Ecos del 27 de noviembre
Yusimi Rodriguez

HAVANA TIMES, 19 dic. — El 27 de noviembre es una fecha de conmemoración para todos los cubanos. En esa fecha, del año 1871, fueron asesinados ocho estudiantes de medicina por voluntarios españoles. Cada año, los estudiantes cubanos y el pueblo marchan para recordar ese día, como homenaje a aquellas víctimas inocentes del colonialismo español.
Este último 27 de noviembre no fue la excepción.
La excepción tuvo lugar el día antes, jueves 26 de noviembre, cuando el periódico Granma publicó en su página dos un artículo de Pedro de la Hoz, titulado “Esos otros hermanos de sangre.”
En este artículo, se relata la historia de los cinco negros ñáñigos que intentaron rescatar a los estudiantes de medicina de la masacre que se iba a cometer contra ellos. Uno de los ñáñigos era hermano de leche de uno de los estudiantes.

Los ñáñigos también fueron masacrados. Ellos también cayeron el 27 de noviembre. Sin embargo la mayor parte del pueblo ignoraba que había existido un intento de rescatar a los estudiantes. En las escuelas, en la asignatura de historia a los alumnos se les cuentan las circunstancias que precedieron el fusilamiento, la forma arbitraria en que se sacó a los estudiantes de sus aulas; se les habla incluso del oficial español que se opuso a la masacre.
Pero no se habla de estos cinco negros abakuá. ¿Falta de conocimiento de la historia? Consta que al menos Ernesto Guevara lo sabía y en 1961 destacó esos hechos con la intención de reconocer el valiente gesto de estos negros ñáñigos.
Durante años se nos ha llamado a emular a Ernesto Guevara, él ha sido el ejemplo a seguir. ¿Por qué no se siguió su ejemplo mucho antes, en el rescate de la memoria de cinco ñáñigos?

Durante años se ha rendido un merecido tributo a estos estudiantes asesinados injustamente, que no tuvieron oportunidad de defenderse, ni forma de evitar su asesinato. Pero estos negros abakuá sí pudieron elegir. Ellos tenían la opción de no involucrarse con los hechos, de no desafiar la autoridad colonial.
No podían ser tan ingenuos como para ignorar sus pocas posibilidades de éxito siendo solo cinco, armados apenas con cuchillos, contra los voluntarios españoles. Tampoco podían ignorar las consecuencias de ser atrapados en el intento, siendo hombres negros en un gobierno colonialista, esclavista y racista. Aún así decidieron actuar.
Otros también tuvieron la opción de quedarse cruzados de brazos y hacerse cómplices del olvido; pero en lugar de eso decidieron actuar.

El 27 de noviembre del 2008, miembros de la cátedra Haydée Santamaría, dignatarios de la Asociación Abakuá de Cuba, miembros de las diferentes Potencias Abakuá, historiadores, científicos y personas que decidieron sumarse a la acción, conmemoraron el asesinato de los estudiantes de medicina y rindieron justo homenaje a los cinco negros ñáñigos que murieron en el intento de rescatarlos.
Este año, volvió a llevarse a cabo la actividad en Morro y Colón, lugar dónde fue ultimado el primero de estos héroes. La actividad cultural contó con el apoyo de la Casa de África de la Oficina del Historiador de la Ciudad; del Instituto de Antropología del CITMA; del Taller Vivir la Revolución que auspicia el Centro Juan Marinello; de la Federación Estudiantil Universitaria; de la Cofradía de la Negritud y del Cabildo Lukumí Ifá Iránlòwò.