Cuba busca capital de EUA y España para producir alimentos
La producción industrial de alimentos en la Isla cayó un 66.7% entre 2018 y 2023, produciendo escaseces y precios altos.
HAVANA TIMES – Asfixiado por la crisis alimentaria, el Gobierno cubano envió a España esta semana al presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Carricarte, para convencer a varios empresarios de invertir en la producción de alimentos en la Isla. Al mismo tiempo, un grupo de congresistas y granjeros de EE UU viajó a La Habana para ratificar su «voluntad» de ampliar el intercambio comercial.
Carricarte, que recorrió junto a varios dueños de mipymes por varias ciudades del norte de España como Santander, Guipúzcoa, Lugo y A Coruña, aseguró que sus interlocutores habían mostrado interés en contribuir a la producción alimentaria cubana, puesto que entendían las «dificultades» por las que atravesaba.
Preguntado por la prensa, el alto cargo no reveló qué mipymes lo habían acompañado en el trayecto. Se limitó a afirmar que su delegación estaba conformada por diez empresas a las que describió como una «mancomunidad público-privada».
La gira, añadió, tiene como objetivo atraer a pequeñas y medianas empresas españolas para desarrollar proyectos de «producción de carne de cerdo, leche, huevos y pollo», un tema que interesó a los empresarios con los que habló. Además, abordó otros temas relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación.
Por su parte, el presidente de la Confederación Gallega de Empresarios, Juan Manuel Vieites, señaló que la visita de la delegación cubana de empresarios constituye una «oportunidad» para «conocer de primera mano» ese país con lazos comerciales con Galicia.
Galicia figura como la séptima comunidad autónoma de España que vende productos a Cuba, lo que supone un 4% del total de las exportaciones españolas, entre las que se encuentran fundamentalmente bienes de equipo, automóvil, además de alimentos como grasas y aceites, lácteos, pescado y carne.
Mientras tanto, este lunes funcionarios cubanos recibieron en La Habana a un grupo de empresarios agrícolas y congresistas de EE UU, invitados a asistir a la V Conferencia Agrícola entre Cuba y Estados Unidos, que fue inaugurada en el Hotel Nacional.
«Se han sentado las bases para poder analizar y proponer nuevos proyectos de trabajo que satisfagan las necesidades de ambas partes y expandir nuestras relaciones comerciales a un nivel superior», dijo en la apertura el presidente del Grupo Empresarial Agrícola de Cuba, Orlando Linares. Alegó, siguiendo la retórica oficial, que el principal obstáculo para el desarrollo de la Isla es el bloqueo.
En tanto, el presidente de la Coalición Agrícola Estados Unidos-Cuba, Paul Johnson, expresó su deseo de que el encuentro sea un escenario para escuchar de manera mutua, así como aprender y regresar con acciones concretas como un tratado comercial.
No es ningún secreto la debacle de la industria alimentaria cubana, cifras ofrecidas la semana pasada por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei), permiten cuantificar el derrumbe sufrido en apenas cinco años. Luego de que la producción industrial de alimentos cayó un 66,7% apenas entre 2018 y 2023.
Entre los datos revelados destaca la caída de la carne de cerdo en banda, que tienen una gran importancia en la dieta cubana, y que pasó de 149.400 toneladas a 13.300, un 91% menos en cinco años.
El arroz perdió 90% al caer de las 272.800 toneladas a tan solo 27.900. También el último quinquenio fue nefasto para el café y la leche, elementales en la cultura nacional, y que registraron caídas del 51% en el caso del primero y del 90% en lo que respecta a la leche evaporada, mientras que la elaboración de la entera precocinada congelada bajó un 49,6%.
La elaboración de pan ha bajado de 493.700 toneladas en 2018 a 326.300 en 2023, un 34% de caída, hecho agravado por ser un producto básico y de primera necesidad. Si se mira con detalle la declive de cada uno de los 23 alimentos analizados en el reporte oficial se puede ver que la carne de res alcanzó un 58%, los quesos un 52%, las conservas de tomate un 76,5% y la mantequilla sin sal un 76%, solo por mencionar algunos más. Solo las carnes en conserva (33%) y la cola de langosta (20%) presentan caídas más leves.