Cuba inmuniza a vulnerables con vacunas en desarrollo

Carmen Puentes recibe la primera dosis del candidato de vacuna Abdala contra la covid-19 en un policlínico en La Habana del Este. En 14 días esta ciudadana cubana de 70 años recibirá otras dos dosis en lapsos de 14 días entre ellas, como parte del esquema de inmunización establecido. Foto: Jorge Luis Baños/ IPS

Cuba es la primera nación latinoamericana con fármacos propios para enfrentar el coronavirus y antes de concluir 2021, podría sumarse al reducido grupo de las que cuenten con toda o casi toda su población inmunizada.

Por Luis Brizuela (IPS-Noticias)

HAVANA TIMES – “Esto es lo mejor que nos ha pasado”, asegura Victoria Díaz tras recibir la primera dosis de Abdala, uno de los proyectos de vacuna anticovid-19 con los cuales Cuba aspira a inmunizar este año a toda su población.

Residente en La Habana del Este, uno de los 15 municipios de la capital cubana, esta jubilada de 66 años dijo a IPS que acudió junto con su esposo, de 85 años, a administrarse el fármaco porque “estamos seguros que esa vacuna no hace daño. Está más que estudiada”.

Díaz, quien pasadas 72 horas de la inyección asegura sentirse bien, se dedica a atender su hogar donde además vive su hija con un bebé de tres meses, algo que la ha obligado a ser más estricta con los protocolos sanitarios que, “incluso vacunados, tendremos que mantener por un buen tiempo, incluidas las mascarillas”, advierte.

El 10 de mayo comenzó en cuatro municipios habaneros el denominado “estudio de intervención” en grupos y territorios de riesgo, a los cuales se sumarán durante mayo y junio las restantes demarcaciones capitalinas.

El objetivo es inmunizar a alrededor de 1,7 millones de personas mayores de 19 años de la urbe de 2,2 millones de habitantes, con más de la mitad de los contagios y fallecidos del país, debido a la covid.

El cronograma en esta fase experimental contempla asimismo aplicar los fármacos en algunas de las 15 provincias cubanas, en la población mayor de 60 años, al igual que en el grupo de 40 a 59 años.

Serán administrados Abdala y Soberana 02, prospectos anticovid-19 desarrollados por la industria biofarmacéutica nacional y únicos que transitan por la fase tres y última de los ensayos clínicos.

Se trata de una decisión perentoria hasta que la autoridad reguladora, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos autorice el uso masivo, lo cual podría suceder a mediados de junio, según el Ministerio de Salud Pública.

El estudio de intervención recibió luz verde en un momento en que Cuba soporta el peor momento de la pandemia originada por el SARS-Cov-2.

Hasta este martes 18, el archipiélago caribeño acumula 126 755 contagiados y 826 decesos, desde marzo de 2020 cuando se reportaron los primeros casos. No obstante, la proporción de fallecidos con respecto a la población total es baja si se compara con naciones del área.

A ello se suma la circulación de nuevas cepas, especialmente la variante sudafricana, con una mayor transmisibilidad y asociadas con el repunte de casos graves, críticos y fallecidos desde diciembre, apuntan expertos.

Los resultados de seguridad e inmunización de las fases I y II de ensayos clínicos, y la evaluación preliminar de la fase III de Soberana 02 y Abdala, aún en marcha, justifican “que esta intervención tiene más beneficios que riesgos para nuestra población”, explicó el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal, en una comparecencia televisiva el 7 de mayo.

La máxima autoridad de salud agregó que “la vacunación de diferentes grupos poblacionales debe contribuir a la disminución de los enfermos y fallecidos, además de potenciar un posible decrecimiento de la transmisión, lo cual permitiría un retorno gradual a las actividades sociales y económicas en todo el territorio nacional”.

Para fines de junio, 22,6 por ciento de los 11,2 millones de habitantes en la isla podrían haber recibido alguno de los antígenos.

