Desde La Habana, en vísperas del Día del Trabajo

La ciudad se nos cae a pedazos entre los incendios y los derrumbes.

Vicente Morín Aguado

Entrada al Teatro de la Central de Trabajadores de Cuba

HAVANA TIMES — Vísperas del 1ro de mayo, el periódico del Partido Comunista de Cuba (PCC), Granma, acaba de publicar una fotografía de la Ciudad Ho Chi Minh, urbanización mayor de Vietnam, país sobreviviente al derrumbe general del único Socialismo conocido en su realización práctica. Tratándose de un sistema socio económico y político proyectado por y para los trabajadores, buen momento para comentar adentrándonos en nuestra Cuba igualmente “socialista”.

La antigua Saigón cuenta ahora con unos 10 millones de habitantes, la imagen digital muestra un paisaje similar al de Shanghái, Tokio o Kuala Lumpur, con ese aire de Manhattan que tanto identifica a la modernidad. No es que personalmente considere altos edificios igual a éxito nacional, pero es evidente que el país de los anamitas mucho ha progresado después de librar una cruenta guerra real con la súper potencia norteamericana.

Guerra Real subrayo porque resultó una larga década de enfrentamientos armados, donde los norteamericanos involucraron a más de medio millón de efectivos, perdieron en combate casi 60 mil, en tanto las víctimas vietnamitas, sumando bajas militares y genocidio, pasaron de los dos millones. Todo sucedió precisamente cuando la revolución cubana iniciaba un largo enfrentamiento político y económico con el imperio agresor de ambos socialismos.

En el caso nuestro, al cabo de 58 años, los caídos en combate frente al ejército norteamericano no existen, en tanto se cuentan con los dedos de una mano los estadounidenses muertos en enfrentamientos con tropas cubanas.

La sabiduría asiática recomienda hablar solo lo necesario y hacer lo más que se pueda, de ahí la vista impresionante que hoy ofrece la urbe del río Mekong. El citado Granma de nuestro PCC se adorna igualmente con una frase de El Comandante, saludando el Primero de Mayo:

“Los imperialistas tratan de escapar a la crisis por cualquier medio, incluso la guerra si es posible, y descargando sobre los hombros de sus trabajadores y de los pueblos subdesarrollados el peso de los sacrificios.” 

Cuentan que al menos el venerable Tío Ho llevaba una vida sencilla, sin embargo, nada de su ejemplo personal cambia el hecho indiscutible de que millones de indochinos cargaron sobre sus personas el imprescindible sacrificio de la contienda. Lo mismo puede decirse de sus opositores norteamericanos, sin que por ello se omita la condición de atacantes y atacados, asunto que compete a los líderes de las naciones en conflicto.

Fabrica de tabacos

En Cuba, de la voz popular se conoce el siguiente concepto de guerra: se trata de un encuentro donde una mayoría de gente que no se conocen entre ellos, se matan unos a otros mandados por unos pocos que si se conocen mutuamente.

En sus Memorias sobre la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill narra sus impresiones al visitar Moscú en agosto de 1942, cuando los cañonazos nazis se dejaban escuchar en la ciudad asediada. Le asignaron la denominada “Villa # 7 del estado”, una dacha a diez kilómetros de la capital soviética:

“Nos agasajaron en el comedor con todo tipo de comidas y bebidas de lo más selectas, sin descuidar por supuesto el caviar ni el vodka, pero incluyendo muchos otros platos y vinos de origen francés y alemán, muy por encima de nuestro ánimo o nuestra capacidad de consumo.”

Hijo de los Duques de Marborough, el Primer Ministro británico estaba realmente asombrado del lujo exquisito exhibido por el comunista Stalin, entonces máximo líder mundial del prometido paraíso para los proletarios en un planeta que se debatía enfrentando al fascismo.

Vísperas del Día del Trabajo en Cuba y Vietnam, países donde sobrevive el socialismo de partido único comunista, vale recordar que los abnegados anamitas consiguieron una paz honrosa frente a sus agresores, sin bloqueo económico, incluso decenas de miles de ellos se refugiaron en Los Estados Unidos, donde viven en sus propias comunidades dentro de las tradiciones que les caracterizan, marcadas por la laboriosidad.

De nosotros los cubanos, el multitudinario desfile en ciernes no cambiará para nada los 805 gramos de pollo por persona que recibiremos al mes como única carne vendida a precio asequible para el salario designado por los líderes comunistas a sus abnegados trabajadores.

Por tanto, ojo  con la propaganda “revolucionaria”, reforzada por imágenes contundentes de cientos de miles de alegres marchantes, porque al hacerse cada vez más unilateral y exclusivo, el comunismo contemporáneo crea cada vez más verdades a medias y trata de justificarlas. A primera vista parece que sus opiniones, individualmente, son ciertas. Pero está incurablemente infestado con mentiras. Sus verdades a medias son exageradas y adulteradas hasta la perversión.

Vicente Morín Aguado: [email protected]

3 thoughts on “Desde La Habana, en vísperas del Día del Trabajo

  • El 1ro de mayo en Cuba es la mayor fiesta a la doble moral, los sindicatos desfilan alabando al amo que los oprime.

  • ..el escrito aclara muy bien la diferencia entre cuba y vietnam en cuanto a su relacion con los usa…luego de una guerra terrible vietnam y usa alcanzaron la paz sin bloqueos,ni injerencias y ahora mantienen excelentes relaciones comerciales y diplomaticas con respeto por sus diferentes sistemas politicos…cuba y los usa nunca han tenido una guerra abierta pero durante casi 60 años las agresiones , el bloqueo y las injerencias han sido parte influyente en la politica y economia cubanas…y las victimas cubanas de esa guerra encubierta e indirecta de los usa contra cuba han sido bastantes…no olvidemos eso…

  • El venerable Ho vivia en una modesta casa junto a un pequeño lago, pero comia helados Coppelia que Fidel le mandaba expresamente en un IL-62.

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