Cuba–EEUU en atractivo tope de boxeo

Ronal Quiñones

HAVANA TIMES — Cuba y Estados Unidos, dos de los enemigos políticos más enconados de los últimos 50 años, podrán “sacarse la picazón” a puñetazo limpio dentro de unos días, cuando equipos de boxeo de ambas naciones choquen en los cuartos de final de la Serie Mundial (WSB).

Los encuentros del 28 de marzo en Miami y el 4 de abril en La Habana reviviría los llamados topes bilaterales de los años 70 y 80 del pasado siglo, cuando se visitaban de forma alternativa con sus mejores exponentes y escenifican combates que todavía son recordados.

El historial favorece ampliamente a los cubanos hasta 1988, cuando tuvo lugar el último tope bilateral entre ambos países en Atlantic City.

De esa época trascendía de manera oficiosa que en las filas caribeñas los miembros del colectivo técnico les decían a los boxeadores que de ser derrotados por un estadounidense, jamás volverían a integrar el equipo Cuba. Por supuesto, esto no era cierto del todo, pero seguramente funcionaba como método de motivación extra.

En adición, un equipo cubano de boxeo no visita Estados Unidos desde el Mundial de Houston, en 1999, y allí la experiencia no fue nada buena, pues se retiró inconforme con las votaciones de los jueces y dejó también expresas quejas sobre el acoso a sus pugilistas para que saltaran al profesionalismo.

Pero si se necesitaba más morbo para este duelo, el máximo lo pone la presencia de Pedro Roque como director técnico del seleccionado nacional de Estados Unidos.

Roque está considerado como uno de los mejores entrenadores en la historia del boxeo cubano, al cual estuvo vinculado por varias décadas.

Durante más de 20 años estuvo al frente del colectivo técnico en las categorías juveniles y cadetes, y en esa época pasaron por sus manos los grandes campeones cubanos amateurs y profesionales: desde Joel Casamayor hasta Guillermo Rigondeaux, incluyendo a Ariel Hernández, Héctor Vinent y Mario Kindelán, por solamente mencionar algunos.

La Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) lo seleccionó en 2008 como el mejor entrenador del mundo, pero al año siguiente fue cesado en su cargo, tras perder Cuba el primer lugar en el Mundial de Milán, y registrarse la salida ilegal de un gran grupo de boxeadores hacia el profesionalismo.

Meses más tarde Roque pidió su jubilación, emigró legalmente a México, y de ahí saltó a Estados Unidos, donde lo nombraron jefe del colectivo técnico amateur en 2012, y responsable de la franquicia USA Konckouts.

Con su presencia al frente del combinado estadounidense, sería algo así como Kramer vs. Kramer, o Luke Skywalker ante Darth Vader. En varias ocasiones en los últimos años deportistas cubanos han enfrentado a rivales entrenados por cubanos, la gran mayoría de colaboración “legal” en países latinoamericanos, pero esta sería la primera en la cual tendrían a un cubano dirigiendo un equipo de Estados Unidos.

Es verdad, no es realmente Estados Unidos, porque la franquicia está llena de importados, entre ellos algunos latinoamericanos, pero el morbo es el mismo por tratarse de alguien que hace no tanto estaba en el bando contrario.

Además, según dijo Roque a medios d prensa de Miami, tiene pensado pedir ayuda a otros entrenadores de la isla, como Pedro Luis Díaz, y a boxeadores establecidos como Rigondeaux, Odlanier Solís y Yudel Johnson, emigrados en los últimos años.

En el caso de Rigondeux, habría que ver si no le guarda rencor por no haberlo defendido cuando intentó abandonar la delegación en los Panamericanos de Río de Janeiro en 2007 junto a Erislandy Lara. Eso le costó a los dos boxeadores no volver a ponerse los guantes en Cuba, y la actitud del entrenador no fue nada condescendiente con ellos, pero en fin, el tiempo ha pasado y quizás no quedan cicatrices o ambos atletas entendieron que eso era lo que debía decir Roque para salvar su puesto en ese momento.

