Economista cubano analiza posibles medidas para salir de la crisis

Por IPS-Cuba

HAVANA TIMES – Cuba debe utilizar todas sus potencialidades y fuerzas productivas, a las cuales no da un uso adecuado, sobre todo, del sector privado, para estimular el crecimiento y desarrollo nacional, opinó el economista Omar Everleny Pérez, en un foro debate realizado la víspera.

“Es el momento de avanzar hacia un país donde no se vea lo privado como un mal. Eso parece que se ha ido superando, pero no del todo. Todavía hay un largo camino por avanzar”, argumentó el especialista durante el foro debate “¿Cómo salir de la crisis?”, efectuado la víspera en el canal de YouTube del grupo Cuba es mi Patria.

Se trata de una plataforma creada en marzo e integrada por “cubanos, de adentro y de afuera, que aspiran a la materialización de una República democrática, económicamente próspera y socialmente responsable y solidaria”.

Como principio, dicho grupo rechaza “el bloqueo impuesto por los Estados Unidos de América y sus políticas injerencistas que afectan la vida del pueblo de Cuba”.

Sobre las medidas aprobadas por las autoridades para la pospandemia, Pérez consideró que “es mejor tarde que nunca, es un paso importante”, si bien recordó que muchas habían sido aprobadas en 2011 con los Lineamientos, el documento programático de la reforma iniciada por Raúl Castro (2008-2018), que fue ampliado en 2016.

“Lo que veníamos anunciando muchos economistas es que si había un apoyo político a todas esas medidas, ¿por qué se demoraron tanto en aplicarlas?; además, criticaron muchas de las posiciones que teníamos, sobre todo, con respecto al tema de las pequeñas y medianas empresas (pymes)”, reflexionó.

A su juicio, “el tema está ahora en acelerar esas decisiones. No es decir que se va a crear la pymes, sino acelerar la documentación que avance en el tema. No podemos trabajar con el pasado, sino con el futuro”.

Opinó que si bien siempre ha habido “una distancia muy grande entre la academia y los decisores; entre los investigadores y el sistema empresarial”, en la actualidad el país está en mejores condiciones de impulsar los cambios necesarios y destacó que el presidente Miguel Díaz-Canel se reúne con frecuencia con científicos e investigadores.

Consideró oportuno aclarar ciertos aspectos, como el no permitir la concentración de la riqueza, presente en la Constitución de la República, vigente desde abril de 2019.

Además del anuncio de próxima creación de las pymes, ya está la posibilidad de que las distintas formas de gestión puedan importar y exportar para desarrollar un negocio, “¿pero cuál es el tope permitido? Eso hay que clarificarlo”, señaló.

Y amplió: “Esos temas no les preocuparon a chinos ni vietnamitas (durante sus respectivos procesos de reformas económicas); al contrario, se preocuparon por las personas que se quedan debajo. Y me parece que Cuba tiene una política contraria. Están más preocupados con los que más tienen, en vez de preocuparse por los que no tienen”.

De acuerdo con Pérez, el país debe pasar de medidas universalistas a unas más focalizadas en personas o grupos vulnerables, “que todo el que pueda despegar lo haga, y al que se queda atrás ayudarlo a través del presupuesto, subsidios, bonos de comida”.

Subrayó que la sociedad cubana se ha ido haciendo desigual y “no debería dárseles los mismos productos por la libreta de abastecimiento a un dueño de un paladar que a un viejito de 80 años”.

Para el académico, el país ha tenido logros importantes en áreas como Salud y Educación, así como en otros indicadores que compiten a nivel internacional, “pero la economía es una asignatura suspensa, que hay que acabar de aprobar”.

A continuación, la Redacción IPS Cuba propone algunas de las ideas vertidas por Pérez a partir de las múltiples preguntas que le formularon y temas que abordó.

Embargo/bloqueo de EE.UU.

El embargo es real y afecta extraordinariamente la economía cubana, pero no es el único problema. Cuba compra pollo en EE.UU, barato, pero hay que pagarlo al contado. Va más allá de las relaciones entre ambos países; se sanciona a empresas y entidades europeas, por ejemplo. Todos los meses hay una medida nueva por parte de la Administración de Donald Trump. Su derogación no resolvería todos los problemas, pero desbrozaría el camino. Acabaría con el argumento de que algo no se puede hacer por el bloqueo. Los créditos de organismo financieros internacionales pasan por un mejoramiento de relaciones con EE.UU. Sucedió con el Gobierno de Barack Obama (2009-2017).

