Decir la verdad

Rosa Martinez

Pienso que señalar las dificultades solo puede hacer bien al proceso revolucionario. Foto: Caridad

HAVANA TIMES, 8 de feb. — No soy fiel seguidora de las populares novelas brasileñas que se exhiben en la televisión cubana, pero un personaje de La Favorita, que se transmite actualmente por Cubavisión,  me inspira a dedicarle unos minutos al menos una vez por semana.

Siento admiración por Ze Bob, joven periodista que critica constantemente al corrupto diputado Romildo Rosa y que no teme ser golpeado o asesinado por defender sus ideas.

De ser una historia real, Ze Bob no sería el primero ni tampoco el último reportero en recibir una buena golpiza por decir lo que “no debía.”

Son muchos los ejemplos de periodistas en todo el mundo que han sido asesinados por publicar algún artículo denunciando corrupciones o ilegalidades o simplemente por estar donde no debe.

Afortunadamente en Cuba no sucede eso.  Pero En Cuba los periodistas sufren la condena del silencio parcial.

Durante 51 años los medios de comunicación siempre han estado a favor de la Revolución, en sus aciertos y desaciertos, han reflejado fielmente los principales logros de la salud, la educación, la ciencia, el deporte, entre otros. Pero infelizmente esa misma prensa no ha reflejado de igual forma las principales problemáticas sociales que afectan a la población.

Justificaciones

Son muchas las razones que pueden explicar el porqué “los periódicos van por un lado y la vida del cubano por otro.”

La primera es la autocensura, por miedo a hacer declaraciones que puedan crearles problemas con la autoridades o con el dirigente del medio de prensa; la segunda puede ser que no se deben mencionar crudamente las deficiencias del proceso revolucionario para que la contrarrevolución no se aproveche; y la tercera podría ser cualquier justificación que evite llegar al escollo de las problemáticas cubanas, que son las mismas de todas las sociedades del mundo.

La censura en el periodismo cubano que trae aparejado limitaciones para expresar libremente lo que se piensa, no es el único problema que enfrenta la Prensa cubana actual, pero sí el que más preocupa, especialmente a las jóvenes generaciones. Esta es la principal razón por la que muchos prefieren no ejercer la profesión, además del bajo salario que se devenga.

La prensa y la mujer cubana

Cuando los medios hablan de la mujer cubana mencionan sus logros en más de 50 años de Revolución, sus posibilidades de trabajo y superación, así como su atención primaria de salud, especialmente  a las embarazadas. Pero ¿por qué nadie habla de las mujeres que mueren cada año en manos de esposos asesinos, o de Juana o Carmen que han sido victimas de frecuentes golpizas y abusos?.

Madre Cubana. Foto: Caridad

Dicen que la población cubana es una de las más viejas de América Latina, y llaman a incrementar el numero de nacimientos, pero nadie explica con todas las letras que la mujeres cubanas solo tienen un hijo o como máximo dos, porque las condiciones económicas de la población son malas de forma general, o que los salarios no alcanzan ni para alimentar a una sola persona mucho menos a un niño, o simplemente que en muchos casos tres o más matrimonios comparten un mismo hogar.

Se menciona con frecuencia que Estados Unidos no le dio visa  a un artista para realizar un concierto o a un deportista para participar en algún evento de importancia, pero no se dice por ningún lugar que a los ciudadanos cubanos se les niega el derecho a viajar libremente, aun teniendo el dinero necesario para hacerlo.

Al hablar de salud los medios mencionarían los miles de médicos que se gradúan cada año y los miles que brindan su servicio por todo el mundo de forma gratuita y en muchas ocasiones en condiciones extremas, como es el caso actual de Haití.

¿Pero por qué negarle a la población cubana la explicación de las causas que produjeron el triste acontecimiento de las muertes en el Hospital Psiquiátrico Eduardo Bernabé Ordaz, conocido por Mazorra? ¿Por qué esperar que los medios externos den su versión de los acontecimientos?

Son muchos los ejemplos de temas que podrían ser investigados y publicados por nuestros medios de forma crítica y profunda, pero yo necesitaría toda una jornada para mencionarlos.

El pueblo cubano es un pueblo culto e instruido, y esa ha sido siempre una premisa de la Revolución, es por eso que no entiendo el temor a las críticas duras, a los señalamientos sinceros y a las sugerencias oportunas. Pues somos una sociedad donde nos enseñaron a pensar por nosotros mismos y sacar nuestras propias conclusiones.

Pienso que señalar las dificultades solo puede hacer bien al proceso revolucionario. Tapar el sol con un dedo o hacerse de la vista gorda no es la solución.