¿De qué vale un contrato en Cuba?

Manuel Alberto Ramy  (Progreso Semanal)

cuba-gaceta-a-685x342HAVANA TIMES — Un pequeño grupo de ex-trabajadores estatales de la ciudad de Artemisa, capital de la occidental provincia del mismo nombre, que pasaron a cuentapropistas debido a la nueva política implementada por el gobierno cubano, enfrentan una crítica situación.

Ellos habían firmado un contrato por 10 años con la Empresa de Servicios de la localidad para desarrollar su negocio, y ahora se les obliga a abandonar el local, perder las pequeñas inversiones que hicieron para mejorarlo, debido a que no les “pertenece ese local, porque ahora es de la Empresa de Comercio y no de Servicios”.

En concreto: se sienten “desempleados y desamparados”.

La noticia, publicada en el diario provincial El Artemiseño, motiva, como mínimo,  tres elementales meditaciones:

¿Qué validez tiene un contrato firmado por ambas partes contractuales cuando puede vulnerarse de un plumazo? ¿Acaso las condiciones de los compromisos contraídos contractualmente pueden obviarse mediante una orden que “nos la transmitió el compañero responsable de la remodelación, pues nunca vino un directivo, no se reunieron con nosotros y no explicaron nada con respecto al problema, hasta unos días atrás que vinieron a darnos un ultimátum”?

En vez de aguardar por una respuesta del funcionariado, como parece ser la actitud de los afectados, valdría la pena que, asistidos por abogados, establecieran una demanda y pusieran el diferendo a la decisión de los tribunales. La ciudadanía toda debe ir poniendo a prueba al sistema judicial cubano, una actitud válida, legal, derecho consagrado por la ley y que, por demás, no debería ser entendida como un reto al sistema socialista, sino como una forma de fortalecerla, haciéndola transparente mediante el ejercicio de los derechos de las personas.

Si la garantía del futuro del país a muy corto plazo debe discurrir sobre los raíles de la legalidad y la institucionalidad, temas reiterados por las más altas instancias políticas, la práctica, según el reporte de este caso, permite abrir dudas, pues cuestiona imprescindibles seguridades para toda la ciudadanía. Ningún funcionario puede estar por encima de la ley o al margen de esta, independientemente de la posición que ostente. Para algo existen los tribunales de justicia.

A continuación reproducimos íntegramente la información publicada en el citado diario el pasado día 12 de julio.

Cuentapropistas artemiseños esperan respuesta

Por Yusmary Romero Cruz

Hace un tiempo recibimos la carta de Elier Estévez, Yurisán Rojas, José Alberto Martínez, Ediel Gutiérrez y Esteban Pereira, trabajadores por cuenta propia en Artemisa, a quienes se les solicita abandonar el local de la entidad de Servicios, el cual tienen arrendado por 10 años, mediante contrato.

 “Están remodelando el bulevar, y no nos pertenece ese local, porque ahora es de la Empresa de Comercio, y no de Servicios”.

Tal información, comentan “nos la transmitió el compañero responsable de la remodelación, pues nunca vino un directivo, no se reunieron con nosotros y no explicaron nada con respecto al problema, hasta unos días atrás que vinieron a darnos un ultimátum.”

“Este local nos lo dieron en deprimente forma y lo arreglamos un poco. Éramos trabajadores estatales y pasamos a cuentapropistas arrendatarios. Se nos habló de cómo iba a ser todo, y que no nos quedaríamos desamparados ni desprotegidos; entonces ocurre esto, violando todo lo acordado, ¿nosotros como perjudicados en dónde quedamos, desempleados, desamparados?”, manifiestan en forma de resumen.

“¿Fuimos los primeros en funcionar en el país como esta nueva opción y seremos los primeros en desaparecer? La decisión tomada no es la más correcta, cuando se aprueban leyes y concepciones para mayor apertura al cuentapropista, a las cooperativas y a los arrendamientos”.

Continúan su carta aportando otros datos y detalles que por el espacio no publicamos. Mas, explican que el bulevar precisa de variados servicios. “¿Por qué no nos insertan como hasta ahora hemos estado y, en conjunto, los Servicios y Comercio seguir en armonía con este nuevo esquema de bulevar?”.

Lamentable situación que esperamos tenga rápida respuesta, y no afecte los servicios al pueblo, una de las misiones de la nueva modalidad de empleo.

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3 thoughts on “¿De qué vale un contrato en Cuba?

  • La ya tradicional arbitrariedad de las autoridades cubanas.Son las primeras en violar las leyes establecidas.Es igual en relación a todos los tipos de contratos que se realizan en el país en todos los sectores sociales: vivienda, cuentapropismo, el no pago a productores agrícolas, el no pago a trabajadores estatales de empresas agropecuarias, el no pago a los trabajadores cubanos contratados por Cimex o Gaesa( la remodelación de la Manzana de Gómez). Todos estos sectores, firman contratos y los violan sin que haya ninguna instancia en el país que proteja a los ciudadanos frente a semejante arbitrariedad.

  • Pero si es que violaron desde el principio el primer contrato que establecieron con la nación, nadie les reclamó y se acostumbraron a desfachatadamente no cumplir absolutamente nada de lo que firman.

  • Asi mismo violaron el contrato de arrendamiento de tierras a campesinos de Cienfuegos para entregarselas a la multinacional corrupta Odebrecht cuando le dieron el central 5 de septiembre para su beneficio privado. Esa pobre gente se encontró unos terrenos abandonados, lleno de malezas incluida el temido marabu, después que los limpiaron y lo pusieron a producir con recursos propios llegaron los burócratas del Minagri con ordenes de “arriba” que tenían que entregar esas tierras ya mismo. Con esa total falta de seriedad y seguridad jurídica piensan que vendrán inversionistas a poner en riesgo su dinero.

    http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1426535456_13433.html

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