Disidente cubano: “Algo se está cocinando”
Patricia Grogg
HAVANA TIMES, 6 julio — Una organización disidente consideró «desolador» el panorama de los derechos humanos en Cuba, aunque no descartó «un número significativo» de excarcelaciones a corto plazo, como parte de una decisión política que sería conveniente para el gobierno de Raúl Castro.
«Algo se está cocinando. Sabemos por llamadas desde las prisiones que a varios presos se les está preguntando sobre su disposición de salir del país, se les fotografía y hace chequeos médicos», dijo a IPS el activista Elizardo Sánchez, de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), al distribuir su informe semestral sobre la situación humanitaria en esta isla.
La crítica evaluación comenzó a circular este lunes, coincidiendo con la llegada del canciller de España, Miguel Ángel Moratinos, pero Sánchez dijo que se trata de una mera «coincidencia» de fechas.
El jefe de la diplomacia española sostendrá este martes conversaciones con su par cubano, Bruno Rodríguez.
En días previos a su viaje, Moratinos comentó que esperaba «apoyar el esfuerzo» del proceso de diálogo abierto por el cardenal católico Jaime Ortega y el presidente Castro, que en su opinión tendrá «resultados positivos».
En ese contexto, se espera que el español también se reúna con Ortega, arzobispo de La Habana, y con otros jerarcas católicos.
Las gestiones de la jerarquía eclesiástica por mejorar la situación de los presos políticos y sus familiares favoreció hasta ahora la excarcelación de Ariel Sigler, uno de los opositores presos más enfermos del grupo de los 75 encarcelados desde 2003 por conspirar con una potencia extranjera con fines subversivos.
Además, 12 de esos opositores recluidos fueron trasladados a prisiones más cercanas a sus domicilios, para facilitar las visitas familiares. Sánchez opinó que «la diplomacia vaticana y la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba han avanzado más» que la española en materia de derechos humanos.
En sus declaraciones telefónicas a IPS, el activista insistió en que las eventuales excarcelaciones, que él prevé a corto plazo, responderían a «una decisión política unilateral del gobierno cubano por su conveniencia».
Durante la presidencia española de la Unión Europea (UE), en el primer semestre de este año, Moratinos hizo infructuosos esfuerzos por eliminar la «posición común» que enmarca la política del bloque de 27 naciones hacia Cuba.
Moratinos llega a La Habana con el aval de haber logrado al menos que la UE pospusiera hasta septiembre su decisión sobre esa postura, que sólo se puede cambiar por consenso de los 27 países miembros y que es considerada por el gobierno cubano una injerencia inaceptable en sus asuntos internos y serio obstáculo para la normalización de sus relaciones con el bloque.
En su informe, la CCDHRN considera que, en lo inmediato «y mientras siga prevaleciendo la forma totalitaria de estado, la situación de derechos humanos en Cuba no va a mejorar significativamente». Anota, sin embargo, que el número de personas encarceladas por «motivos políticos o político- sociales bajó en lo que va del año a 167, contra 201 casos registrados al
finalizar 2009».
«A pesar del cuadro desolador en cuanto a la situación de derechos humanos, la CCDHRN comparte el criterio de muchas agrupaciones hermanas en cuanto a que la excarcelación» de Sigler y el acercamiento de una docena de otros presos de conciencia a sus provincias de residencia son hechos positivos, «aunque muy limitados y tardíos», dice el documento.
Sánchez opuesto a huelgas de hambre
Al mencionar el caso de Guillermo Fariñas, opositor que este lunes cumplió 132 días en huelga de hambre en reclamo de, por lo menos, la excarcelación de los presos cuya salud está más deteriorada, aclara que la organización se «opone tajantemente» a estas demostraciones, pero considera que la causa de este ayunante es «completamente justa».
Fariñas ha pasado la mayor parte de su abstinencia de alimentos y agua en la sala de terapia intensiva del hospital de Santa Clara, su ciudad natal, distante 276 kilómetros de La Habana, donde se le aplica alimentación parenteral y se lo ha tratado por varios procesos infecciosos.
Según Sánchez, Fariñas se encuentra en «un cuadro de muerte súbita», que puede ocurrir en cualquier momento.
En una extensa entrevista publicada el sábado 3 por el diario Granma, órgano de prensa del gobernante Partido Comunista, el médico jefe del servicio de terapia intensiva del hospital, Armando Caballero, sostuvo que Fariñas «tiene un peligro potencial de muerte», porque «depende de la evolución de un trombo alojado en el confluente yugulo-subclavio izquierdo, el cual se está tratando adecuadamente».
«Ojalá desaparezca, se convertiría en una complicación más resuelta por nuestro equipo de médicos y enfermeras, lo que continuaremos haciendo para preservarle su vida», dijo el médico, uno de los 10 especialistas que atienden a Fariñas, acompañado de forma permanente por su madre, una enfermera jubilada.
Fariñas inició su ayuno tras la muerte de Orlando Zapata, el 23 de febrero, quien había pasado 85 días en huelga de hambre en demanda de que se lo reconociera como «preso de conciencia», condición que le había atribuido la organización humanitaria Amnistía Internacional. El caso provocó una ola mundial de condenas que el gobierno atribuyó a una campaña mediática.
Las autoridades cubanas rechazan de forma tajante ser sometidas a escrutinios unilaterales sobre su historial de derechos humanos y consideran a los grupos opositores «mercenarios» a sueldo de la política hostil de Estados Unidos hacia Cuba.