Cuba: El dólar alcanza cambio record en el mercado informal

Los economistas advierten que el dólar superará pronto el umbral de los 200 pesos cubanos. (EFE)

Los economistas independientes no descartan que la tasa de cambio rebase pronto la barra de los 200 y llegue, incluso, a los 300

Por 14ymedio / EFE

HAVANA TIMES – El cambio en el mercado informal en Cuba está a punto de romper la barrera psicológica de los 200 pesos cubanos (CUP) por dólar y sin expectativas de que la moneda nacional deje de depreciarse, según los economistas consultados por EFE.

Esta tasa cambiaria es la más alta del pasado reciente de la isla. Ni siquiera en el llamado Periodo Especial de la década de 1990 –tras la caída del bloque soviético– se alcanzó esta cotización.

El mercado informal, el más importante en la Isla, es donde muchas personas se surten de dólares antes de marcharse en la actual oleada migratoria. Desde octubre de 2021, son más de 180.000 cubanos los que han llegado a Estados Unidos, una cifra récord.

Hace dos semanas, una nota de la prensa oficial vaticinó que el dólar superaría la cota de los 200 pesos y señaló que «no se precisa ser un gurú» para inferir que la estampida migratoria depreciaría aún más la moneda nacional al crecer la demanda de dólares.

«Es una profecía autocumplida», sentencia el cubano Pavel Vidal Alejandro, profesor asociado en la Universidad Javeriana de Cali (Colombia), en entrevista con EFE. «Existe una total falta de credibilidad en el peso cubano y no hay políticas monetarias para revertir la situación», añade.

Aunque la depreciación ya era patente desde 2021 –año en el que entró en vigor la mayor reforma económica de los últimos años, conocida como Tarea Ordenamiento–, la caída en picado del peso realmente se originó este agosto.

Hace justo un año, el dólar estaba a 65 pesos en el mercado informal. Diez meses después, el 1 de agosto, a 115 pesos. Solo dos meses después, este 1 de octubre, se depreció casi 80 más, hasta los 198 pesos que marca este sábado el índice que publica diariamente el medio independiente  El Toque.

Este diario constató en varios recorridos que los dólares se terminaban pronto y las divisas comenzaron a subir como la espuma en el mercado negro. Tras la entrada en vigencia de la norma, los cubanos hicieron largas colas para adquirir el billete verde en las casas de cambio (Cadeca), en las que incluso hubo despliegue de seguridad estatal.

A inicios de agosto, el ministro de Economía, Alejandro Gil, anunció que el Estado compraría moneda extranjera a personas físicas, una medida pensada para captar divisas en un escenario de crisis en el turismo, que se ha derrumbado con la pandemia de covid.

Gil precisó que la compra se basaría en un cambio cinco veces mayor que el oficial –de 24 CUP por dólar, establecido en la Tarea Ordenamiento– en niveles similares a los del mercado informal en ese entonces (en torno a los 120 CUP).

Veinte días más tarde, Gil hizo otro anuncio: el Gobierno también vendería divisas, aunque con limitaciones. El objetivo, explicó, era fortalecer el peso e ir desplazando la compraventa de dólares en la calle.

Los expertos consultados coinciden en calificar de errónea la medida, que mostró la fragilidad del Estado frente al mercado informal. Desde entonces, el peso ha caído estrepitosamente.

«El Estado se convirtió en un demandante más (de divisas) y en un competidor» que no pudo ganarle la partida a oferentes con mejores precios, señala a EFE la economista Tamarys Lien Bahamonde.

El también economista cubano Elías Amor comparte el diagnóstico y añade: «En el momento en que fijaron el nuevo cambio, los agentes (en el mercado de la calle) incrementaron el valor para mantener a sus clientes y eso es normal, se llama competencia».

Amor considera que uno de los problemas de raíz fue ubicar el cambio de 24 a 1 en la Tarea Ordenamiento: «Esa tasa salió como el conejo de la chistera».

«Fue un cálculo erróneo desde un primer momento. Y el Banco Central de Cuba no podía respaldar con divisas un cambio tan alto como el que se había establecido», sostiene.

La implementación del limitado mercado cambiario oficial lastró a una moneda que ha ido perdiendo peso en la vida diaria de los cubanos, quienes también han visto en el dólar un valor de refugio estable, señalan los expertos.

Pero sobre todas las cosas, los analistas advierten de un fenómeno cada vez más normalizado en el país: la división social entre quienes tiene divisas y quiénes no.

Bahamonde recordó que no todos los problemas se le pueden atribuir al mercado cambiario implementado por el Gobierno. La economista subrayó el papel de las controvertidas tiendas que cobran en divisas –conocidas como tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) y que abrieron en 2019–, que cada día ocupan un mayor espacio en el mercado minorista.

«Hay que dejar al peso cubano ser la principal moneda del país. Hay una disyuntiva: acabar o no con las MLC (y dejar de ingresar divisas) para salvar al peso», agrega Bahamonde.

Otra señal de alarma es la cantidad de CUP en circulación, porque su aumento favorece la inflación, otro de los problemas actuales de la economía cubana.

El encarecimiento de los precios se situó oficialmente en el primer semestre en el 13,40%, aunque analistas independientes la han colocado en cifras por encima del 100%.

Los tres expertos coincidieron en que el dólar seguirá en aumento en el corto plazo. «Seguramente (la tasa llegará) a los 300, sobre todo de aquí a final de año», dijo Amor.

Vidal, por otro lado, no dio una cifra exacta pero dejó claro que «los 200 no será el límite». Bahamonde fue más cauta y se limitó a señalar que no ve «ninguna posibilidad de contención del alza en el tipo de cambio».

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