“Un choque contra Cuba sería algo importante que atraería la atención y llenaría de orgullo a todos los cubanos y latinos, donde quiera que se encuentren”, dijo recientemente Roque, quien estuvo a cargo del Cuba en los Panamericanos de 2007 y los Juegos Olímpicos de Beijing, un año más tarde.

Tanta ha sido la expectativa por el duelo contra los cubanos, que ejecutivos de la Arena American Airlines contactaron a los directivos del club USA Konckouts para escenificar ese encuentro en la actual casa del Heat de Miami de la NBA, el próximo 28 de marzo.

“Sin duda, habrá sentimientos encontrados, porque todos esos boxeadores que ahora forman parte del equipo nacional pasaron por mis manos, son casi mis hijos, pero tengo la responsabilidad de devolverle al boxeo de Estados Unidos su esplendor del pasado y mi trabajo va enfocado hacia esa meta”, afirmó el entrenador.

Desde Cuba respondió Raúl Fernández, quien fungió como entrenador jefe de Cuba para el tope con los Astana Arlans kazajos, cuando prácticamente quedó sellado el cruce.

“Les vamos a dar con todo. El conoce la escuela cubana y algunos boxeadores que están en el equipo, pero no está al tanto de la preparación individual ni de las estrategias de cada pelea.”

También habló Alcides Sagarra, sin dudas el más grande entrenador no solamente de Cuba, sino de todo el mundo aficionado, quien señaló:

“Tal como aconteció en décadas pasadas, se levantan muchas expectativas basadas en la calidad y la rivalidad histórica de ambos equipos. Nosotros nos enfrentamos en esos encuentros bilaterales durante varios años y Cuba nunca perdió, lo único que hizo Estados Unidos fue empatar un tope, pero siempre fueron encuentros muy seguidos y que despertaron mucho interés.”

Al referirse al aspecto puramente deportivo, Sagarra descartó que fuera a ser un paseo el encuentro, aunque Cuba no haya perdido ningún tope en la WSB y Estados Unidos haya clasificado a duras penas.

“Ahora muchos dicen que ellos no tienen boxeadores amateurs de calidad y creo que es un error pensar así. Ellos sí tienen boxeadores de nivel, además de un gran caudal histórico y si bien sus púgiles se van moviendo hacia el profesionalismo, cuentan con talento suficiente para dar buenas peleas.”

Sobre la presencia de Roque, Sagarra fue más diplomático:

“Peter fue alumno mío. Él decidió emigrar e ir a vivir a Estados Unidos, y ese es un derecho individual que todos tenemos, el derecho de residir donde queramos. Ahora Peter está haciendo su trabajo con el USA Knockouts, y estoy seguro que ambas escuadras darán un buen espectáculo sobre el ring para los seguidores del boxeo en ambas naciones.”

Desde el punto de vista boxístico, todas las papeletas están con Cuba, que contará para ese duelo a sus estelares, mientras que Estados Unidos debería escoger a sus enviados, pero en cualquier caso, no salen como favoritos en sentido general.

Sin portar el rival, deben ganar Yobany Veitía (49 kilogramos, bronce en el último mundial), Yasniel Toledo (64, bronce olímpico y dos veces plata mundial) y Erislandy Savón (91), y quedaría para los anfitriones la posibilidad de un éxito en los puños de quienes enfrenten a Marcos Forestal (56) y Ramón Luis (75), los menos experimentados del seleccionado caribeño.

Esta sería solamente la primera manga, porque debe darse también un tope de vuelta en la Ciudad Deportiva de La Habana, el viernes 4 de abril, con los duelos en las restantes cinco divisiones, pero también en esas salen como favoritos los cubanos Lázaro Álvarez (60, doble campeón mundial y bronce olímpico), Roniel Iglesias (69, campeón olímpico y mundial) y Julio César La Cruz (81, doble campeón mundial), con alguna esperanza para los contrarios de Gerardo Cervantes (52) y Yoandri Toirac (más de 91).