Donaciones para Orquideario Cubano

HAVANA TIMES,  1 de Septiembre (IPS) – La colección del Orquideario de Soroa, el mayor de su tipo en Cuba, con decenas de variedades de esta singular especie, será enriquecida en los próximos meses con donaciones de flores endémicas de Sri Lanka, Colombia y Jamaica.

Luis Enrique Villalón, director del centro científico, dio a conocer que el jardín ubicado en la occidental provincia de Pinar del Río, que atesora actualmente unas 472 variedades de orquídeas (cubanas y exóticas) sobrepasará las 700 especies con la llegada, en los próximos meses, de los nuevos ejemplares. Estas donaciones serán un aporte significativo para el centro, luego de los embates de dos huracanes en 2008, consideró Villalón.

En febrero de 2010, agregó, se inaugurará un área expositiva dedicada a la República Socialista de Sri Lanka, donde crecerá el árbol nacional y la flor que distingue a ese país, junto a plantas de valor ornamental.

La iniciativa, dijo, es fruto de la asidua colaboración entre esa nación del subcontinente indio y el orquideario.

Villalón aseveró que casi un año después de los azotes de Gustav y Ike, Soroa luce su habitual esplendor en medio de la Sierra del Rosario, Reserva de la Biosfera.

Algunas de las colecciones y especies de orquídeas que crecían a cielo abierto como belleza ecológica de Cuba, desaparecieron con los meteoros, pero las variedades principales están a salvo.

Los jardines y umbráculos dañados por el viento y las intensas lluvias, fueron totalmente recuperados, al igual que la casona donde vivió el abogado español Tomás Felipe Camacho, antiguo dueño del lugar, aseguró.

En ese paraje, a 70 kilómetros al oeste de La Habana, crecen reliquias botánicas como la Palma Corcho, que data del período jurásico, y valiosos exponentes de la flora insular y mundial.

La construcción del Orquideario de Soroa fue iniciada en 1943 por un ciudadano de las Islas Canarias, España, Tomás Felipe Camacho. La obra la concluyó en octubre de 1952. Camacho estuvo en su empeño nueve años e invirtió en él un millón y medio de pesos. La casa se utiliza como centro de investigación, de exhibición y también de experimentación por los ministerios de Educación y de Ciencia de Cuba.

El Orquideario de Soroa posee una biblioteca especializada en esas flores, y cuenta con volúmenes valiosos que datan del siglo pasado.  Las orquídeas constituyen una propia familia de plantas (Orchida-ceae), con más de 25.000 especies distribuidas en todo el mundo, aunque las regiones tropicales son las más ricas. Esta cifra representa aproximadamente diez por

ciento de las plantas con flores existentes.

El nombre orquídea proviene del latín orchideae, derivado a su vez del término latino orchis. Este vocablo fue utilizado por el filósofo Teofrasto al referirse a una planta con un par de bulbos semejantes a testículos; se trataba, por supuesto, de una orquídea. La palabra fue adoptada posteriormente por Dioscórides cuando preparaba su manuscrito sobre plantas medicinales y le atribuía propiedades afrodisíacas.

El nombre orchis fue utilizado también por el pensador Linneo en su obra Species Plantarum (1753), para designar un género de orquídeas extratropicales con unas 60 especies conocidas en la actualidad. Las orquídeas son plantas herbáceas con características diversas, que pueden o no presentar un engrosamiento en el tallo, conocido como pseudobulbo.

De acuerdo con su forma de crecimiento, se agrupan en dos grupos básicos: monopodiales y simpodiales. Las hojas varían mucho en tamaño y consistencia e, incluso, podemos encontrar plantas áfilas, es decir, sin hojas.

En Cuba existen aproximadamente 300 especies nativas. A medida que avanzan los estudios en orquídeas cubanas, son descubiertas nuevas especies.

Prácticamente en todas las formaciones vegetales de la isla están presentes las orquídeas, aunque de acuerdo con la especie, tienen preferencia por vivir en determinados lugares, buscando condiciones ambientales adecuadas.

Las regiones montañosas son las más ricas en orquídeas. Algunas especies solo se pueden encontrar por encima de los 600-700 metros. Por ejemplo, representantes del género Lepanthes, Stelis, Pleuro-thallis y Dichaea cumplen con esta condición.

La región oriental de Cuba, con los complejos montañosos del norte y la Sierra Maestra, posee una gran riqueza. Lugares como la Gran Piedra constituyen verdaderos jardines naturales. En la zona central se destaca la Sierra del Escambray y en el occidente, la cordillera de Guaniguanico.