Moneda

Crear el peso convertible (CUC) fue en su tiempo una buena medida. Pero se empezó a emitir más CUC que el dólar estadounidense (USD) existente en los bancos. Ya el CUC no es convertible, es una moneda que sobra. Quedará el peso cubano (CUP), en el cual recibe el salario el 85 por ciento de la población. No creo que se elimine el USD de nuestras relaciones económicas en el mediano plazo. Hay que aumentar salarios y hacer una reforma salarial. Es necesario trabajar en las tasas de cambios con que operan empresas estatales, para acercarlas a la realidad, para que puedan competir de manera justa con entidades no estatales.

Tiendas en Moneda Libremente Convertibles (MLC)

En términos políticos y sociales no es una medida adecuada, porque no todo el mundo tiene USD, pero el Estado se dio cuenta que había una cantidad de dólares en la economía y no participa en eso. Las tiendas en MLC hoy están llenas, pero desde marzo no entra un vuelo a Cuba. ¿De dónde sale ese USD? Los cubanos iban a Panamá y México, compraban productos y aquí los vendían con ganancias. El Gobierno decidió traer algunos de esos productos y venderlos a la mitad del precio que aquellos, con beneficios para la población y para sí.

Deuda externa

El Club de París condonó el 85 por ciento (unos 8.500 millones de USD) de la deuda que tenía Cuba y Rusia el 90 por ciento (más de 30.000 millones de USD). La Habana pidió aplazar dos años el pago de la deuda, debido a las afectaciones por caída de exportaciones y la covid-19, pero el Club solo dio un año. He escuchado que la Isla seguirá pagando en 2021. La economía nacional está en el peor momento. Al cierre de 2020, la deuda externa debe ser de unos 28.671 millones de USD, alrededor del 27 por ciento de los 106.343 millones de USD en que se calcula el PIB, de acuerdo con estimaciones de la revista Economist Intelligence Unit, pues el Anuario de 2019 no ha salido aún.

Lineamientos

Contradicciones ideológicas han frenado la aplicación de muchos de los temas aprobados. Siempre ha habido reticencias a lo privado. Existe percepción de que un avance de este sector podría hacer perder logros sociales. No es copiar otros modelos como China y Vietnam, pero hay que profundizar en la agricultura y resolver el problema de la alimentación. Nuestra economía no tiene otra forma de salir adelante sin producción ni turismo. Es un estado paralizado, hay deterioro de la infraestructura y con una población distinta, mucha de la cual nació después de 1990. Hay que quitar todas las trabas ideológicas que están pesando.

Impacto de la emigración y pérdida de profesionales jóvenes

Un ingeniero cubano llega a cualquier mercado del mundo y en un año de trabajo es tan competitivo como cualquiera formado en otra escuela. Tenemos recursos humanos altamente calificados. Lo lamentable es que se forman, se gastan recursos en ellos y por problemas económicos se van buscando oportunidades en otros países, que pudieran hacerlo en el propio si lo permitieran. Muchos se van porque no ven salida a sus problemas personales trabajándole a una empresa estatal que solo le pagará 600 CUP (24 USD). Hay que ofrecer incentivos para, al menos, frenar un poco esa fuerza de trabajo que se va, si bien no es un problema solo de la isla caribeña.

Inversiones por parte de nacionales

Cuba tiene que darle el mismo tratamiento al inversor extranjero que al nacional. Hay conceptos que cambiar. Hay áreas que habrá que limitar, como la seguridad y defensa. Muchos cubanos estarían dispuestos a invertir si se cambiaran las reglas de juego. Es un capital semilla que está ahí.

Importaciones a través de empresas estatales

Es una medida buena, ya se permite y reconoce la posibilidad de importar. Pero son empresas que no han sido eficientes y se pretende que ahora funcionen con los privados. Hay que dar seis meses para que se concreten las primeras operaciones. Existen muchos rezagos de control.