Deuda con China compromete el futuro de Nicaragua
Irónicamente, el salvavidas financiero chino puede golpear la línea de flotación de la deuda pública externa nicaragüense.
Por Iván Olivares (Confidencial)
HAVANA TIMES – Daniel Ortega y Rosario Murillo han contratado nuevos préstamos con la República Popular China por más de 567 millones de dólares en menos de seis meses, pero esa deuda y la política de endeudamiento del régimen “compromete el futuro de las nuevas generaciones de nicaragüenses que tendrán que pagar el monto de esos préstamos”, junto con los altos intereses a los cuales fueron pactados, aseguran economistas consultados por CONFIDENCIAL.
Entre enero y mayo de 2024, la Asamblea Nacional de Nicaragua —controlada por los diputados que se autoasignó el oficialismo durante la farsa electoral de noviembre de 2021— aprobó cuatro préstamos contratados con China, para desarrollar tres proyectos de tipo energético y un aeropuerto en Punta Huete.
El proyecto de la terminal aérea es la mayor de esas obras, con un presupuesto de 2874.7 millones de yuanes, (equivalentes a 399.6 millones de dólares), luego que el 9 de febrero, se autorizara ese préstamo para financiar el proyecto de Reconstrucción, Ampliación y Modernización del Aeropuerto Internacional de Punta Huete, ubicado en San Francisco Libre, a 58 kilómetros al noreste de Managua). Obra prevista a inaugurarse en 2028.
Del mismo modo, se autorizó la gestión de otro préstamo por 66 millones de euros (72.7 millones de dólares), para financiar el diseño y construcción de una planta fotovoltaica que servirá para hacer funcionar los sistemas hídricos de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), en San Isidro, Matagalpa.
Asimismo, el 10 de abril se autorizó un tercer préstamo por 194 millones de yuanes (el equivalente a 26.9 millones de dólares, para construir tres esferas para almacenar gas, en Miramar, León. Y un cuarto préstamo por 492.3 millones de yuanes (68 millones de dólares) para construir en Ciudad Darío Matagalpa, una planta fotovoltaica con capacidad para generar 67.4 megavatios de potencia.
La “fructífera relación” Nicaragua – China
Antes de los 567 millones de dólares de los préstamos adquiridos con China, la deuda pública de Nicaragua ya superaba los 10 000 millones de dólares al tercer trimestre de 2023. El economista y excarcelado político desterrado Juan Sebastián Chamorro asegura que habrá que tomar en cuenta el resto de cobros que se detallan en la letra pequeña, y que son los que encarecen este tipo de operaciones crediticias internacionales.
En todo caso, la dictadura tiene un punto de vista distinto.
El diputado Wálmaro Gutiérrez, todavía presidente de la Comisión de Producción, Economía y Presupuesto de la Asamblea Nacional, aseveró que “si sumamos todos estos proyectos, en un periodo de escasos seis meses, se ha podido canalizar con la cooperación China un monto total de 567.17 millones de dólares”, precisó.
“Si a esto le sumamos los 100 millones de dólares que aprobamos en 2019 del Eximbank de China, para el apoyo presupuestario, estamos hablando que ya hay una colocación de recursos por alrededor de los 667.17 millones de dólares”, agregó.
Gutiérrez consideró que esos préstamos “vienen a reafirmar los resultados positivos de la fructífera relación entre el Estado de la República de Nicaragua y el Estado de la República Popular China”.
Comisión tras comisión
En referencia al préstamo para construir el aeropuerto al otro lado del Lago Xolotlán, el economista destacó la lista de cobros adicionales que incluye en concepto de diversas comisiones. “Si bien es cierto no son intereses, son comisiones que no van al proyecto. Van al comisionista, al prestamista, y el endeudado (Nicaragua), es quien tendrá que pagarla”.
El texto de la Ley, tal como aparece en el sitio web de la Asamblea Nacional, donde se detallan las condiciones financieras del proyecto de construcción del aeropuerto, establece un plazo de 15 años; un periodo de gracia de 54 meses (cuatro años y medio), una tasa de interés de (aproximadamente) 5.2%; una ‘comisión inicial’ de 1.3%; una ‘comisión de compromiso’ de 0.7%; una ‘comisión de apertura’ de 0.5%, y una ‘comisión de gestión’ de 1.0%.
“El contrato tiene a todas luces lo quegeneralmente algunas instituciones financieras tratan de hacer en lugares donde hay restricciones legales al endeudamiento. No solo en un contexto de países, sino en un contexto de mercados. Muchos países tienen controles en las tasas de interés, entonces inventan estos cobros que no aparecen como tasas, para evadir la legislación. Sin temor a equivocarme, veo claramente que esa exuberancia de cobros y comisiones, sirve para disfrazar la tasa de interés”, aseveró el experto.
Sin más opción que China
Al estar definida en yuanes (la moneda china, cuyo nombre oficial es renminbi, o dinero del pueblo), el Tesoro Público nicaragüense asume el riesgo de que una apreciación de esa divisa obligue al país a tener que desembolsar más euros para comprar la cantidad de yuanes necesaria para abonar a la deuda.
Al referirse específicamente a la tasa de interés a la que fueron contratados estos préstamos (en torno al 5.2% en todos los casos), Chamorro afirma que “me parece alta. Más alta que la del Banco Mundial, pero el régimen tiene que aceptarla, porque ya no tiene acceso a esa fuente de financiamiento”.
Buena parte de la comunidad financiera internacional (entre ellos el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional) cerró el grifo de los préstamos y la cooperación internacional para con el régimen, como reacción a la matanza de ciudadanos perpetrada por la dictadura a partir de 2018.Más recientemente, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que se había convertido en el gran financiero del Gobierno encabezado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, anunció un cese en la aprobación de nuevos préstamos para Nicaragua y El Salvador, porque seguir otorgándoles recursos representa un gran riesgo para el Banco, que no puede darse el lujo de concentrar altos porcentajes de su cartera de crédito en esos dos clientes.