Cubanas demuestran que el cáncer de mama no es el fin

En el día contra el cáncer de mama

Vicente Morín Aguado

Dia contra el cancer de mama
Enna Ferrer Carmona

HAVANA TIMES — El diagnóstico de un cáncer de Mama o una cirugía radical no significa una sentencia de muerte, eso me dice Enna Ferrer Carmona, quien hace 22 años enfrentó ambas realidades.

Ella es una de las fundadoras de Alas Por la Vida, proyecto creado por los profesionales del grupo de Mastología del Hospital Universitario Comandante Manuel Fajardo de La Habana.

Conocí a Enna mientras, sin sospechar mi condición de periodista, me explicaba sobre sus afanes, en tanto yo disfrutaba de una exposición de arte, inaugurada el pasado 5 de octubre en la galería de la Quinta de los Molinos, esquina de Carlos III e Infanta en La Habana. Según supe, todas las obras expuestas fueron creadas por mujeres operadas de una neoplasia de los senos.

Se trata de una, entre muchas, de las diversas acciones colectivas o individuales, realizadas por el proyecto, uno de cuyos fundamentos reza: “Los asociados perciben que sus necesidades no son o no pueden ser satisfechas por las instituciones sociales existentes.”

Me imagino el impacto para mi ocasional compañera en la galería, pues conociendo sus actuales 59 años, el primer encuentro con ese llamado “mal amigo” ocurrió en la plenitud de su vida como mujer, una condición que felizmente aún aprecio en su rostro, gracias en buena medida a estas alas por la vida.

El proyecto abarca un gran número de municipios, pertenecientes por lo menos a 11 de las 15 provincias del país, si incluimos a la Isla de la Juventud. Su número es cercano a las mil asociadas, mujeres principalmente, dada la particularidad de la neoplasia de referencia.

Aun así el líder de la asociación, Dr. Alexis Cantero, considera las cifras muy bajas considerando que se registran unos tres mil casos positivos cada año en el país, siendo esta enfermedad una de las tres causas primarias de muerte en Cuba.

Enna me cuenta que los grupos de asociadas conocen de bioética, sexualidad en sus nuevas condiciones de vida, alimentación adecuada, además de estimularse la incorporación a una vida activa, realizando diferentes actividades útiles, tanto personales como en grupos.

El reunirse es una condición esencial, porque la terapia grupal resulta indispensable ante el estrés, los traumas físicos y Psicológicos relacionados con el significado de los senos dentro de la imagen social de las mujeres.

He visitado varias veces la exposición de la Quinta de los Molinos, contiene pinturas, fotografías, tejidos, artesanía variada en formatos pequeños, junto a otras formas expresivas de estas compañeras, cuyas vivencias quedan plasmadas como un testimonio permanente del optimismo. Una de las artistas escribió: perdió un ala, y a la otra le creció la vida.

Me es difícil decir adiós, he vuelto varias veces, conversando siempre con alguna representante de la asociación, cuya sonrisa me trasmite energía, diciéndome que no todo está perdido si hay personas dispuestas a ofrecer su corazón.

No hubo tiempo para conocer personalmente al Dr. Cantero. En las fotos aparece siempre en segundo plano, sin especial destaque, sin embargo, el cariño por su persona y trabajo es tan elocuente al hablar con las mujeres asociadas, que no hay dudas de su modestia y total entrega a estas alas por la vida.

Otros detalles fotográficos revelan el apoyo de muchos artistas al proyecto, comenzando por el empujón inicial de la muy prolífica y dinámica Zaida del Río; también hay solidaridad manifiesta de diversas instituciones culturales, gastronómicas, médicas, educacionales, incluyendo diversos medios de prensa del país.

Sin embargo, tanto el Doctor como las demás compañeras me expresaron un deseo: promocionar su Línea de Ayuda, puerta inicial para incorporar nuevas personas necesitadas de apoyo. Los teléfonos son 8369936 y 8369937, martes y jueves de dos a cuatro de la tarde. Ellas sueñan con un spot permanente en la televisión cubana.

La exposición estará abierta hasta el próximo 5 de noviembre. Por el momento digo hasta luego, el esposo de Enna escribió una posible despedida:

Cuando le ayudo a vestirse, no veo una cicatriz en el lugar del seno ausente sino una medalla al valor, al mérito de sobreponerse a todas las adversidades y luchar por la vida.
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Vicente Morín Aguado: [email protected]