Cuba: “La obra del siglo”

Por Irina Echarry  (photos: Juan Suárez)

De la pelicula La obra del siglo.
De la pelicula La obra del siglo.

HAVANA TIMES — Los que asistimos a la inauguración de la XIV Muestra de Jóvenes Realizadores fuimos testigos de un importante acontecimiento. Importante, no solo por la exhibición de la, poco conocida, obra pictórica de Nicolás Guillén Landrián en el lobby del cine Chaplin; sino por la película que reservaron para la ocasión.

La obra del siglo, de Carlos M. Quintela, fue filmada en la ciudad nuclear de Juraguá, provincia de Cienfuegos, sitio referencial de las grandes ilusiones que dominaban la isla en la década del 80´.

Miles de ingenieros y técnicos viajaban hasta la URSS a estudiar, un ambiente esperanzador prevalecía, se comenzaba a construir la ciudad donde vivirían todos los trabajadores de la primera central electro nuclear del Caribe. Y era solo el comienzo, se esperaba construir 12 reactores a todo lo largo de la isla, con la ayuda de la hermana Unión Soviética.

Sin embargo, el filme no solo habla de un proyecto inconcluso sino que también hurga en la parte humana, en la frustración y los sueños paralizados.

Además de los materiales de archivo (el realizador utiliza las filmaciones de Tele Nuclear, que recogen el proceso de construcción de la planta y la ciudad), una historia de ficción completa la película. Una historia sencilla, cotidiana, mostrada de manera cruda, sin tapujos ni edulcoraciones, como para que el espectador se sienta parte de ella.

obra-3Tres hombres solos, tres generaciones diferentes –abuelo, padre y nieto- comparten un apartamento de la ciudad nuclear, en uno de los modelos de edificios que florecieron por todo el país y que respondían a la estética soviética. Una gran amalgama de desengaño, amor, aislamiento, ansias de mando, desamor, miedos, tristeza, ha engendrado masculinidades que chocan, se enfrentan y sobreviven en un pequeño espacio.

Es de agradecer que la película no se limite –como otros intentos audiovisuales- al lamento o la nostalgia por la época pro-soviética que vivimos. El colapso de la URSS no solo frenó el gran sueño de “progreso” que tenía el país; sino que se convirtió en pesadilla al congelar esos pequeños ideales individuales de realización personal, ya sea en el plano humano o profesional.

Otro logro de la cinta es que no busca ser admirada tan solo por la crítica, capaz de encomiar el excelente trabajo fotográfico o reconocer ciertos códigos o símbolos; sino que acude a un lenguaje y un tono que atrapa a todo tipo de espectadores.

De la obra pictórica de Nicolás Guillén Landrián exhibido en el Cine Chaplin.
La obra pictórica de Nicolás Guillén Landrián en el lobby del Cine Chaplin.

El tema central nos deja con algunas preguntas. ¿Qué piensan ahora los pobladores de esa ciudad fantasma? Pues aunque la cámara testimonia la cotidianidad de hoy, no da voz a los habitantes actuales de la ciudad nuclear, quizá para reafirmar su condición de fantasmas o simples sombras.

¿Hubo alguna oposición a ese proyecto? Es difícil saberlo cuando la prensa de la época solo resalta la parte “positiva” del asunto. Pero la pregunta que, por su vigencia, no debemos dejar de hacernos: con todo ese dinero invertido en semejante quimera, ¿no habría sido mejor aceptar nuestra condición de país subdesarrollado, pobre, aislado, y emplearlo en algo más afín con nuestras realidades? ¿De qué sirve ilusionarnos con la altura si apenas reconocemos el suelo que pisamos?

La obra del siglo es un filme sincero, que no recurre a la manipulación sensiblera que ha viciado el cine cubano de los últimos tiempos. No hay lamento ni regodeo en la tristeza, sino reconocimiento de una realidad. Una realidad que debería hacernos reflexionar -entre otros asuntos- sobre los sueños, ese aderezo perfecto para mejorar el sabor de la vida, pero que, cuando se usa en demasía, puede cambiarle totalmente el sabor.

9 thoughts on “Cuba: “La obra del siglo”

  • Tremendo embarque, como casi todos los negocios con el CAME y los bolos…imagino que haya asimismo un documental sobre el Metro de La Habana…

  • Hace falta que la gente de la industria cinematografica continue haciendo documentales de todos las meteduras de pata de los iluminadisimos en jefe.

    No solo expondrian asi la “genialidad” de tales iluminados sino que tambien tendran material de trabajo para años.

    Sobre la planta de Juragua debemos alegrarnos despues de todo con lo que paso. No se que hubiera pasado con esa bomba de tiempo, de haberse terminado, bajo la direccion de algun “elegido” .

  • La Central Electronuclear de Juragua generaria la 3a parte de la energia electrica que consumia en ese momento el pais. La obra del 1er reactor estaba terminada, solo faltaba montar el Sistema automatico de direccion, que nunca iba a ser sovietico sino de la Republica Federal de Alemania, con financiamiento Sovietico. Al desmoronarse la URSS se sometio la terminacion y puesta en marcha a licitacion y entre varias empresas europeas gano la licitacion la Siemens de Alemania, pero…. ahi surgio la intromision del gobierno de Estados Unidos, que presiono a sus socios europeos para que no invirtieran en esa obra…. Los temores de esaa instalacion al relacionarla con el accidente de Chernobil fueron infundados. La tecnologia de los Reactores de agua a presion es muy diferente a la de los reactores de Chernobil. La planta fue construida bajo los estandares mas exigentes, bajo la supervision del Organismo Internacional de Energia Atomica. Si alguien tiene dudas de esa tecnologia , por favor vean el funcionamiento de la Planta gemela a la que se construia en Cuba: La de Finlandia, que es una verdadera joya de la tecnologia sovietica. Ah , peronal altamente calificado habia suficiente en Cuba. Es una pena que todo haya concluido de esa forma y que la gente que se instalo en Juragua haya tenido que reorientar sus vidas. Es bueno que sepan el origen de ese problema.

