelson Cruz (Puerto Rico) y Clayton Kershaw (Estados Unidos) que visitaran ese espacio público donde se respira deporte casi las 24 horas del día, y buena parte de ellas específicamente pelota, como llaman los cubanos a su deporte nacional.

Desgraciadamente, no pudieron acudir quienes más admiración hubieran despertado, José Dariel Abreu, Yasiel Puig, Alexei Ramírez y Brayan Peña, porque una de las condiciones que les impusieron para poder regresar a Cuba fue precisamente que no abandonaran el Hotel Nacional donde se alojaron, salvo para las clínicas que se impartieron en los estadios Latinoamericano (La Habana) y Victoria de Girón (Matanzas).

De cualquier manera, fue un verdadero regalo para los fanáticos de ese sitio poder tocar a leyendas vivas de la Gran Carpa, e intercambiar criterios de manera espontánea.

Jorge Villalón fue uno de los privilegiados que pudo estar esa tarde allí, en la única actividad pública de los visitantes que no fue debidamente informada a la prensa oficial, y por eso no contó con una presencia más masiva de aficionados.

“Para nosotros realmente fue una sorpresa”, dice Villalón, “porque sabíamos que estaban aquí, pero nunca pensamos que vendrían hasta la peña. Por suerte aquí hay gente el día entero, y a la hora que vinieran iban a poder conversar con los cubanos, pero nos hubiéramos preparado mejor si nos lo hubieran avisado. Lo que no me imagino es cómo se hubiera puesto esto si se corre la voz, porque nadie hubiera querido perderse esta gran oportunidad.”

“Oye”, interviene Francis, “si llegan a anunciar eso por la prensa se para La Habana Vieja, mi hermano. ¿No te acuerdas como fue en San Isidro cuando vino Mayweather? Y eso que tampoco se avisó. Yo creo que si la gente se hubiera enterado ese día hay que cerrar toda la manzana, porque la gente no iba a caber en el Parque, y mira que es grande.”

Joe Torre con fanáticos en la esquina caliente del Parque Central.
Joe Torre con fanáticos en la esquina caliente del Parque Central.  Foto: www.theplayerstribune.com

“Para mí fue tremendo orgullo”, opina el veterano Máximo, “yo soy fanático de los Yankees de toda la vida, y tener aquí al hombre que los guió a cuatro títulos es algo muy grande. Además, me di cuenta de que es un tipo muy sencillo, quizás por eso logró sacarle tanto jugo a todas las estrellas que tuvo bajo su mando. Lástima que yo no hablo inglés ni él español, porque con traductores se hace más difícil la comunicación, pero así y todo me sentí en las nubes, porque él para mí es como un Dios y nunca pensé que hubiera podido darle un abrazo.”

“Yo lamento cantidad no haber estado”, dice, por su parte, Giovanni, “soy un gran admirador de Miguelito Cabrera desde cuando estaba en los Marlins. Ya me contaron que fue uno de los que más disfrutó la visita, y contó que allá en su tierra también hay peñas como esta, donde la gente igual discute en alta voz, pero nadie se faja.”

“Eso fue muy lindo”, cuenta Villalón, “ese es un tipo de pueblo, muy bromista, se ganó enseguida a todo el mundo, aunque hubo un loco que le dijo que Albert Pujols era mejor que él, y otro le dijo a Kershaw que un Todos Estrellas de Cuba le ganaba a uno de Estados Unidos. Hubo de todo, hasta uno que se atrevió a comparar a Joe Girardi con Torre.”

“Qué va mi amigo”, lo interrumpe Yankiel, “para superar a Joe Torre hay que buscar a un mánager de los años 50 o de los 20, cuando estuvieron las otras dinastías de los Yankees. Fuera de eso, nadie le pone un pie delante a Torre. Yo me acuerdo que cuando empezó le llovían las críticas, porque no tenía renombre como para dirigir al mejor equipo del mundo, pero le calló la boca a todo el mundo cuando fue campeón desde su primer año.”

“Yo estaba loco por ver a Kershaw, que es el lanzador más dominante de las Grandes Ligas en este momento”, expresa Yury, “es verdad que luego en los play offs las cosas no le han salido como se espera, pero no siempre ha sido culpa de él, y la muestra está en que lleva varios años con unos números impresionantes. Según lo que pude ver por televisión, no es ese gigantón que uno se espera, y también parece que es muy buena persona, porque lo escuché hablando maravillas del trabajo con niños, y hasta me contaron que hizo de barman en una recepción.”

“Lo que pasa”, matiza José Carlos, “es que durante muchos años nos han hablado barbaridades del profesionalismo, que si todo el mundo se muere por el dinero, que si no quieren su camiseta, que si no defienden los colores de su país, y eso es mentira. Hay de todo, igual que en todas partes, pero muchos son millonarios y también sienten por su camiseta, y realizan labores humanitarias, no son arrogantes ni se creen cosas.”

“Tienes razón”, regresa Máximo, “pero uno siempre tiene la duda, porque ha visto casos de estrellas autosuficientes, no solo en la pelota, sino en todos los deportes, y le queda la duda de cómo será cada uno. Por suerte esta oportunidad ha servido para conocer un poco más a los seres humanos detrás de cada pelotero, y mucho mejor cuando nos damos cuenta de que tienen valores.”

Habían pasado unos días desde la histórica visita, pero todavía se sentía la huella dejada por los visitantes en el lugar, recuerdos imborrables para quienes tuvieron el privilegio o la suerte de estar allí a la hora y el momento justo, y lamentación eterna para quienes se lo perdieron. La esperanza es que como van las cosas, posiblemente ese tipo de encuentros lleguen a ser algo más común en Cuba.

One thought on “El Parque Central brilló como nunca

  • Verguenza que hayan tenido presos a los cubanos en una cárcel de lujo y que al final ellos pagan por su estadía, pero más pena me da que ésos peloteros lo hayan aceptado olvidándose que fueron tildados de traidores cuando decidieron marcharse. La vergüenza se la comio un chivo

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