Si la autoridad reguladora autoriza la vacunación masiva, un tercio de las cubanas y cubanos podrían estar inmunizados en julio y 70 por ciento en agosto, según estimaciones oficiales.

Las estadísticas indican que hasta este martes 18 más de 455 000 personas han recibido al menos una dosis de Soberana 02 y Abdala durante la intervención sanitaria en La Habana, así como entre el personal sanitario, centros biotecnológicos y otros grupos de riesgo.

La doctora Yaima Cid explica a un grupo de vecinos detalles sobre la aplicación de la primera dosis del candidato de vacuna Abdala contra la covid-19 en el policlínico Betancourt Neninger, en la zona Micro X, en el barrio Alamar, en La Habana. Cid detalla que las reacciones más frecuentes son dolor en el lugar de la inyección o alguna momentánea descomposición por hipertensión, originada por el nerviosismo.

Abdala, con un esquema de vacunación de tres dosis, con 14 días de diferencia entre cada una (0-14-28) es, según científicos cubanos, capaz de inducir altos niveles de anticuerpos funcionales frente a la enfermedad.

“Las reacciones más frecuentes que hemos notado son leves, como dolor en el sitio de la punción y descomposición hipertensa, pues algunos pacientes se ponen un poco nerviosos, pero nada grave”, precisó a IPS la médica Yaíma Cid, jefa de uno de los grupos de trabajo en una policlínica en La Habana del Este.

El protocolo para administrar el fármaco parte de la voluntariedad, e incluye el llenado de un formulario con datos y la firma de consentimiento de la persona.

Antes de la inyección, el personal de salud toma la presión y temperatura y con posterioridad cada individuo permanece una hora bajo observación para evaluar cualquier reacción adversa, comprobó IPS al visitar uno de los vacunatorios.

“Tras la tercera dosis, el sistema inmunológico necesitará un tiempo adicional para responder a la enfermedad con los anticuerpos. En caso de contraerla, no se experimentarán el sinfín de complicaciones y secuelas que deja; la pasaremos como una gripe”, explicó Cid.

Abdala, Soberana 02 y los otros tres candidatos a vacunas anticovid que se desarrollan en Cuba se basan en la tecnología de subunidades proteicas, que incluyen porciones inocuas (una parte de la proteína S) del virus SARS-CoV-2, para que el organismo las reconozca como un elemento extraño y produzca linfocitos T y anticuerpos que ataquen al virus.

Personal sanitario ayuda a una paciente a rellenar el formulario con los datos personales de quienes van a recibir la vacuna anticovid, cuya aplicación es voluntaria en Cuba y requiere la firma de consentimiento previo. Un trámite que han cumplido quienes ya han recibido la primera dosis de inmunización en La Habana.

Perspectivas

Cuba es la primera nación latinoamericana con fármacos propios para enfrentar el coronavirus y antes de concluir 2021, podría sumarse al reducido grupo de las que cuenten con toda o casi toda su población inmunizada.

Se trata de un acontecimiento con connotaciones sociales, políticas y económicas, por ocurrir en un país del Sur en desarrollo, con una crisis estructural de su economía y agobiado por los efectos de la pandemia, más rigurosos debido al endurecimiento del embargo que aplica el gobierno de Estados Unidos desde 1962.

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One thought on “Cuba inmuniza a vulnerables con vacunas en desarrollo

  • Utilizan a los ciudadanos como cobayos de laboratorio. Esto es una falta de respeto y violación del derecho a la salud y la vida. Esperar por vacunas propias es una estrategia errada y que implica aumentos de contagios y muertes, como sigue ocurriendo. Y vacunar con vacunas no certificadas es un fraude. ¿Por qué el gobierno no entrega la información sobre los estudios vacunales a sus pares científicos internacionales? Porque prefiere utilizar a los ciudadanos como cobayos de laboratorios violando sus derechos a la salud y a la vida, para lograr después si lo logra la venta de los fármacos, entrada para el PCC y el gobierno no para el pueblo.

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