Cuba busca sus estrellas deportivas del año

Por Ronal Quiñones

 

HAVANA TIMES – Años atrás, cada vez más atrás, era un verdadero dolor de cabeza seleccionar a los mejores deportistas de Cuba, al cierre de cada temporada.

Sin embargo, desde hace un buen tiempo el reconocimiento cae por su propio peso, ante los pobres resultados del deporte cubano en la arena internacional.

Este 2019, por ejemplo, el apartado femenino no tiene muchas vueltas que darle, porque la Mayor de las Antillas cerró el año con una sola campeona mundial, la discóbola Yaimé Pérez, quien ya obtuvo la distinción el pasado periodo.

La rusa, como es conocida por sus amigos y rivales, se mantuvo una buena parte del 2019 al frente del ranking mundial, con marca de 69,39 metros, conseguida el pasado mes de julio en el mitin atlético de Soteville, Francia, y triunfó en total en siete de las diez competiciones de primer nivel a las que asistió.

Sin duda, su momento culminante fue el Mundial de Doha, Catar, donde ganó el oro con 69,17 metros, su segundo mejor registro de la actual temporada, y tercero de por vida. Además, mereció los máximos honores en los Juegos Panamericanos de Lima, y en la final de la Liga del Diamante, disputada en Bruselas, donde se impuso nuevamente ante la croata Sandra Perkovic, líder de esta disciplina en la última década.

Tímidamente le hacen la competencia la santiaguera y judoca Idalys Ortiz y la ciclista Arlenis Sierra, pero sus logros quedan bastante por detrás.

Ortiz reinó en Lima, pero quedó en plata en el certamen del orbe de su deporte, y Sierra también resaltó en la justa continental, pero a nivel planetario todavía no ha demostrado su total valía.

Así las cosas, es cuestión de tiempo para que La rusa sume otro galardón como Mejor Atleta femenina de Cuba, salvo una sorpresa mayúscula.

Entre los hombres hay un poco más de competencia, pero tampoco es muy amplio el abanico, pues el 2019 baja sus imaginarias cortinas con solamente tres campeones mundiales: el boxeador Andy Cruz, el luchador Ismael Borrero y el taekwondoca Rafael Alba.

Sin embargo, este último no pudo conquistar el título en los Panamericanos de Lima, así que su candidatura languidece ante los otros dos, al menos aparentemente.

Cruz es hoy por hoy el mejor boxeador de Cuba, libra por libra, y aparentemente no tiene rival en el planeta, como ha demostrado al mantenerse invicto durante toda la temporada.

En la misma cuerda se ha manifestado Borrero desde el año 2015 para acá, aunque con menos competiciones que el púgil de Matanzas. Sin embargo, a su favor está que refrendó su condición de campeón del mundo en una división diferente a la que lo vio reinar en temporadas anteriores.

Aquí todo se reduce a una cuestión de gusto personal, pues ambos reúnen méritos similares, y quizás la distinción recaiga en Cruz para que lo haga por primera vez, o incluso pudiera ser compartida, algo que no sería primera vez que ocurra.

Como hemos visto, prácticamente no hay debate entre las mujeres, y entre los hombres solamente dos candidatos, una cosecha bastante pobre para el año previo a los Juegos Olímpicos.

Si eso es en el orden individual, peor están las cosas para seleccionar al mejor equipo de la campaña, pues se habla incluso como candidato fuerte del conjunto femenino de balonmano, cuyo mayor mérito fue clasificarse para el Mundial de la disciplina.

En la cita del orbe, que trascurre actualmente en Japón, las cubanas han sido goleadas en sus partidos, así que eso da la medida de lo mal que andan los deportes colectivos en la Isla.

A nadie se le ocurre mencionar a la pelota, y es el baloncesto femenino el otro plantel que cuenta con cierto favoritismo, pero como no compitió en los Panamericanos (no participó en el clasificatorio), queda por debajo del balonmano, que se coronó en Lima.

Del resto, lo único rescatable es el voleibol masculino, que terminó segundo en la justa continental, pero, sobre todo, porque eso representa un repunte luego de un quinquenio gris en cuanto a resultados internacionales.

Los deportes colectivos también entregan un premio individual, al que pugnan entre los hombres los peloteros Yurisbel Gracial y Alfredo Despaigne, por sus actuaciones en la Liga japonesa, no con el equipo Cuba, y el voleibolista Robertlandy Simón (a nuestro juicio quien más lo merece).

Por las mujeres creo que no habrá demasiados problemas para que recaiga en la baloncestista Yamara Amargo, lo más rescatable en este equipo que también busca regresar a planos estelares.

Tampoco hay figuras suficientes como para plantear, al menos, una polémica decente entre los juveniles, con apenas tres dorados universales, aunque es justo reconocer que no hubo certámenes de todos los deportes, especialmente de atletismo y boxeo, que siempre aportan algún campeón.

Así las cosas, la lucha termina con dos titulares planetarios: Reineris Andreu y Milaymis de la Caridad Marín, y la gran sorpresa fue que Cuba tuvo su primer cetro en velas, con Vladimir Solá.
Andreu se convirtió en bicampeón mundial para menores de 23 años en los 57 kilogramos del estilo libre, al repetir la corona alcanzada en Polonia 2017, y Milaymis sumó este oro al alcanzado el año pasado en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, y el del Mundial propiamente juvenil alcanzado en agosto.

Por ahí se elimina el debate en el sector varonil, pues el gladiador tiene mayor experiencia y no sería justo darle el reconocimiento en esa edad, cuando está lo hecho por Solá, por demás completamente atípico en el deporte cubano.

En una cita disputada en Florida, Estados Unidos, Solá reinó en la modalidad de hobbie Cat 16, y este triunfo es reconocido como lo más importante de este deporte en Cuba en el presente ciclo olímpico.

Como hemos apreciado, no hay demasiado de dónde escoger para entregar los lauros anuales del deporte cubano en este 2019, y da la impresión de que los únicos criterios divididos serán en el sector masculino.