Cubanos en Grandes Ligas, el debate del momento
Por Ronal Quiñones
HAVANA TIMES — Históricamente, Cuba fue la nación que más peloteros aportó a las Grandes Ligas de Estados Unidos, pero después de 1961 jugar en el gigante del Norte implicaba dejar de ser cubano, según las leyes de la Revolución encabezada por Fidel Castro, quien abolió el profesionalismo.
A cuentagotas fueron llegando luego muy pocos que se aventuraron a probar suerte, como Bárbaro Garbey, quien abandonó la mayor de las Antillas en los años 70, hasta que en 1992 René Arocha reabrió la “trinchera”, y fue haciéndose cada vez mayor la emigración beisbolera.
No obstante, nunca llegó a niveles tan altos como en los cinco últimos años, en los cuales dejó de ser un fenómeno “capitalino”, para convertirse en nacional.
Desde Pinar del Río hasta Guantánamo, ya nadie está seguro de poder contar para el próximo año con la misma nómina, a diferencia de lo que sucedía en el pasado reciente, cuando apenas Industriales y Metropolitanos se sentían la sangría.
Actualmente son alrededor de 15 los que integran nóminas de un primer equipo en Grandes Ligas, una cifra sin precedentes después de 1959, pero en total supera el medio millar en el conteo histórico, y la centena entre quienes visten uniformes fuera de la Isla.
A eso se suma el pobre presente de la pelota cubana en cuanto a resultados, pues luego de liderar internacionalmente a su antojo durante varios años, desde 2005 la otrora potencia no obtiene ningún título de verdadera relevancia internacional, y algunos apuntan a “reforzarse” con el talento emigrado.
¿Qué saben los cubanos de sus jugadores que están en Estados Unidos? ¿Cómo se mantienen al tanto? ¿Qué opinan de su decisión de buscar ser profesional en Grandes Ligas? Para los fanáticos, ¿son traidores o héroes deportivos? ¿Deberían los medios cubanos mantenerlos borrados de la historia o deben reportar sus éxitos y fracasos como profesionales?
Con estas y otras interrogantes salió Havana Times a las calles de La Habana, y fue muy interesante lo encontrado.
Como la gran mayoría de los cubanos, William Machado tiene grandes insatisfacciones con la prensa nacional, y la deportiva no escapa a sus reclamos: “¿Cómo cosas importante no se da a conocer con anterioridad, y nos enteramos cuando ya lo ha dicho todo el mundo en la calle? Ahora mismo yo no puedo nombrar a los peloteros que están en Grandes Ligas porque no tengo cable ni Internet.”
José de Jesús Martínez tiene varias décadas sobre sus costillas y nada de esto le sorprende:
“¿Por qué la prensa no menciona nada de esto?, parece tremendo misterio, pero todo esto es normal, así hemos estado hace mucho tiempo. Sobre los peloteros, yo creo que al final veremos a muchos cubanos jugando en los equipos profesionales de todo el mundo. Por ejemplo, con las relaciones que tiene Cuba con Venezuela, no entiendo cómo no existan estos convenios de que jugadores cubanos jueguen en sus equipos profesionales.
“De esta manera las deserciones van desapareciendo, porque juegan en los equipos de otros países y después se incorporan a las Series Nacionales. Se beneficia el pelotero y el Estado cubano, porque es una realidad, estos peloteros seguros no irían a jugar de gratis, de seguro ganan su dinerito y el Estado coge su tajada. Si no se hace los perderemos a todos, porque corre mucho dinero.”
“Tienen que irse, porque no les queda otra”, dice a su vez Denny Pérez, mucho más joven que Chucho. “Los que están lo están haciendo muy bien y cogiendo buenos contratos, y a todo el mundo le hace falta el dinero. Ahora yo te pregunto, ¿por qué no pueden tener la posibilidad, si ellos quisieran, de integrar una selección nacional? Aquí se olvidan de ellos y les cierran las puertas.”
Alexander Rodríguez, estudiante de derecho, vota con las dos manos a favor de la inserción de peloteros cubanos en otras Ligas, “siempre que sea de manera organizada y con el objetivo central de desarrollar nuestra pelota, de manera mutuamente beneficiosa tanto para los jugadores como para el país”. Lo que nunca le ha gustado es que se quiera borrar a quienes decidieron irse del país para probarse al máximo nivel. “¿Por qué son traidores?, yo no me siento traicionado por ellos, y al contrario, me alegro por cada una de sus victorias”, indica.
Para otros entrevistados, las malas relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos son otro aspecto a tomar en cuenta. Al menos así lo considera Rafael Acosta, trabajador de un mercado agropecuario.
