Daniel Ortega se refiere a su hermano preso como traidor

Daniel Ortega

Por Confidencial

HAVANA TIMES – A nueve días de la orden de «casa por cárcel de facto» contra el exjefe del Ejército, Humberto Ortega Saavedra, su hermano, el dictador Daniel Ortega, apareció de forma inesperada, la noche del 28 de mayo de 2024, para anular una orden que entregó el ahora militar en retiro en 1992. Durante el acto, Daniel Ortega usó varios descalificativos contra su hermano, en presencia del alto mando del Ejército de Nicaragua, aunque en todo el evento se rehúso a pronunciar su nombre.

El dictador anuló una orden que otorgó su hermano menor, siendo jefe del Ejército Popular Sandinista (EPS), al entonces agregado militar de Estados Unidos en Managua, teniente coronel Dennis F. Quinn, el 14 de enero de 1992. Dijo que desde hace 32 años, «el entonces jefe del Ejército» tenía «entregada su alma al diablo». En el acto también participaron la jefatura de la Policía, las autoridades del resucitado Ministerio del Interior (antes Gobernación), cientos de militares, oficiales y simpatizantes orteguistas.

«¡Qué vergüenza! ¡Qué vergüenza! ¡Una traición al pueblo! ¡Una traición a la patria», exclamó Ortega antes de invalidar la condecoración por decreto presidencial. «Ya desde entonces el (entonces) jefe del Ejército tenía entregada su alma al diablo», agregó sin mencionar en ningún momento el nombre de su hermano, que está bajo «casa por cárcel de facto» desde el domingo 19 de mayo de 2024, después de la publicación de una entrevista en el medio argentino Infobae.

A través del decreto presidencial, Ortega ordenó «anular, invalidar y retirar» la orden a la cual se refirió como «esa infamia, esa condecoración a un militar yanqui».

Daniel Ortega ya había reprochado a Humberto Ortega

En el pasado, Ortega ya había reprochado a Humberto Ortega la entrega de esa medalla. Sin embargo, es ahora, 32 años después, con el exjefe militar bajo «casa por cárcel de facto» y en un acto público, en presencia del alto mando del Ejército de Nicaragua y de la Policía Nacional, que Ortega dice que «el entonces jefe del Ejército» cometió en 1992 el «sacrilegio» de entregar la medalla al valor en oro ‘Camilo Ortega’ al entonces agregado militar de Estados Unidos.

“En el gobierno neoliberal, pusieron a su ministro de defensa, enemigo del pueblo y del mismo Ejército. Pero hizo muy buena relación con el jefe del Ejército en ese entonces que cometió el sacrilegio de entregarle esa medalla al valor en oro al delegado militar del gobierno de Estados Unidos en Nicaragua. Darle la medalla en oro Camilo Ortega al yankee. Qué vergüenza, una traición al pueblo, a la patria”, dijo Ortega en el acto que justificó como la conmemoración del 45 aniversario del inicio de la ofensiva final contra la dictadura somocista, derrocada el 19 de julio de 1978.

Al mencionar el hecho, Ortega no tuvo reparo en mencionar el nombre de Camilo Ortega, también hermano de él y Humberto, asesinado en Masaya en febrero de 1978, durante la lucha guerrillera.

“Hemos tenido una deuda histórica, una deuda histórica con un hermano sandinista, un hermano sandinista, en su momento le llamamos en el Frente (Frente Sandinista de Liberación Nacional) el Apóstol de la Unidad, porque en medio de las diferencias que habían, él luchó por la unidad, que luego cayó en combate», dijo sobre Camilo.

“Esta inconcebible acción se califica como vergüenza nacional. Evidentemente constituye un acto de entreguismo y traición a la patria”, dice el decreto leído por Ortega, que añade: “Anular, invalidar y retirar esa infamia que ofende a los nicaragüenses dignos”.

Acto seguido, Ortega entregó la «Orden Augusto C. Sandino», en su máximo grado, a integrantes del Batallón Ligero Cazador Gaspar García Laviana, que en octubre de 1986 participaron en el derribamiento de un avión de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos.

Dictador dice que Rosario Murillo se opuso

El dictador aseguró que esa orden entregada al «yanqui invasor» despertó en su momento la molestia y rechazo por parte de los sandinistas, entre quienes mencionó un escrito de su esposa, ahora vocera y vicepresidenta Rosario Murillo, quien siempre ha tenido roces con el exjefe militar.

El mandatario, que no explicó por qué hasta ahora anulaba esa orden, insistió que entregar una medalla a un militar estadounidense es un «acto de deshonra nacional», una «acción vendepatria», «un acto de entreguismo y de traición a la patria».

Con ese decreto, dijo, «hoy se limpia esa mancha humillante» y se borra esa «afrenta» de su hermano, a quien le mantienen retenidos los teléfonos celulares y computadores luego de que cuestionara la sucesión «dictactorial» del mandatario.

Lo que dijo el general en retiro Humberto Ortega

El 21 de mayo, las autoridades nicaragüenses informaron que valoraron el estado de salud de Humberto Ortega, en un intento de justificar su condición real de «casa por cárcel de facto», después de que el militar en retiro afirmó al medio argentino Infobae que el poder «dictatorial» del mandatario no tiene sucesores dentro de su familia ni el sandinismo, y que tras su muerte debe haber elecciones.

En la entrevista a Infobae, publicada el 19 de mayo, el general en retiro consideró que su hermano mayor, que se encuentra en el poder en Nicaragua desde 2007, no tiene sucesores adecuados, incluido su esposa y sus hijos, y que ante una eventual ausencia o muerte quedará un gran vacío de poder.

La afirmación del general «es una ofensa y un desafío personal» para Murillo, quien «se ha prestado desde hace años como la otra gobernante de Nicaragua y como la sucesora de Daniel Ortega en el poder», valoró la legendaria guerrillera sandinista disidente Dora María Téllez.

Afirmar que el poder «dictatorial» del mandatario «no tiene sucesores» dentro de su familia y el sandinismo y que tras su muerte deberá haber elecciones, es un planteamiento «mortífero” para Murillo, opinó a su vez la antigua guerrillera sandinista disidente Mónica Baltodano.

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato y cuarto consecutivo, con sus principales contendientes en prisión y a los que luego expulsó del país y les privó de su nacionalidad y de sus derechos políticos.

A quienes Ortega ha acusado antes de traición a la patria han sido encarcelados, desnacionalizados, e incluso desterrados y despojados de sus bienes patrimoniales.

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