El Bulevar de Nueva Gerona, Isla de la Juventud
Vicente Morín Aguado
HAVANA TIMES – Los bulevares para peatones están de moda en Cuba, las capitales de provincia emulan por conseguir el más bello y atractivo, Nueva Gerona no se queda atrás en su condición de capital del llamado Municipio Especial Isla de la Juventud, de hecho una provincia isleña que desde 1519 aparece en las crónicas con el nombre de Isla de Pinos.
Mármol, cerámica y teléfonos móviles activados en WI FI caracterizan unas diez cuadras del bello paseo que se titula Calle Martí, algo también típico en Cuba, porque todas las avenidas centrales de las ciudades llevan el nombre del apóstol de nuestras libertades, hoy tan maltratadas.
Dos parques marcan el alfa y omega de este bello bulevar, uno junto a la iglesia católica, también elemento indispensable de la herencia española, el otro llamado parque de las Cotorras, donde una jaula central muestra esas simpáticas y coloridas aves parlantes.
Es posible hacer WI FI en todo el trayecto aunque el cronista apreció que no faltan los llamados “Nanos”, piratas de la red, robando la señal con la interferencia que hace difícil conectarse porque aparecen advertencias de error y falta de seguridad cuando las personas activan sus teléfonos.
Un aparte pudiera ser que siendo periodista de los llamados “independientes”, concepto dudoso, peyorativo, le interfirieron el acceso a la red porque precisamente durante su visita un colega fue arrestado en Holguín, lo que determinó una inmediata respuesta solidaria con el compañero injustamente detenido.
La calle principal de Nueva Gerona es, de paso, su casi única arteria comercial; en la mañana, venta de panes, dulces y alimentos, mayormente bajo control estatal, aunque en las aledañas vías transversales luchan la sobrevivencia pequeños establecimientos privados.
Al mediodía se activan los restaurantes, se cuentan El Dragón, de comidas chinas que brillan por su ausencia, El Cochinito, mejor equipado porque en Cuba no falta la carne de cerdo y, ¡sorpresa!, lo que antes llamaban El Corderito, donde ahora es posible degustar un filete de Res al asombroso precio de 22 pesos moneda nacional, totalmente insólito en nuestro país.
Nueva Gerona tiene también su pizzería, un restaurante especializado en arroces, pero que muy poca oferta de tal especialidad, aparece diariamente, además del hotel La Cubana, junto al mencionado parque de las Cotorras.
No faltan los mojitos a partir de las 12 del día, lo curioso es que, aunque una “completa”, ración combinada con bistec de cerdo, arroz congrí y ensalada, puede comprarse por 17 pesos nacionales, menos de un dólar, durante la semana los salones están vacíos. Alguien comentó: “Aquí la gente no tiene dinero.”
Si de emulación se trata, seguramente este bulevar clasifica entre los más bellos de Cuba. Quien escribe ha visto casi todos desde oriente hasta occidente y así lo confirma. Se adorna el pinero paseo con mucha información visual destacada a través de pantallas que se alumbran al caer el día, junto a notables esculturas y significativas inscripciones en la calle, resaltando fechas históricas.
Se ven algunos turistas, nunca molestados por los jineteros y jineteras tan abundantes en ciudades de mayor población, los transeúntes intercambian sin mayores problemas y la policía parece no tener ocupación especial en el asunto, algo muy diferente de lo que sucede diariamente, por ejemplo, en la Habana Vieja.
Aunque el panorama es bello, el viajero termina deprimido ante la evidente pobreza reinante. Se nota que el esfuerzo de construir un paseo peatonal no es suficiente si los que viven allí y deben disfrutarlo carecen de los medios que debieran aportarle su trabajo honesto en bien de la sociedad.
Vicente Morín Aguado: [email protected]