  • Raúl:

    Es de agradecer la aclaración, pero por desgracia no ha sido el único proyecto que en nuestro país ha corrido suerte aciaga: en 1965 Cuba ya recibía ayuda con destino a su agricultura, por un monto que según los registros de la FAO de esa época, sobrepasaban el total de los recursos internacionales asignados con igual fin para toda la América Latina. Y, sin embargo, ¿dónde se ubica nuestro agro hoy, al cabo de medio siglo? ¿Qué pasó con aquella millonaria asistencia, que hoy hay que gastar un potosí importando alimentos? ¿Y el Metro de La Habana? Etiopía, un pais el que Cuba ayudó en muchos frentes en los años 70-80, cuando se diseñaba el metro habanero, ya tiene desde enero de 2015 su servicio de tren interurbano en la capital, para beneficio de cinco millones de habitantes, a un costo de sólo 475 millones de dólares. La Habana apenas cuenta con la mitad de esa cifra de habitantes, y además de no ver un metro en el horizonte, atestiguó cómo sus Yutong fueron de capa caída antes incluso de que se terminara de pagar su importación, razón por la cual la fábrica se negó a enviar las imprescindibles piezas de repuesto, además de culpar al mal estado de las calles y carreteras cubanas por el deterioro anticipado de los ómnibus. Y hay unos cuantos ejemplos más…

    No sé si todo eso fue culpa de EEUU.

  • Isidro, y porque solo hablas de problemas y no de lo logrado: De donde salió el poderoso complejo bio-farmaceútico de ese país ? Y los miles de médicos que ahora mismo garantizan ingresos sustanciales a esta isla ?
    A nolesdaverguenza y a ti debería darles verguenza ver solo manchas y no el resto del sol.
    Y respecto asl transporte urbano de La Habana, porque crees que compramos buses en el otro lado del mundo ? Acaso nuestro vecino norteño nos deja comprar algo que contenga alguna parte, por minúscula que sea, de procedencia yanqui (más del 10 % y no compras nada.) ? O no recuerdas a la Scarabeo ?

  • Hola, Adrián:

    Gracias por tu comentario. Si has visto con anterioridad mi participación en este foro, sabrás que no soy de los que rehúye el reconocimiento o cierra los ojos ante los avances que se a anotado Cuba en numerosas esferas a lo largo de décadas. Pero como me precio de ser una persona racional, que siempre procura el tono más objetivo en todo lo que aborda, amén de contar con edad suficiente para haber atestiguado más de una barbaridad cometida con la economía de nuestro país, te puedo asegurar que no todo lo que nos aqueja – y quizás menos incluso de lo que tu afirmas – deriva del injusto bloqueo a que nos ha sometido EEUU por varias décadas.

    Y es que precisamente el bloqueo ha servido también, y por mucho tiempo, como alfombra propicia bajo la cual barrer múltiples errores con la escoba de la justificación.

    Y observa que los ejemplos que cito no son inventados. ¿Quién ha respondido hasta ahora por haberle colocado motores estadounidenses a las guaguas Yutong que se adquirieron en China, y que aún sin haberse pagado se estaban rompiendo? ¿No te parece además de un sinsentido, incluso un acto de sabotaje haber hecho esa barbaridad?

    Adrián, yo viví la Ofensiva Revolucionaria de 1968. Vi a decenas de vecinos míos, que hasta ese momento se tenían por personas honestas que vivían de su trabajo, perder todos sus pequeños negocios de la noche a la mañana. Y a los dos años de haber arrasado con todo aquello, no vivíamos mejor. Al contrario. pasamos por el primer período especial, sin apenas nada que comer, ni ropa, con las cajetillas de cigarros Populares vendiéndose a 125 pesos. Las secuelas de aquellas decisiones las estamos pagando todavía hoy, y quién sabe por cuánto tiempo más.

    ¿Cómo se puede responsabilizar al bloqueo por tanta tierra potencialmente fértil devenida hoy campo de marabú? ¿O es que hay un cuerpo de marines yankis impidiendo que los cubanos saquemos suficiente de la tierra para vivir?

    Y te lo digo desde un país donde en tres años, de 1959 a 1962, murieron entre 15 y 40 millones de personas por falta de alimentos, consecuencia en buena medida de prácticas erróneas en el agro. Pero hoy tiene alimentos para mil 300 millones porque un buen día se cansaron de pasar hambre y cambiaron la estructura económica del país, poniéndola patas arriba.

    En fin, no te canso. Pero no olvides que lo más fácil siempre será culpar a otros de nuestros yerros, acudir a la justificación acomodaticia y que todo siga igual.

  • …”que se ha anotado Cuba”…

  • Bueno, yo vivo en la Cen, y en realidad, lo que hay der tal lugar en la película es solo telón de fondo, decorado gratuito: en ese lugar, con lo que ahí hay, se puede hacer un film mucho más potente, interesante, agresivo, grande, que ese, que es pura retórica, realmente. Es una pena

  • Le ronca, !! donde quiera aparece un “gusano criticón¨!!. Yo quisiera saber la historia de cada uno de esos criticones en la Web, cuantas veces fueron a cortar caña o a cultivar papas, si cumplieron con su trabajo e hicieron guardias en su trabajo, o donaron sangre. Solo el que haya hecho al menos algunas de esas cosas tiene derecho a criticar.

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