Cuba se vira hacia China para sobrevivir

Rao Quan, viceministro de Turismo de China, y Juan Carlos García, ministro de Turismo de Cuba, tras la firma de un acuerdo de colaboración. Foto: Prensa Latina

HAVANA TIMES – La caída brutal del intercambio comercial con Venezuela en los últimos años produjo un impacto notable en la economía cubana, que busca socios desesperadamente para sobrevivir.

De los pocos países con quienes tienen cierta afinidad, exceptuando a Vietnam que quiere muy poco que ver con la dictadura cubana, los acercamientos han sido constantes hacia Rusia, Irán y China, los únicos verdaderos aliados que le quedan.

México y Turquía son también gobiernos afines, pero la palabra lo dice, se trata de una coyuntura momentánea en la que quien ostenta el poder tiene cierta simpatía hacia Cuba, pero en cuanto lleguen elecciones todo puede cambiar drásticamente.

Quedamos entonces en los tres paticos, para decirlo de manera humorística, pero de ellos, los dos primeros tienen bastantes problemas por su cuenta y no pueden colaborar como quisieran.

Los rusos están en una guerra que parece interminable por el control de Ucrania, y los iraníes mantienen un conflicto no oficial con Estados Unidos, pero las sanciones económicas que sufre son similares a las de Venezuela, y por tanto no tiene mucho para poder repartir.

Queda entonces solamente China como potencia verdadera para buscar colaboración, y no por gusto se le acaba de dedicar la Feria Internacional de Turismo.

La firma de documentos con esa nación busca potenciar los nexos, la inversión y un interés por el multidestino desde la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

Durante el evento, celebrado entre el 30 de abril y el 3 de mayo, los ministerios de Turismo de Cuba y China firmaron un memorando de entendimiento para potenciar la colaboración en el sector.

Igualmente, se suscribieron dos cartas de intención para la negociación de contratos de arrendamiento del Hotel Copacabana, a medias entre la corporación nacional Cubanacan S.A. y las empresas chinas Hainergy New Energy Corp., LTD y Hong Jianghua International Hotel Management Co., Ltd. Company.

Por la parte del gigante asiático es parte de su estrategia “Nueva ruta de la seda”, que pretende rescatar los vínculos chinos con el resto del mundo, y en Latinoamérica el mercado cubano puede contribuir con rutas de ocio y vacaciones con múltiples paradas en un solo viaje, al estilo crucerismo.

Desde mayo de 2024 existe la ruta aérea directa entre La Habana y Beijing, y con ella se ha ido fomentando el arribo de turistas de esa nación a la isla, aunque todavía las cifras no son significativas.

Además, varios hoteles de lujo en La Habana incluso comenzaron a incorporar opciones culinarias chinas en sus ofertas gastronómicas para captar clientes.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), en 2024 se recibieron 26 760 visitantes procedentes de ese país, cuyo mercado emisor fue el que más creció con respecto al año previo, exactamente un 148,6 por ciento, porque fueron 18 003 los que llegaron en 2023.

Estamos hablando apenas del lugar número 14 por volumen de visitantes con respecto al resto del planeta, pero este incremento del flujo puede ser importante si mantiene la tendencia.

Además de captar turistas para el mercado doméstico, por su ubicación geográfica Cuba puede ser la llave del multidestino en el Caribe, y por eso durante la Feria tomaron parte en los intercambios autoridades de turismo de las naciones miembros de la comunicad ALBA-TCP.

El ente regional, que incluye a Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Venezuela, se comprometió a promover facilidades en los trámites de visado que les permitan a los visitantes chinos circular sin mayores complicaciones por la zona.

Queda pendiente el diseño de paquetes turísticos atractivos, el establecimiento de alianzas estratégicas y la optimización de promoción y marketing, así como la garantía de calidad y la facilitación de logística y conectividad, en aras de potenciar el multidestino.

Para Cuba específicamente representa una bocanada de aire, porque la otrora locomotora de la economía registra un descenso indetenible desde la pandemia de Covid-19, cuando ya el resto del planeta se ha recuperado totalmente.

Hasta marzo en la isla se recibieron 759 641 viajeros, 77,3 por ciento con respecto a igual período en 2024, de los cuales 571 772 fueron visitantes internacionales, 70,7 por ciento de los captados en 2024.

Es casi un cuarto de millón menos en comparación con igual período del año anterior, y ya la tendencia preocupa, porque ni siquiera los rusos pueden rellenar ese vacío.

Esta semana una delegación cubana toma parte en la 33 Feria Internacional de Viajes de Guangzhou, como parte de una estrategia ya sostenida de mostrar el producto nacional en suelo asiático.

Cuba eliminó el requisito de visado para chinos desde el año pasado, pero recientemente la embajada de ese país recordó a sus ciudadanos tomar una serie de precauciones mientras permanezcan aquí, referidas sobre todo a temas de seguridad.

China acaba de aprobar la exención de visado para cinco países latinoamericanos, que entrará en vigor este 1 de junio y se extenderá por un año, aunque todavía no para los cubanos, que la pueden obtener gratis, pero todavía necesitan la visa.

Más allá del turismo, son apreciables los intercambios bilaterales en la cultura, el transporte, la ciencia, la academia, el deporte y en otros múltiples sectores de la sociedad.

Empresarios chinos también han podido establecer negocios en Cuba tanto de venta de alimentos como de ropa, calzado, efectos electrodomésticos y medios de transporte, en ocasiones asociados a empresas nacionales.

También se utiliza la modalidad de holding, para a través de compañías cubanas comercializar productos chinos que van desde paneles solares hasta implementos deportivos, por ejemplo.

La aprobación de créditos no marcha del todo bien, por el reiterado incumplimiento de pagos por la parte cubana, pero los diplomáticos siguen rogando por ellos como vía para paliar la profunda crisis generalizada en la isla.

La autosuficiencia de China y sus ganas de colaborar son la tabla a la que se aferran las altas esferas de Cuba, en momentos en que cada día pierden más credibilidad desde todo sentido.

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