El deporte, a la vanguardia en normalización Cuba-EE.UU.

Por Ronal Quiñones

US and Cuban baseball teams will play exhibition games in Durham, North Carolina this coming July.
Equipos de Estados Unidos y Cuba jugarán partidos amistosos en julio.

HAVANA TIMES — Desde el inicio del proceso de restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos tras más de medio siglo, el deporte se colocó a la vanguardia.

Como parte de un fenómeno que va más allá de lo político para alcanzar otros ámbitos de la sociedad, el deporte rápidamente reaccionó, y fueron apenas horas lo que separó a aquel anuncio histórico, de la exteriorización de las intenciones de clubes profesionales de contratar peloteros cubanos. Ese paso todavía no se ha dado, y probablemente demore bastante, pero ya el deporte, aunque tímidamente, comenzó el camino de la normalización.

El indiscutible prestigio ganado por Cuba como potencia deportiva le otorga a la isla un atractivo más, tanto entre directivos y atletas, como para los aficionados. Ya la NBA rompió el hielo con el envío de estrellas recientemente retiradas como el canadiense Steve Nash, el congolés Dikembe Mutombo y la portuguesa Patricia “Ticha” Penicheiro, junto a algunos entrenadores.

Ese primer paso fue muy bien recibido tanto por las autoridades de ambos países como por los fanáticos caribeños, que acogieron calurosamente a los basquetbolistas en canchas de barrio y les mostraron su agradecimiento.

Tras las canastas, vendrán los goles, pues el 2 de junio está previsto que el Cosmos de Nueva York, liderado por el delantero español Raúl González, sea el primer equipo profesional de fútbol en viajar a la isla.

Steve Nash, Dikembe Mutombo y Ticha Penicheiro en La Habana en Abril.  Foto: Aynel Martínez Hernández/cubadebate.cu

El béisbol, pasión de cubanos y estadounidenses, pudiera ser el siguiente en la lista, porque el comisionado de la Major League Baseball (MLB), Rob Manfred, se mostró confiado en que las Grandes Ligas realizarán partidos de exhibición en Cuba la próxima pretemporada.

De momento, los cubanos no pueden acceder en igualdad de condiciones a la élite del deporte norteamericano, por normativas federales que les impiden dar ese paso mientras mantengan residencia en Cuba, pero eso pudiera cambiar pronto. Ese pudiera ser el punto de giro, para poder decir que la normalización de las relaciones entre los dos enemigos políticos ha llegado efectivamente al deporte.

Zaida, una trabajadora de las telecomunicaciones, considera que ha llegado el momento de complacer los deseos de la mayoría de los cubanos. “No solo los peloteros, que lo han dicho varias veces, el pueblo en general quiere verlos jugar en la mejor pelota del mundo. Los que se han ido últimamente han demostrado la gran calidad que existe en nuestro país, y no todos eran estelares del equipo Cuba.”

“A mí me encantó lo que ocurrió con el baloncesto”, opina Frank, “porque no se quedaron solamente en la visita oficial a la Mariposa del Fajardo (sede de la Universidad del deporte cubano), sino que fueron a una cancha popular en 23 y B, donde juegan los muchachos del barrio, y dieron allí una clínica y dejaron balones y tableros modernos. Seguro con el fútbol pasa igual cuando venga el Cosmos. Acciones como esas se necesitan aquí, porque el Inder (Instituto cubano de Deportes) hace rato ha demostrado que no puede con todo. El dinero que ingresa por las contrataciones se lo llevan para otros sectores y no para mejorar el deporte en la base, que es de donde salen los campeones.”

“En 23 y B pusieron los tableros nuevos”, dice Lander, “pero los viejos los dejaron allí mismo en el piso. No dudes tú que cuando pase la furia se lleven los buenos y vuelvan a poner los que estaban antes. Según tengo entendido, varios peloteros cubanos han querido abrir academias aquí, donde ellos correrían con todos los gastos para formar a nuevas generaciones, y les han dicho que no, así también se frena el desarrollo.”

“Hace falta que se acaben de poner de acuerdo”, dice por su parte Tony. “Cuba fue siempre el primer mercado de las Grandes Ligas, y con todos los problemas que hay, ahora mismo está casi en ese punto, imagínense si todo se normaliza. Harían aquí un campeonato corto, como en los demás países del Caribe, y luego para Estados Unidos a jugar, los que sean firmados. Lo mismo puede pasar en otros deportes, el mismo fútbol tiene bastante nivel en Estados Unidos, y aquí no hay ni canchas que valgan la pena. No sé cómo se van a hacer cuando venga el Cosmos. ¿Se imaginan a Raúl tratando de adivinar por dónde le llegará un pase?, porque con los desniveles que hay en el (estadio Pedro) Marrero, después que la pelota toca el suelo no se sabe para dónde va a rebotar, ni a qué altura.”

“Había un plan para arreglar esa cancha y hacer una sintética, pero no acaban de hacerlo”, comenta Abilio. “Me parece que el dinero se está empleando en otras cosas, porque según leí en un sitio el comisionado se aloja en hoteles todo incluido cuando va a provincia a seguir el Campeonato Nacional.”

“Yo no sé si eso es verdad”, interviene Diony, “pero lo cierto es que necesitamos seguir acercándonos al mundo exterior, acabar de terminar con esa burbuja en la que estamos, donde todos nos miran como bichos raros. Se han dado ya pasos importantes, y espero que las cosas sigan así, a ver si de una vez rescatamos al deporte cubano de la crisis de deserciones, que acaban en casi todos los deportes. Si el mercado estadounidense se abre a los cubanos, ya no tendrán que buscarse su vida por la izquierda, y podremos tener por fin una alineación estable en el voleibol, por ejemplo.”

“Lo que pasa es que aquí todo se hace con paciencia”, dice Manuel, “desde diciembre empezaron las conversaciones, y todavía no se acaba de abrir la Oficina, ya no estamos tampoco en la lista de países patrocinadores del terrorismo, pero seguimos viendo todo muy lento. Parece que quieren que quiten el bloqueo de una vez para entonces acabar de soltar los lastres.”

“Esto no es nuevo”, comenta por último David. “Ya deberías estar acostumbrado de que aquí todo es con mucha paciencia, mira las contrataciones como van, y los deportistas desesperados. Lo que hace falta es que arregle todo, tarde o temprano.”

Lo cierto es que de momento todavía no se vislumbra completamente la luz al final del túnel, y la historia obliga a ser reticentes con el optimismo, porque todo pudiera volver al punto de inicio. Ojalá que no.

One thought on “El deporte, a la vanguardia en normalización Cuba-EE.UU.

  • Lo único que no entendí del artículo fue el título.Todo el artículo contradice al título.
    Le sugiero cambiarlo para no crear falsas expectativas.

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