“Está claro que las Grandes Ligas no quieren contratos con la Federación cubana de béisbol, pues el bloqueo se lo impide porque sería obtener ganancias económicas para nuestro país. Miren lo que está pasando con la Serie del Caribe. A lo mejor se puede probar en otros países como Japón, México, Venezuela, Corea o Taipei. Pienso que si cada año varios peloteros juegan en esas Ligas y vienen con un beneficio económico, no tendrían la necesidad de irse a la MLB, a no ser algunos que quieren probarse a ese nivel, pero no todos pueden. En la Liga mexicana hay unos cuantos cubanos de calidad que no han llegado a la MLB”, señala.
Al momento salta Hobert Cabrera, para quien lo más importante es dejarlo todo a la decisión individual de cada jugador.
“El talento se premia y solo un tonto no apoyaría el derecho de cada persona a autodeterminar su destino y camino a escoger. Bienvenido (José Dariel) Abreu y todos los demás que se decidan a crear su propio destino sin presiones de organización política alguna. El deporte es para disfrutarlo y dejar que los que tienen talento deleiten a sus fanáticos, sea donde sea.
“La política es para los que se creen talentosos y en su mayoría acaban mintiendo y manipulando a los realmente talentosos, que son los que generan riquezas en una nación, por eso el deporte es libertad y creatividad, y la política quién sabe lo que es después de haber visto tanto sube y baja. Yo creo que se seguirán escapando, y digo escapando, pues el hombre nace para ser libre y nadie ni nada puede esclavizarlo eternamente. Eso de traidores es otra gran mentira”, casi grita exaltado este mecánico.
Al debate se une Elias Altamirano, uno de los que disfruta con cada cubano en el mayor concierto beisbolero del planeta.
“Una cosa sí es real”, indica, “y es que la mejor Liga de béisbol del mundo es la Americana y la única forma que tienen los mejores jugadores cubanos de probarse frente a los mejores jugadores del mundo es dejando el país, pues el bloqueo no da otra alternativa. Es triste y nos jode, pero además del dinero siempre va a estar la expectativa de demostrar si están a la altura de los mejores del mundo, y esto nada tiene que ver con el patriotismo. Martí lo dijo en su época…´Porque a mí me enorgullece, no solo todo lo cubano, sino también todo lo que se hace en Cuba…´ y Abreu va a seguir siendo cubano y muchos van a seguir celebrando sus jonrones esté donde esté”.
El debate, caliente como en cualquier reunión informal entre cubanos amantes del deporte, regresó entonces al otro tema, el de la prensa, y no fue menos rico.
“Quien tiene más información, está mucho mejor preparado para ganar cualquier enfrentamiento, en cualquier terreno. Nos hemos acostumbrado a esconder cualquier tipo de información, que a veces son tan obvias, que nos preguntamos si quien las esconde acaso pudiera ser un retrasado mental”, dice Germán Almanza para iniciar la polémica.
Enseguida Pedro Ureña trae las cosas a la actualidad: “Desde que se comenzó a decir que Abreu estaba lesionado, un pelotero que parece un roble, me pareció risible, se veía que detrás había una vez más, una información escondida. ¿Qué ganamos con ocultar informaciones que al final ven la luz del día y quedamos como mentirosos?
“Con internet, aunque sabemos que hay cosas que no son tal y como las presentan, se sabe casi todo. Cambiar lo que debe ser cambiado. Cómo cuesta trabajo cumplir con ese enunciado. Estamos ya en el 2013, ¿cuándo vamos a cambiar lo que debe ser cambiado? Céspedes tiene un contrato de 36 millones por cuatro años. Cuba no recibe un centavo, ¡qué diferente hubiera sido si a Céspedes y a muchos más le permitan hacer contratos y a la Federación cubana le correspondiera un por ciento, que se podría utilizar en arreglar estadios, comprar implementos deportivos, etc, etc.!
“Somos un país pobre, todo lo que se pueda recaudar, siempre por vías legales, sería muy bien recibido, entonces ¿porqué nos negamos a abrir esa cantera a través de deportistas? Cuba es una potencia médica mundial, miles y miles de médicos prestan su servicio fuera de Cuba, los músicos, algo parecido, ¿cuál es el problema con los deportistas?”
Las opiniones, por supuesto, no quedaron ahí, pero sería interminable reproducir de una vez el fructífero intercambio que espontáneamente se dio en “la esquina caliente” del emblemático Parque Central de La Habana, con apenas un “empujoncito” de este reportero. Otros temas quedan en el tintero, y a lo mejor volvemos sobre ellos en el futuro próximo.
Muy bien, esa es la opinión del pueblo, que el inder no quiera escucharla es otra cosa.
Muy bueno.
¡Todo el Poder a La Esquina Caliente!!!!
(Lenin)
No sñe hasta cuando vamos a tener que sufrir a los ineptos de la comnision nacional, encabezados por ingenio velez, cambiemos ya
es hora de subir el techo de la pelota cubana y para eso hay que insertarlos no necesariamente en las grandes pero otras si.