De nuevo los rusos…

Por Irina Echarry, Fotos: Caridad

Fidel Castro y Nikita Khrushchev

HAVANA TIMES, Feb. 14 — La Fortaleza de la Cabaña acoge por estos días a Rusia, país invitado de Honor de la 19 edición de la Feria Internacional del Libro de la Habana.

Miles de personas acuden a la cita como si fuera una cuestión de vida o muerte, o como si faltando a la feria, cometieran algún delito.  Para la mayoría el reencuentro con Rusia desempolva nostalgias.

Algunos, como Augusto, de 47 años, manifiestan una especie de orgullo al ver un retrato de Krushov junto a Fidel,  a su mente  “vuelven recuerdos de una época en que vivíamos felices. Aquí se hablaba de combatir al enemigo, pero a la vez  podíamos soñar. Mira, yo estudié en la URSS, allí me enamoré y todo, luego volví porque aquí estaba lo mío y porque mi deber era compartir el resultado de mis estudios con mi país.

“Siempre he pensado que soy mejor persona  porque tuve la suerte de estudiar la ingeniería allá, de conocer otro lugar. Moscú es una ciudad bella.  Bueno, mi hija se llama Tatiana por la muchacha que conocí por aquellos lugares. La vida da muchas vueltas,  a veces me pregunto si la volveré a ver algún día. Fíjate que vine a la Feria solo por recordar aquellos años, porque en verdad los libros los puedo comprar en cualquier librería.

Afiches alegóricos a los primeros años de la revolución cubana hechos al estilo del realismo socialista, a través de la mirada de artistas rusos; libros de cuento, novelas, libros de ciencia y técnica, de animales, de flores típicas del país, atraen la atención de los visitantes al recinto.

Mi hijo "queria ser como ellos, subir y subir, llegar a la luna."

Nilda, un poco triste frente a fotos de los cosmonautas Arnaldo Tamayo Méndez y Yuri Romanenko, habla de la pasión de su hijo por el cosmos: “quería ser como ellos, subir y subir, llegar a la luna. Tenía una libreta con recortes de fotos que salían en los periódicos y en la revista Bohemia. Soñaba con eso, decía que iba a descubrir un planeta nuevo… claro, la mente de un niño es poderosa. Al final se hizo dentista, porque ¿quién podía llegar a ser cosmonauta aquí?  Era solo un sueño…

Un sueño que tuvieron muchos niños y niñas de la Cuba de los años 70 y 80. Era la época en que en las escuelas se repetía una frase: el futuro les pertenece.

Por eso Amílcar, de 22  años, cuenta que su papá lo embulló a venir a la Feria: “me dijo, de nuevo los rusos en Cuba... mira a ver si allí encuentras el futuro que nos prometieron hace años porque yo no lo he visto llegar. Y aquí estoy,  no me gusta nada de lo que veo. No entiendo el idioma. Yo creo que no vengo más.”

En la Feria Internacional del Libro de la Habana se mezcla el presente con el pasado y se sigue soñando con lo que está por venir.

Quizá sea eso lo que motive a los visitantes que husmean en la sala dedicada a Rusia. La búsqueda del futuro. Un futuro que pudiéramos encontrar en los libros, hojeando las grandes novelas de escritores cubanos o rusos, los cuentos para niños o los libros de ciencia y arte  universales.  Un buen motivo para asistir a La Cabaña por estos días.